Nadie conoce mejor el arte de las tropelías que quien las hace con frecuencia. Se trata de lógica pura: ¿Quién dominaría mejor las dulzuras de la estafa que un estafador?
Durante años la comandante de El Calafate denunció una práctica que ella consideraba hacían sus enemigos políticos: elegir juzgados afines para “armarle” causas en su contra, en una costumbre que se conoce como “forum shopping”, es decir “salir a elegir juzgados” como quien sale a ver vidrieras y a comprar.
Pero en realidad si hay alguien que domina esos misterios como nadie es la propia Cristina Fernández, devenida ahora en la capitana de un ejército de vengadores que ella comanda desde el Instituto Patria y desde el mismísimo Senado.
La última gran “salida a elegir juzgados” la hizo recalar en un ignoto juez de Lomas de Zamora llamado Federico Villena, para radicar allí las denuncias de su facción sobre espionaje supuestamente hecho durante el gobierno presidido por Macri.
En la Argentina, la jurisdicción del juez natural se determina por el territorio en donde los hechos ocurrieron. No sé qué cuestión de interés habrá en Lomas de Zamora para ser espiada, pero claramente el que el juzgado de Villena sea el que entienda en la causa es el fruto del retorcimiento más exquisito del “fórum shopping”.
Su competencia ya fue puesta en tela de juicio, obviamente. La Cámara Federal de la Capital ya tomó una decisión respecto de la causa que dio la oportunidad al cristinismo para originar todo este circo. En efecto, ese tribunal ya decidió que es el juez federal Sebastián Ramos el competente para entender el supuesto atentado que sufrió el ex agente José Luis Vila, un funcionario del ministerio de defensa del gobierno de Macri.
Vila descubrió un paquete que parecía ser una bomba en la puerta de su domicilio. El supuesto artefacto no explotó, por eso hoy el fiscal Marijuan investiga si aquello fue una tentativa de homicidio o un amedrentamiento. Pero en cualquier caso, Vila vive en la Ciudad de Buenos Aires y allí fue colocado el paquete. Vila no vive en Lomas de Zamora.
El gobierno de Macri quedó enchastrado en la cuestión porque un hombre de los servicios al que se conoce como “Verdura”, declaró que fue él quien colocó el “explosivo” en la puerta de la casa de Vila.
Las investigaciones de Marijuan dieron con un video de cámaras privadas en donde se ve a un hombre colocando el paquete en la puerta de la casa de Vila. Si ese hombre resultara no ser “Verdura” (que habría declarado cualquier verdura para iniciar una causa contra el gobierno de Cambiemos), la causa no tendría futuro.
Marijuan ya le pidió a Villena que se aparte del caso por no ser el juez natural del proceso, pero mientras se esperaban los tiempos de las apelaciones por esa competencia el juez lomense se apresuró y mando a detener a 22 personas, todas ellas ex funcionarios del gobierno de Macri.
El objetivo final del ministerio de la venganza es el mismísimo ex presidente o al menos un círculo muy íntimo que podría comenzar por Daniel Angelici.
La movida ha producido efectos en la coalición de oposición. Por un lado se conoció un documento formal firmado por las más altas figuras de Juntos por el Cambio en donde exponen su queja por el flagrante atropello a las instituciones, al debido proceso, a la defensa en juicio y al principio del sometimiento al juez natural de la causa.
Pero por otro, algunos miembros de esa mesa dejaron en claro su disconformidad con lo que para ellos es una postura muy blanda de la coalición frente a los arrebatos antidemocráticos del gobierno de los Fernández.
Y no es posible soslayar, en efecto, el hecho de que Juntos por el Cambio, o al menos una parte importante de él, ha dejado avanzar al gobierno con atropellos inadmisibles en el manejo de las instituciones.
La votación del otro día en el Senado donde la vicepresidente cerró los micrófonos de la oposición y dio por constituida una comisión investigadora de Vicentin sin que se reunieran para ello los votos mínimos necesarios de acuerdo al reglamento del Senado, fue una enormidad que despertó algún oleaje en el momento pero de la que hoy ya nadie se acuerda ni habla.
La arremetida cristinista para quedarse con cuanto puesto ande suelto (en especial aquellos en donde se maneja dinero o causas judiciales) también es muy ostensible y frente a ella el accionar público de la oposición es, por decir lo menos, muy liviano.
“Justicia Legítima” ya controla resortes sensibles de los organismos de supervisión y de administración de la Justicia, y ahora ha puesto su mira en la Corte Suprema. De nuevo la reacción pública de los opositores no ha tenido los decibles que hubieran resultado saludables.
Así, la propia voracidad de la venganza sumada al quietismo opositor, va configurando un horizonte en donde la horda cristinista avanza hacia la consecución de sus fines de revancha.
Una vez más parece ser Carrió quien está dispuesta a tomar ese guante e intentar frenar el avance fascista. Resta saber si una de las fundadoras de Cambiemos acometerá esta nueva embestida de su vida política dentro o fuera de la fuerza que alguna vez la llevó a ser parte del gobierno.