De un lado y de otro lo piden a gritos: macristas y kirchneristas —al menos los más racionales— piden que de una vez y por todas Mauricio Macri y Alberto Fernández se reúnan, a efectos de dar un mensaje de calma y racionalidad, no solo a los mercados sino también a la política vernácula.

Ni uno ni otro parecen interesados en que ello ocurra. Uno por despecho; el otro, por orgullo.

Entretanto, diversas cámaras empresariales piden a ambos candidatos que se pongan a la altura de las circunstancias. Hay inquietud, en demasía.

¿Seguirá subiendo el Riesgo País? ¿Qué pasará con el dólar? ¿Las acciones argentinas seguirán cayendo en picada? Solo algunas de las preguntas que se hacen propios y ajenos en estas horas.

Ciertamente, la foto que ilustra esta nota —obviamente trucada— podría relajar algunas tensiones, pero tampoco es la solución. Hacen falta acuerdos firmes y cumplibles. Y algo de sentido común. Sobre todo, esto último.

Porque, ¿cómo es posible que unas meras elecciones primarias hayan llevado al país a este nivel de locura? ¿Alguien le explicó a la corporación política que lo del último domingo no definió nada de nada, que los comicios definitivos llegarán en octubre?

Es imposible saber qué ocurrirá de acá a esa fecha, pero algo está claro: habrá que rediscutir la existencia de las PASO. Es más que evidente que se trata de un proceso que no sirve para nada.

Primero, porque los candidatos ya habían sido elegidos por cada partido antes de esa elección. Segundo, porque son un gasto millonario e innecesario. Tercero, por la incertidumbre de estas horas, producto de semejante despropósito.

Finalmente, no estaban tan equivocados, ni Alfredo Cornejo ni Elisa Carrió. Las PASO no van más. C’est fini.

Como sea, es una discusión que habrá que dar más adelante. Ahora, la cuestión es calmar las aguas.

En un rato nomas, el gobierno anunciará algunas medidas puntuales para mostrar que aún domina el timón de la economía. Vieja receta que ya ha demostrado que, si funciona, solo lo hace de manera momentánea.

Hace falta mucho más. Principalmente acuerdos políticos partidarios de diversa índole. Por lo pronto, alcanzará con la foto de Macri y Alberto.