Su nombre es más conocido en el mundo de las redes sociales que en la “vida real”. Se llama Juan Ignacio Agosto y fue designado esta misma semana en el ostentoso cargo de coordinador de Comunicación Presidencial Digital.
Fue después del escándalo que generó el retuit que hizo Alberto Fernández a un mensaje del “periodista” Dante López Foresi, lesivo hacia la figura del colega Jonatan Viale.
Es curioso, porque el de Agosto fue el nombre que se mencionó entonces como presunto responsable de ese garrafal error presidencial. Incomprobable.
Como sea, a partir de ahora este activo joven en redes sociales, que se “auto percibe” como “Juancho Agosto”, pasará a tener una enorme gravitación en lo que a comunicación presidencial respecta.
Lo que pocos conocen sobre su persona es que supo trabajar a las órdenes del oscuro Sergio Szpolski en el portal Infonews. Allí supo manejar con mano férrea las operaciones más sorprendentes que puedan imaginarse. Siempre en favor del kirchnerismo.
Lamentablemente, muchas de esas notas ya no pueden encontrarse, porque fueron debidamente borradas. Incluso algunas triviales, como una penosa entrevista que Agosto le hizo al exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, el hombre de los prostíbulos.
Fuera de lo periodístico, uno de los escándalos que lo involucró oportunamente ocurrió en octubre de 2012, cuando envió a grupos “anti K” un sugestivo "cuestionario periodístico". Allí, entre otros tópicos, Agosto preguntaba:
-¿Consideran que el gobierno de Cristina Kirchner es una dictadura? En caso de que sí, ¿por qué?
-Desde el gobierno consideran a los caceroleros "golpistas" y "destituyentes", ¿creen que debe retirarse Cristina Kirchner o terminar su mandato?
-¿Cuál es su opinión sobre la Asignación Universal por Hijo?
-¿Están a favor o en contra de los escraches a funcionarios y jueces en sus domicilios?
-¿Cuál es su opinión sobre lo sucedido en los años 70 en la Argentina?
Hay que mencionar un detalle que no es menor: el contexto de esos días era de insistentes “cacerolazos” contra Cristina, quien acusaba a la prensa independiente de agitar la movida.
Tribuna de Periodistas fue uno de los medios “escrachados” por la entonces presidenta, quien ordenó a algunos de los medios bajo su órbita a actuar al respecto.
Curiosamente, los medios de Szpolski fueron los que hicieron el mejor “trabajo sucio”. Tal es así que el otrora empresario de medios llegó a publicar en la portada de revista 23 que este periodista estaba vinculado a Eduardo Duhalde y otros referentes opositores para “voltear” a Cristina.
Lo que nadie le dijo a Szpolski es que en esos días el expresidente “de facto” se encontraba en pleno litigio judicial con quien escribe estas líneas, por una nota en la cual se lo tildaba de narcotraficante.
Volviendo al polémico cuestionario, es curioso el descargo que envió Agosto a este portal entonces. Allí, el hoy “coordinador” presidencial intentó defender la movida diciendo que las preguntas habían sido enviadas “únicamente a aquellas agrupaciones que aceptaron recibirlo”.
Al mismo respecto, reconoció ser la persona detrás de la iniciativa: “Todas recibieron un mensaje privado enviado desde mi cuenta personal de Facebook (es el único medio de contacto ya que se organizan a través de esa red social) en el que se les preguntaba si estaban de acuerdo y se les solicitaba un mail de contacto, y solamente se les envió a aquellas que respondieron afirmativamente”.
Acto seguido, se defendió por su trabajo con un empresario ampliamente cuestionado: “Se me acusa a mí y a mis compañeros de Infonews y Tiempo Argentino de formar parte de un ‘periodismo corrupto’, cuestiona nuestra dignidad y nos llaman ‘mercenarios’ por trabajar en un medio del grupo que pertenece a Sergio Szpolski. Quiero dejar en claro que los trabajadores de prensa no somos la voz de la patronal y respondemos exclusivamente por nuestras notas y no por la línea editorial del lugar en el que trabajamos ni por el empresario que nos contrata”.
Lo que dice Agosto es parcialmente cierto, porque ningún empresario orina "agua bendita". Sin embargo, el caso de Szpolski es totalmente diferente: los delitos que se le imputan revisten una gravedad superlativa.
Por caso, fue acusado de robarse tres millones de dólares de la AMIA cuando oficiaba como tesorero. Sin mencionar los estragos que dejó a su paso cuando “quebró” el Banco Patricios.
Pocos saben que este mismo cronista desistió de trabajar con él en 2007, cuando le ofreció ser parte de su staff en revista 23. Así se contó en primera persona este mismo sitio.
En una entrevista que no careció de asperezas, Szpolski admitió que no podía garantizar la independencia de quien escribe estas líneas y confesó que su línea editorial era a favor del kirchnerato.
Fue el fin del encuentro, coronado repentinamente por una sabia frase del maestro de periodistas Ryszard Kapuscinski: “los cínicos no sirven para este oficio”.