Ayer se realizó un nuevo allanamiento una sede del gremio de Camioneros, en la cual, efectivos de la Gendarmería interrumpieron con el permiso del fiscal en lo penal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera y con la convalidación de la jueza Brenda Leticia Madrid.
La magistrada tomó el lugar del juez de Avellaneda Luis Carzoglio tras quedar suspendido por su errónea participación al no homologar el pedido de allanamiento presentado por el fiscal antes mencionado.
En ese sentido, el secretario general de Camioneros, Hugo Moyano, y su hijo Pablo, trataron al Gobierno en general y al presidente Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en particular, de payasos, incluso, “El Negro” llegó a decir “nosotros no somos corruptos”.
Como ya hemos revelado en Tribuna de Periodistas tras una retahíla de investigaciones que se vienen realizando desde el año 2003, Moyano es un tipo altamente corrupto, él mismo lo admite sin darse cuenta.
Es dable rememorar aquel programa de A Dos Voces que transmite la señal televisiva Todo Noticias, en donde le preguntan si apoya a CFK, ante esa pregunta, Moyano padre responde: “vamos a apoyar al candidato que tenga la mayoría del peronismo” agregando que “si ese candidato es Cristina, la vamos a apoyar”.
Acto siguiente, asegura que “en el kirchnerismo tiene que haber habido corrupción, como hubo en otros y como hubo en todos los Gobiernos”. A esta altura ya no es necesario aclarar que quien apoye a un corrupto claramente se corrompe.
Mas allá de ello, en este mismo portal hemos planteado las mil y una actuaciones ilícitas que el clan sindical más poderoso de la Argentina ha llevado adelante, incluyendo el narcotráfico a través de los camiones de OCA, empresa manejada directamente por Hugo mediante el testaferro Patricio Farcuh, un tema que nadie más ha querido tocar.
También se pueden contar los negociados ilícitos a través de la construcción de la clínica Antartida, el traspaso de fondos de independiente al gremio Camioneros, y a su vez el traspaso de fondos del sindicato a empresas de la familia, donde también se encuentra involucrada la tercera y última esposa del protagonista de este artículo, Liliana Zulet.
Vease Iarai S.A., que brinda servicios relacionados a la salud; Organización de Seguridad Las Marías, la cual se encuentra habilitada para realizar tareas de investigación privada, vigilancia de transportes y seguimiento de personas; Aconra S.A., que ofrece sus servicios de construcción, reparación y reforma de edificios, entre otras.
Tribuna de Periodistas ha llegado a dialogar con la segunda esposa del ex secretario cegetista, quien ha dado a entender que éste último algo oculta. Ya es una verdad de Perogrullo, Moyano no es ningún santo, mucho menos un luchador por los derechos de los trabajadores, simplemente es una excusa.
No hay que olvidar aquella amenaza que le había hecho al entonces ministro de Trabajo Jorge Triaca, a quien le manifestó que iría con los enfermos de la obra social Oschoca a coparle la puerta del Ministerio.
Moyano es un tipo con una idiosincrasia particular, la misma a la que han recurrido varios referentes políticos: todo es una persecución. Los periodistas lo persiguen mediáticamente, la Justicia lo hace judicialmente y los políticos, en cualquiera de sus poderes y cargos, lo llevan a cabo políticamente.
La pregunta es elocuente: ¿Acaso Moyano cree realmente que el periodismo, la Justicia y la política se han juntado y han ideado un plan conspirativo para inventarle causas y perseguirlo porque, pobre hombre, pelea por y para los trabajadores?
El grado de cinismo que presenta la figura del sindicalista no es menor, y sus maniobras ilícitas son gravísimas.
Esperemos que la Justicia caiga con todo el rigor que se merece, el periodismo ya ha hecho bastante y cierta parte del ámbito político también, sobretodo presentando denuncias pertinentes. Solo eso falta, que el Poder Judicial actúe en consecuencia y que de una vez por todas los Moyano cumplan la condena debida.
Lástima que Moyano jamás podrá cumplir su sueño, ser encarcelado al lado de Franco Macri, ya que este último falleció. No hay que olvidar esa frase que revela demasiado: “Si voy preso, que sea al lado de la celda del padre del presidente”. A confesión de partes, relevo de pruebas.