Tanto en su libro, Sinceramente, como en la presentación del mismo, en la Feria del Libro, Cristina Kirchner rescató del arcón de los recuerdos la figura de quien fue ministro de Economía durante la última presidencia de Juan Domingo Perón, José Ber Gelbard.
Se trata de alguien cuyo nombre hoy aparece desconocido, pero que ostentó gran relevancia durante los gobiernos, no solo del "General", sino también de Héctor Cámpora y María Estela Martínez.
Cristina refiere a Gelbard al mencionar la necesidad de "un contrato social que involucre a todos: empresarios, dirigentes sindicales, un ciudadano que es operario, cooperativistas, una persona que tenga un plan de trabajo".
Como se dijo, la expresidenta lo expresó en su presentación, pero también en su obra, donde menciona al otrora ministro de Economía y su plan orientado a promover un "capitalismo nacional".
Entonces, ¿debe presumirse que en caso de llegar a ser presidenta Cristina impulsará un plan similar al de Gelbard? Es imposible afirmarlo de manera categórica, aunque, más allá de que eventualmente lo haga, sorprende que le otorgue una valoración positiva a aquello que derivó en el tristemente célebre "Rodrigazo".
Lo explicó a Tribuna de Periodistas de manera breve y didáctica uno de los economistas del momento, Fausto Spotorno: "El plan de Gelbard terminó en el Rodrigazo y el desabastecimiento, fue brutal. Emitían guita e incrementaron el déficit mientras congelaron precios y tarifas. Naturalmente terminó volando todo por el aire con Celestino Rodrigo que no tuvo otra opción que ajustar todos los precios y el dólar".
Al mismo respecto, el especialista añadió: "Precios y salarios estaban congelados, aunque no tanto. Cada tanto algún lobby o sindicato tenía permitido algún ajuste".
Otro economista, Roberto Cachanosky, fue aún más severo y elocuente: "Ber Gelbard fue el padre del monstruo que llevó al Rodrigazo. Celestino Rodrigo heredó la inflación cero de Gelbard y trató de arreglarlo sin plan económico. Cristina Fernández es la madre el actual lío económico que heredó Macri que trató de arreglarlo sin plan económico".
Y aportó un dato inquietante: "Recordemos que el plan económico de Gelbard estableció la estatización de los depósitos. Es decir, los bancos recibían por cuenta y orden del BCRA los depósitos. La plata de la gente la manejaba el gobierno".
En tercer lugar opinó Ramiro Castiñeira de la consultora Econométrica: "El plan Gelbard fue un grotesco plan de pisar precios, salarios, dólar y tarifas en un contexto de mega emisión monetaria para cubrir un déficit fiscal superior a 7% d PBI. Todo culminó en el Rodrigazo, la segunda mega devaluación de Argentina, inaugurando los 3 dígitos de inflación".
Se insiste: no hay un pronunciamiento concluyente de Cristina respecto de la aplicación (o no) de un plan similar al de Gelbard.
No obstante, la valoración positiva que le dio a su "plan" removió incómodos fantasmas.
Nunca está de más recordar aquella frase de Karl Marx de la que tanto abusa quien escribe estas líneas: "La historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa".