En el día de ayer, Santiago Cúneo atacó de manera delirante al medio Tribuna de Periodistas y a quien escribe esta nota. ¿El motivo? La denuncia presentada por el suscripto contra el propio Cúneo por instigación a la sedición y por discriminación, y el hecho de que este medio se haya hecho eco de la noticia (Ver video al pie).
Con tono burlón, y descalificando los términos de la presentación judicial, Cúneo sostiene que se lo acusa de “propagandista del peronismo”. Eso no es verdad, esa expresión se ha colocado en la denuncia para contextualizar al personaje denunciado, a quien también, en la denuncia, le hemos atribuido el carácter de “pseudoperiodista” y de “político”.
En cuanto a los hechos realmente denunciados, sostiene Cúneo que no es delito decirle “anglosajón” a una persona, en este caso al Presidente de la Nación. La realidad es que la palabra fue utilizada en un contexto agresivo, como insulto, y eso, en sí mismo, es un acto discriminatorio contra un grupo étnico del cual descienden muchos argentinos.
También sostiene Cúneo que no es sedición pedirle a las fuerzas armadas que desobedezcan las órdenes “ilegales” e “inmorales” del Presidente. Pero la realidad es que, en el contexto de sus dichos, ampliamente ratificados en sus últimas manifestaciones, lo que está pidiendo es que se desobedezca un decreto que él cree “ilegal” e “inmoral”, y hasta inconstitucional, pero que claramente se ajusta a derecho. Más aún, aparte de las manifestaciones políticas de la oposición, no ha existido presentación judicial alguna contra dicho instrumento legal.
También es falso que quienes llevamos adelante la denuncia contra Cúneo, tal como él sostiene, defendamos la existencia de bases de otras naciones en Argentina. Todo lo contrario, pero el llamado a “combatir la instalación” de dichas bases y a apuntar los fusiles para impedir que se instalen bases constituye, también, la instigación a cometer un delito consistente en comprometer la paz de la Nación. Desde ya, en el actual contexto, en que no se ha instalado ninguna base de modo ilegal.
Resulta inadmisible, asimismo, que Cúneo sostenga que el medio Tribuna de Periodistas o que quienes lo denunciamos recibimos dinero del Mossad o de la AFI, nada más alejado de la realidad. Tribuna es un medio pluralista, donde conviven periodistas y ciudadanos que colaboramos con nuestras opiniones, que pertenecemos a distintas corrientes de pensamiento. Basta con leer las notas y basta con ver la pluralidad de pensamiento, para darse cuenta que ningún organismo de inteligencia puede estar detrás de este portal.
No voy a perder el tiempo contestando insultos. Sí me voy a detener, finalmente, en la expresión “sionista” que Cúneo utiliza para descalificar al medio y a quienes hicimos la denuncia. ¿Sabrá Cúneo lo que es sionismo? ¿Sabrá Cúneo que se trata de un movimiento del pueblo judío partidario de la existencia del Estado de Israel, entre otras cosas, como medio de protección de un pueblo históricamente perseguido? La expresión “sionista” es utilizada por Cúneo, porque no se anima a decir “judío”, con la vieja táctica fascista de elegir un enemigo de la Nación. Por mi parte creo que quienes son judíos y quienes no lo somos, no tendríamos que molestarnos por ese calificativo, aunque sí estar atentos, porque el modo en que Cúneo lo utiliza revela una solapada forma de antisemitismo que debiéramos erradicar de la política argentina.
Dije al inicio de esta nota que el ataque de Cúneo fue delirante. Resta decir que este tipo de delirantes son peligrosos para la democracia.