Los últimos dichos del canciller Héctor Timerman, respecto a que la definición de “embajada paralela” es sólo un invento de los medios, parecen más un gesto de deseo que una realidad. Es que, a medida que pasan los días, se van conociendo más indicios —y evidencia concreta— que demuestran todo lo contrario.
Por caso, hay media docena de cables emitidos este mismo año que dan muestra de la latente preocupación por parte de la embajada argentina en Venezuela, en relación a las gestiones “paralelas” de ciertos funcionarios del kirchnerismo. Entre ellos se destaca la figura de María José Olazagasti, secretario privado del ministro de Planificación, Julio De Vido.
Olazagasti, nombre que mencionan ciertos empresarios argentinos a la hora de hablar de “facilitación” de negocios, es un simple empleado de planta transitoria del Ministerio de Economía —que no está designado en ningún cargo— pero que tiene pasaporte oficial emitido por Cancillería, como “asistente” de De Vido.
Con ese documento, el funcionario hizo 42 viajes al exterior a partir de agosto de 2007, justo cuando Claudio Uberti perdió su cargo a causa del ingreso de las valijas de dinero de Guido Antonini Wilson.
De esos periplos, dos datos aún no han sido debidamente aclarados oficialmente: primero, por qué Olazagasti suele utilizar aviones privados para sus misiones y opera sin informar a
De Rusia con amor
A pesar de las desmentidas oficiales, no es nada complicado demostrar la existencia de una embajada paralela en Venezuela. Sólo basta leer los cables que tres importantes diplomáticos han enviado desde las tierras de Hugo Chávez a
Allí, queda claro que los principales convenios firmados entre Caracas y Buenos Aires a partir del año 2005, se han refrendado sin participación alguna de los funcionarios de rigor. Ese sólo hecho, que configuraría un escándalo de proporciones en cualquier país que se precie de ostentar cierta seriedad, en
A ello deben agregarse los polémicos negocios que se llevaron adelante con Hugo Chávez, los cuales incluyeron préstamos a
Sin embargo, lo más escandaloso aún no se ha hecho público. Tiene que ver con la construcción de plantas termonucleares con tecnología rusa, un negocio multimillonario que involucra a funcionarios argentinos y directivos de la firma venezolana PDVSA.
A esos efectos, pocos saben que el pasado 15 de abril se reunieron en sede del ministerio de Planificación Federal, el titular de esa cartera, Julio de Vido, y el presidente de la corporación estatal rusa de energía atómica Rosatom, Serguey Kirienko. Oficialmente, se dijo que el encuentro se dio para “activar un esquema de trabajo conjunto en el marco del Acuerdo de Cooperación que en este rubro firmaron en la víspera los presidentes de Argentina y Rusia”. El secretismo oficial respecto a lo que allí se habló, muestra otra cosa.
Pero no será ese el único escándalo a futuro: la consultora que se encargará de manejar toda la operatoria es la firma Fonres, una sociedad anónima de responsabilidad social empresarial que puede actuar como fondo "fiduciario financiero" y ostenta tres socias de gran relevancia política: Alessandra Miniccelli, esposa de De Vido y —no casualmente— asesora ad honórem del Ministerio de Planificación; Marta Cascales, novia del secretario Guillermo Moreno, y Susana Bello Knoll, abogada cercana al kirchnerismo.
Es dable recordar que fue Cascales quien manejó en su momento el cuestionado fideicomiso con Bandes y un fondo fiduciario con PDVSA. Con estos antecedentes, los augurios no son los mejores.
Las sospechas no sólo son de la prensa argentina. Nelson Bocaranda, periodista venezolano, aportó sus propias suspicacias al asegurar que hay gato encerrado en “la oferta de De Vido a Chávez y a Rafael Ramírez (ministro de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA) de montar plantas termonucleares de electricidad a través de unos empresarios para los que consiguió la representación rusa”. En tal sentido, Bocaranda asegura que al lado de este tema, “la valija de Antonini es nimia”.
En las últimas horas, este medio solicitó detalles del acuerdo firmado con la firma Rosatom, pero desde el área de Prensa del Ministerio de Planificación Federal se evitó brindar explicaciones, argumentando que, “por ahora”, el ministro De Vido no haría puntualizaciones. “Es el único que puede dar ese tipo de información”, se advirtió a este diario.
Dicen que en muchos casos, el silencio es una respuesta más elocuente que cualquier otra palabra.
A MI CRITERIO NO HUBO SILENCIO HUBO FINTAS , OMISION SIMPLE DESINFORMACION UN SALARIO ALCAHUETE PORQUE SE PRIORIZA INTERESES PERSONALES DEL MINISTRO, A INTERESES REGIONALES DE FEDERACION DE POTREROS QUE SE CONTRUYO EN EL PERONISMO . ES HORA DE PREGUNTAR A LOS RUNFLAS , CUANDO EL 20 DE JUNIO EN EL 4º GRADO DE SU ESCUELA JURO FIDELIDAD A LA BANDERA O A DE VIDO ?
Estimad@s foristas: ¿Así que para que JDV se gane unos mangos vamos a meternos a fabricar esa porquería de reactores? Espero que esto quede como el tren bala o la estación astronáutica de Córdoba que anunció Carlitos, porque si hay una tecnología que nadie usa es justamente esa. Como ya dije antes, estamos en condiciones de fabricar uno o varios reactores con diseño propio, muy superior a esa tecnología de la época del jopo. Pero claro, no va a haber financiación externa para un proyecto de estas características. ¿Quien le va a prestar guita a un país como la Argentina, que no paga sus deudas, ni respeta a sus ciudadanos? Nadie. Un abrazo, saludos a los señores periodistas y a mis amig@s foristas. Jorge A. Rodriguez jorge@trashmail.net
J.A,Rodriguez, justamente por eso no prosperó el negocito del tren bala, por que no habría financiación externa. Saludos.
Más allá de lo planteado en esta nota - que suma a los desastres que comprobamos a diario con este gobierno - lo que habría que investigar son las centrales eléctricas de Timbúes y Campana. Fueron hechas para funcionar con gas, que no hay producción suficiente, y su reemplazo con fuel oil. Ya sabemos que el fuel oil forma parte de los negocios sucios con Chavez, además de ser contaminante. El esquema de partida de estas plantas fue erroneo y la negligencia que encierran es descomunal. A eso súmenle que los mayores costos autorizados hacen que Skanska sea un juego de bebés al lado de estas obras. Pónganle la lupa, que no le erran ....