¿Está el gobierno de Alberto y Cristina pergeñando una avanzada contra el periodismo crítico? ¿Está en la cabeza de alguno de sus funcionarios avanzar en una suerte de remake de lo que fue la primera etapa del kirchnerismo?
Las dudas surgen por lo ocurrido este viernes por la mañana, cuando se generó enorme revuelo luego de que trascendiera que el gobierno regularía portales web de noticias.
En realidad, el rumor se hizo fuerte luego de que el vicepresidente de ENaCom, Gustavo López, fuera entrevistado por la TV Pública y en el zócalo del noticiero en cuestión pusieran el siguiente textual: "Regularán el funcionamiento de los portales de internet".
Rápidamente, desde la misma entidad salieron a desmentir la versión y el canal decidió eliminar el tuit donde hacía pública la información. Ello sucedió después de que en las redes sociales se viralizara lo ocurrido, generando una alerta que espantó a propios y ajenos.
“Desmiento que el organismo realice cualquier tipo de regulación sobre los contenidos que circulan en Internet como se explícitaba en el zócalo de un programa televisivo durante una entrevista a un director del organismo”, aclaró desde su cuenta de Twitter el presidente del Enacom, Claudio Ambrosini.
Pocos creyeron en sus palabras, básicamente por los antecedentes del kirchnerismo en el mismo tópico. ¿O acaso pocos recuerdan las censuras impulsadas por Néstor, Cristina y Alberto? Nelson Castro, Pepe Eliaschev, Marcelo Longobardi y tantos otros comunicadores fueron eyectados de sus lugares de trabajo por pedido de la Casa Rosada.
A ello debe sumarse la persecuta que se hizo contra el periodismo independiente a través del hiperbólico aparato de prensa K, con 678 a la cabeza. Sergio Szpolski, Diego Gvirtz y Cristóbal López han sido solo algunos de los verdugos de la prensa crítica. Todo a cambio de millonaria pauta oficial. De más está decir que Tribuna de Periodistas fue víctima de la entonces enjundia de ese aparato feroz, principalmente entre 2006 y 2009, momentos en los cuales se revelaron los actos de corrupción más escandalosos del kichnerato.
Pero no es solo el recuerdo de esos días lo que hace sospechar que volverá la embestida hacia los medios. Las palabras de Gustavo López, otrora subsecretario general de la Presidencia de Cristina, denotan claramente que ello ocurrirá.
No se trata de sus dichos de ayer, que siempre quedarán en la bruma de la duda, sino de una entrevista anterior que concedió el funcionario a una radio de Tierra del Fuego, donde efectivamente planteó la necesidad de una regulación de los portales de internet, siempre so pretexto de la “cantidad de noticias falsas que se vienen difundiendo”.
Fue el martes 28 de abril, en diálogo con Radio Universidad 93.5, donde López dijo textualmente: "La radio y la televisión en cualquiera de sus formatos tienen mucha regulación, pero los portales no. A partir de esto que está sucediendo, va a haber que regularlo, que haya un responsable con CUIT o CUIL para que se haga cargo en caso de transgredir alguna norma”.
Para que no queden dudas respecto del contexto de sus palabras, el funcionario aclaró: “Se siguen usando las noticias falsas en medio de la pandemia y es una criminalidad. Siempre son una cretinada, pero en medio de la pandemia son una doble cretinada. En este momento se busca desgastar al gobernante y no hay otra intención, sea del partido político que sea”.
Luego, viene la parte más escandalosa: "Esas noticias falsas se pagan, y los jueces deberían estar cerrando esos portales, porque no están protegidos ni por la Constitución ni por el Pacto de San José de Costa Rica, y generan alarma en la población”.
Las palabras de López dejan inquietantes preguntas: por caso, ¿quién será el “árbitro” que determine qué es fake news y qué no? Y más aún: ¿Qué ocurrirá con los portales de información “señalados” por el eventual referí?
Por ahora, son preguntas que no tienen respuesta.
El tuit de la discordia del viernes