La historia se repite, de manera casi idéntica a lo ocurrido hace un año, cuando Francisco De Narváez se autodenunció en el marco del expediente judicial por la denominada “ruta de la efedrina” y embistió posteriormente contra el destituido juez Federico Faggionato Márquez por haber “armado” esa causa en su contra. Tanto en esa oportunidad como en esta, el diputado del Peronismo Federal sustentó sus argumentos en sendas investigaciones de este cronista.

En esta oportunidad, De Narváez se presentó ante el Juzgado Federal 9 de la Capital Federal y entregó un escrito en el que pidió que se investigue al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en el marco de un artículo periodístico publicado por Tribuna de periodistas el pasado 25 de mayo, donde se aseguró que el kirchnerismo cocinaba una denuncia penal contra su persona en Mar del Plata, vinculada a un caso de supuesto lavado de dinero.

“La denuncia fue efectuada por un ‘todoterreno’ del gobierno, un denunciante tan anónimo como compulsivo, llamado Fernando Villaverde, de llegada directa a la Quinta de Olivos y del riñón del cuestionado Ricardo Echegaray”, dijo este medio en ese momento.

Por ello, De Narváez aseguró en el mismo escrito que el titular de la AFIP debe ser investigado por "abuso de autoridad, violación de secretos, tráfico de influencias y falsa denuncia", y recordó la “campaña oficial” para desprestigiarlo antes de las elecciones del año pasado.

“Echegaray debe considerarse el principal responsable” de la maniobra, “pues sólo él ocupa la posición que permitió centralizar y utilizar esa información en mi contra, y valerse de una red de personeros y parte del aparato estatal con igual propósito”, prosigue la presentación (Ver documento completo al pie).

Junto a él, asegura el escrito de marras, debe ser investigado "Fernando Villaverde, quien fuera Subdirector de Planificación de la DGI" y, según De Narváez, cercano colaborador de Echegaray.

Para llevar adelante la falsa denuncia, el kirchnerismo se valió de falsos testigos y abogados que actuaron en complicidad. “Con la participación y connivencia de funcionarios de la AFIP, habría proporcionado ilegalmente a Jorge Elías Gómez y a su abogado Fernando Coppari información que en su momento suministré a la AFIP en mis declaraciones juradas, como así también la que obra en expedientes administrativos de ese organismo, violando el secreto fiscal que protege esos datos", juró De Narváez, al tiempo que mencionó a este periodista al referir que "es de utilidad citar el contenido del artículo Ese amigo del alma del periodista Cristian Sanz, quien en referencia a Villaverde refiere que 'merece un párrafo especial, ya que fue quien, violando el secreto fiscal que le compete como funcionario, posibilitó la denuncia que en Mar del Plata se hizo oportunamente contra Francisco de Narváez … dio todos los datos para la denuncia a un periodista desocupado llamado Jorge Gómez y se contó con el patrocinio de Fernando Coppari …'. Debo remarcar una circunstancia que aparece en el mismo artículo: 'la frutilla del postre la aporta el Dr. César Raúl Sivo, operador jurídico en Mar del Plata del equipo'”.

La cita no es casual: hace unos días, este cronista estuvo reunido en una confitería de Buenos Aires con uno de los hombres de confianza del diputado y aportó relevante información a efectos de colaborar desinteresadamente para esclarecer esta trama.

Uno de los elementos brindados es la copia del correo electrónico que el fiscal marplatense Claudio Kishimoto envió a quien escribe estas líneas, el lunes 8 de junio de 2009, para que declarase en el mismo expediente. "Sr. Christian Sanz: me dirijo a usted en mi carácter de fiscal Federal (...) a fin de solicitarle se sirva a concurrir a esta dependencia a fin de que declare testimonialmente en primera audiencia en el marco de la causa 742", reza el mail de marras.

El mismo mensaje les llegó a dos conocidos periodistas, quienes fueron posteriormente tentados con dinero para declarar falsamente contra De Narváez. Ambos lo confirmaron a este medio en estricto “off the record”.

Es grave que esto ocurra, pero más grave aún es que detrás se esconda la figura del ex presidente Néstor Kirchner. El dato fue confirmado por dos fuentes oficiales de primera línea, una de las cuales revista actualmente en la AFIP y estuvo en dos de las reuniones que se hicieron en el año 2009 para “armar” sendas causas judiciales contra De Narváez. “El cerebro es Néstor y el operador es Echegaray, igual que en la denuncia por el tema efedrina del año pasado”, aseguró el informante.

Luego, anticipó puntuales denuncias mediáticas y judiciales contra diversos referentes de la oposición a partir de julio de este año, siempre de cara a las elecciones de 2011. Elisa Carrió, Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Julio Cobos, son sólo algunos de los nombres que verán su imagen cuestionada, tanto en las portadas de oportunos expedientes judiciales como de medios de comunicación oficialistas.

En tal sentido, la agrupación “La Cámpora”, liderada por el vástago presidencial Máximo Kirchner, contrató los servicios de una agencia internacional de publicidad llamada La Eñe, ubicada en España.

Según ha referido la colega Nidia Osimani en este mismo periódico, se trata de un ente “especializado en marketing político, y que trabaja en red de contactos en toda América y Europa haciendo sondeos y encuestas cuya manipulación de campañas influye sustancialmente en los resultados comiciales”.

¿Hasta dónde llegará la escalada para mantener la cuota de poder que ostenta el matrimonio gobernante en la actualidad? ¿Es todo lícito para alcanzar la meta, aún a costa de destrozar el honor de sus contrincantes?

 Paradojas de un progresismo que implosiona, cada vez más, sobre su propia estructura.