Julio De Vido se mostró exultante. Fue durante el acto de asunción del nuevo secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos. "No se puede imputar un accidente a un funcionario de turno por décadas de abandono", lanzó el ministro de Planificación a la hora de referirse al saliente Juan Pablo Schiavi, olvidando por completo que dentro de poco más de un año el kirchnerismo cumplirá una década en el poder. ¿Qué se hizo en ese tiempo para cambiar esta realidad?
A pesar del lamentable estado del sector ferroviario, De Vido hizo una enfática defensa de la política de subsidios al transporte y específicamente a ese sector, al remarcar que "se invirtieron 15.000 millones de pesos en vías renovadas, coches nuevos y subsidios". Muchos se preguntaron a esa altura adónde fueron a parar esos millonarios fondos, ya que es imposible percibirlos en obras de infraestructura alguna, ya sea en coches o en vías.
No obstante esto último, el otrora poderoso ministro defendió en su discurso "los logros claros" que alcanzaron las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner desde 2003 en materia de transporte. ¿Tendrá algo que ver esa defensa con los millonarios "retornos" a los subsidios al transporte que él mismo supo supervisar? De otra manera no se entiende que alguien pueda defender el colapso que vive ese sector en estos días.
Como sea, hubo una frase pronunciada por De Vido que tiene una significancia particular. Fue cuando indicó que Ramos "tiene el desafío de tomar la posta y estamos seguros de lo que hará porque sabemos de su capacidad de trabajo y que es un hombre del proyecto. Y todos trabajamos bajo la conducción de nuestra Presidenta".
Si se analiza con detenimiento lo dicho por el titular de la cartera de Planificación Federal, se verá que hay tres mensajes implícitas que le bajan línea directa al nuevo funcionario:
1-De Vido habla del desafío que tendrá Ramos de "tomar la posta". Esto significa que lo que se espera de él es que oficie como una suerte de continuidad de lo que se viene haciendo hasta ahora en el tema transporte. Nada de cambios.
2-Lo menciona como "un hombre del proyecto". Esto representa un mensaje claro para el incipiente funcionario, a efectos de alinearlo con el modelo K.
3-Finalmente, invoca —le recuerda a Ramos en realidad— que "todos trabajamos bajo la conducción de nuestra Presidenta". Es la manera más directa de decirle que su "independencia" dependerá de los caprichos de Cristina Kirchner.
Frente a tan crudo y directo mensaje, ¿cómo esperar que Ramos pueda cambiar algo de lo que hoy está mal?
Como se dijo en un análisis anterior publicado en Tribuna de Periodistas, hasta que no cese el descontrol de los millonarios subsidios al transporte —y sus consecuentes retornos— nada podrá esperarse. En realidad, debe cambiarse la matriz de acción, no a un mero funcionario que ni siquiera tiene libertad de acción.
Sin embargo, De Vido fue claro a ese respecto al final de su diatriba: allí aseguró, sin ponerse colorado, que "no bajará su política de subsidios".
Frente a semejante confesión, ¿qué más puede agregarse?