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La discusión en esta elección siempre fue entre dos miedos: el miedo a que vuelva Cristina o el miedo al ajuste de Macri.
La respuesta fue contundente: la angustia económica pudo más. La mayoría creyó que el rumbo no era el correcto.
El gobierno basaba su optimismo en tres factores:
1) Que haya una mayor participación electoral para así poder captar ese segmento que le dio ventaja en 2015 y 2017: la asistencia fue igual a la de las PASO de hace 4 años atrás.
2) Que le responda el voto de la zona centro del país: el desempeño electoral fue mucho menos auspicioso de lo esperado.
3) El miedo al regreso de CFK: los resultados están a la vista.
Ninguno de los 3 factores se comportaron dentro de lo esperado. El proceso político iniciado con la campaña de 2015 tiene varios rasgos atípicos, y por lo tanto era factible que sucedieran sucesos extraños, para un lado o para el otro. El tamaño de la paliza electoral es un dato en sí mismo. El mensaje de la ciudadanía fue: “Así no, a otra cosa”.
Entre las cosas que fueron extrañas está el desempeño electoral de Vidal: pasó de cuasi salvadora de la Patria a protagonizar una derrota casi tan fuerte como la de Macri. Otro mensaje potente: “vos sos socia, también te vas”. Y como si esto fuera poco Rodriguez Larreta salvó la ropa, pero estuvo por debajo de las expectativas pese a que siguió haciendo veredas hasta el mismo día de la elección.
Otra señal de atención está referida a la efectividad de las campañas. Sin duda que lo realizado por el oficialismo fue mucho más profesional y organizado que lo de Alberto. Pero está claro que cuando existe una ola masiva decidida a manifestarse en una dirección, no hay big data ni redes sociales que la frene.
La pregunta del millón es si este resultado se puede revertir. En política todo es posible. El oficialismo puede imaginar tres fuentes de votos: el voto en blanco, los votos del 20 % que no optaron por los dos grandes polos y los que no fueron a sufragar. Sobre todo la tercera fuente era la que más entusiasmaba.
Sin embargo, si los actores que cuentan no creen que Macri puede ser reelecto, eso es definitorio. Difícilmente los mercados, los empresarios, los gobernadores peronistas y los sindicalistas estén pensando en qué pasará en octubre, sino cómo influyen sobre Alberto a partir del 10 de diciembre.
El debate dejó de ser electoral para pasar a ser eminentemente político. La principal tarea de Macri es cómo evita que la economía entre en una zona de fuerte turbulencia, para no ser solo recordado como el primer presidente no peronista que terminó su mandato después de 91 años. Está claro que no logró evitar la lógica del bombero: un peronista viene a apagar el incendio que provocó un no peronista.
Con varios resultados sorprendentes –entre ellos, la derrota de Macri en Mendoza- queda mucha tela para cortar. La sociedad decidió que no se la puede someter a una exigencia económica tan grande sin que crujan sus cimientos básicos.
Mientras una mayoría siga considerando que el populismo autoritario, el caudillismo carismático, el pensamiento mágico, la demagogia, el asistencialismo (en los hechos: migajas para los más necesitados, asegurándose de que no logren salir de ese estado), el estatismo inflacionario, la prepotencia, el aislamiento del mundo y el apriete son las fórmulas adecuadas para hacer realidad nuestra "condena al éxito", Argentina crujirá y seguirá su ininterrumpido derrotero de fracasos, de frustraciones y de involución.
No habrá posibilidad de revertir la derrota si no se convoca a un Gobierno de UNIDAD PROGRAMÁTICA planteando un Programa de Gobierno creíble en el que exprese que es lo que se compromete a impulsar para crear empleo genuino y puestos de trabajo dignos de la mano de encauzar el crédito de los Organismos Financieros Internacionales a efecto de promover el crecimiento y actualización tecnológica de las economías regionales mediante el aseguramiento del cumplimiento de las Normas Ambientales y de la calidad a efecto de una mayor competitividad y acceso a nuevos mercados de la actividad productiva y laboral de las pymes, en el propio lugar de explotación de los recursos, a fin de generar empleo y viviendas que pueda asegurar el poblamiento y nacimiento de nuevas ciudades a fin de dar empleo y vivienda a la mano de obra desocupada del con-urbano bonaerense y/o de las demás capitales de Provincia y el gran Rosario. Convocando a expertos en el proceso del desarrollo industrial para que, de la mano de la Inteligencia Artificial, acceder a nuevos mercados, diversificando y exportando nuestra producción nacional.
La FORTALEZA original de la COALICION CAMBIEMOS, estaba en los VALORES Y LA REPUBLICA, siendo su insigne representante Elisa Carrió, aunque sea como mensajera doctrinaria y teórica. Es sabido que los temas de gestión no son parte de su experiencia por lo que suponía que "el presidente empresario y sus CEOS" sabìan lo que hacían. No solo subestimaron la herencia recibida sino que sobrestimaron su propia capacidad de solucionar problemas y hasta tiraron objetivos incumplibles, como el de LA POBREZA CERO y la LLUVIA DE INVERSIONES. Incluso hasta el mismo presidente PIDIO SER EVALUADO EN 2016 por la REDUCCION EN EL NIVEL DE POBREZA. Si en el segundo semestre de 2018, Si Macri hubiese honrado su palabra y ante el fracaso de reducir la pobreza, hubiese anunciado que no se presentaría para estas elecciones, se habria SALVAGUARDADO EL PROYECTO DE CAMBIEMOS, haciendo que otros interlocutores actuaran para conformar un nuevo gobierno. Entonces, si podría haberse renovado la CONFIANZA Y LA ESPERANZA en la sociedad. Pues con Macri se daba lo que Einstein decía: "Si quieres resultados diferentes no hagas lo mismo". Fué un grave error de sus asesores, que priorizaron SU IMAGEN al PROYECTO, cayeron en los mismos vicios en los que recurrentemente caen TODOS LOS QUE DETENTAN EL PODER EN ARGENTINA, sean politicos,Sindicalistas, jueces.......¡Y así nos và! Repetimos una y otra vez "el dìa de la marmota", sin aprender de los fracasos y es por ello que RECICLAMOS FRACASADOS, como los que nos gobernaran en adelante. ¿No lo creen? Basta ver los apellidos y se los encontrarà en boletas electorales o gabinetes de Menem, Duhalde, ALIANZA UCR-FREPASO que terminó con el desastre del 2001 y del latrocinio K de la "decada ganada" en la qe perdimos la soberanía enegetica y mientras nuestros vecinos nos igualaban y aventajaban en desarrollo, nuestro desafío era el "mercado de Angola". ¿Ahora de vuelta a la anacrónica utopìa de "vivir de lo nuestro", cuando hasta para hacer "articulos nacionales", se necesitan insumos y equipos importados? ¡Estamos en el siglo XXI y se difunden "soluciones para el siglo XX"!
Alberto Fernandez dice que el problema economico es cosa de resolverlo los de esta administracion, que gota de confianza ni que corcho, nada de nada va a acordar y mucho menos firmar.... Pretende gobernar sin mostrar un plan concreto de soluciones al problema del faltante. Faltante es la palabra que les falta a todos los que vociferan, reclaman y exigen . Es mas existe el secreto plan de vivir de lo nuestro y quedarse con el pago de lo que va siendo adeudado ya ( el prestamo) Volveremos a lo mismo. Que la deuda es inmoral, que es ilegal, y que no la pensaran repagar. En otras palabras, volveremos a ser el culo del mundo otra vez, Y la fruti del postre: volveran a sacar divisas del campo, y a pretender verlo quebrado y de rodillas otra vez. Mal con Macri, peor sin Macri.
Macri perdió por varias cosas: Primero y principal no hizo lo que tenia que hacer en un primer momento (¿por miedo quizás?), pidió plata y se dedico a hacer la plancha. Segundo la estrategia; ante la falta de progreso “bolsillístico” visible de su gestión apelo al miedo a los K pero no se dio cuenta que para el argento medio los valores no son una prioridad (vos hace lo que quieras a mi tirame un hueso que con eso estoy). Justicia independiente, honestidad, República.., no se puede apelar a ideas como esas con un pueblo subeducado como el nuestro; que tiene a la “viveza criolla” mal entendida como valor máximo. Los muchachos de la Kampora cosecharon lo que sembraron durante los 12 años anteriores en ese territorio fértil que los que se suponen que saben dicen se viene preparando hace muchos años. La gente es incapaz de mirar mas allá de lo evidente, por eso resulta la polarización.