Este miércoles, el ex ministro y diputado Julio De Vido se entregó en los tribunales de Comodoro Py en medio de un fuerte operativo de seguridad luego de haber sido desaforado por la Cámara de Diputados de la Nación.
Lo hizo poco después de las 15 en el juzgado a cargo de Luis Rodríguez, donde se tramita la causa que lo investiga por presunta defraudación con fondos destinados a Yacimiento Carbonífero Río Turbio, donde había una orden de detención en su contra, sumada a otra por la causa a raíz de irregularidades y sobreprecios en la importación de gas licuado.
Ello obliga a recordar que Tribuna de Periodistas fue uno de los pocos medios que lo investigó y denunció apenas llegado el kirchnerismo al poder. En esos días, la mayoría de los diarios y portales de noticias le rendían pleitesía al recién aterrizado Néstor Kirchner.
Una de las primeras notas fue “Julio de Vido: un político indebido”, publicada en mayo de 2004 y firmada por el director periodístico de este portal, Christian Sanz.
Allí se relató por primera vez cómo eran los sobreprecios de las licitaciones y quién era el ignoto ministro de Planificación: “La cartera de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios que maneja Julito concentra todo lo inherente a saneamiento, obras públicas, vivienda, explotación y aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos, actividad vial y organización de la inversión pública, una gran caja que se nutre de sobreprecios y otros desaguisados que lleva adelante su segundo, José López, un tucumano devenido en pingüino”, se publicó entonces.
En marzo de 2006, se habló también de cómo fue eyectado el entonces gobernador de Santa Cruz, Eduardo Acevedo, por no querer aceptar ciertos sobreprecios que le imponían De Vido y Néstor.
En esos mismos días volvimos a la carga con la nota “Julio de Vido y la cartelización pública”, donde revelamos que el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, había decidido renunciar a su cargo para no avalar la corrupción del exministro hoy preso.
Hicimos muchas más notas, muchísimas, que pueden encontrarse en nuestro buscador. Y ello nos costó que De Vido nos querellara por calumnias e injurias, juicio que le ganamos al presentar la prueba de todo lo que publicamos.
Hoy parece lejano todo ello, cuando se lo ve retrospectivamente. Pero es necesario recordarlo, porque finalmente el cajero del kirchnerismo fue preso. Y nosotros contamos quién era cuando nadie más lo hacía.