Si algo caracteriza a “todos los hombres de la presidenta”, es la facilidad con que salen a decir cualquier disparate en el momento menos oportuno. Eso por supuesto es consecuente con la seriedad del poder político de turno.
En este sentido, el ministro de economía, por ahora Amado Boudou, resultó uno de los mas claros exponentes, declarando recientemente que la inflación “no es un tema”. Y tiene razón, la inflación no es un tema. No es un tema para quienes hacen grandes diferencias con el tipo de cambio o su nivel económico les permita adquirir bienes que los cubran a futuro de la pérdida de poder adquisitivo de la moneda.
No es un tema para los jubilados y asalariados que no pueden perder tiempo discutiendo el tema porque tienen que ver de qué modo sobreviven hasta fin de mes todos los meses.
Y tampoco resulta “un tema” para un gobierno que falsifica los índices oficiales tomando por asalto uno de los organismos mas prestigiosos a nivel local y le miente a la población en la cara todos los meses con datos que causan risa.
“El tema” es que ahora, fallecido el verdadero ministro de economía de la nación, y los que no lo consideran “un tema”, probablemente no tengan muy claro qué hacer con el tema.
Una alternativa es la que hace el oficialismo todo el tiempo, es decir, salir a decir un disparate tras otro en la inteligencia de que todos somos idiotas, sin excepción.
Otra es tomar el toro por las astas y comenzar a hacer las cosas bien. Eso sí, para eso hay que tener alguna somera idea de algo, es decir, conocer algo del tema.
El escenario haría suponer que aquí no ha habido una sola baja, sino varios muertos, pero los de ahora fueron “tirados” por el primero a los “vivos” que manejan los destinos del país. ¿Cómo siguen ahora luego de que el verdadero ministro de economía no está?. Quizás sea difícil responder a esa pregunta. ¡Ese sí es un tema!
En fin, la afirmación del Lic. Boudou induce a suponer que, o bien no quiere o le prohibieron hablar del tema, o desconoce como resolver el tema. En un caso u otro, el ministro tiene razón. El acelerado crecimiento de la inflación en nuestro país ya dejó de ser un tema y empezó a ser un flagelo, cuestión que para las aspiraciones presidenciales a futuro de la Sra, Fernández sí constituye todo un tema.