Este viernes se juega en Mendoza un partido que sabrá atraer la atención de propios y ajenos, el clásico Argentina-Uruguay, evento para el cual fanáticos de diversos lugares de la Argentina y otros países han adquirido tickets.
Hace días, 34 mil entradas fueron puestas a la venta y se agotaron al poco tiempo, aparentemente por la atracción que ofrecen los numerosos futbolistas de elite que habrá en el campo.
Sin embargo, parece que no todos los lugares están ocupados: el subsecretario de Comunicación Pública provincial, Pablo Bicego, ha salido en las últimas horas a ofrecer “acreditaciones” a varios periodistas alineados el gobierno provincial. También lo hizo para con amigos y allegados políticos.
El dato fue confirmado a TDP por colegas del multimedios UNO de Mendoza, muchos de los cuales rechazaron el convite. “Esto va a saltar seguro y es un escándalo seguro, no quiero quedar pegado”, aseveró uno de ellos a quien escribe estas líneas.
Es difícil creer que el gobernador mendocino, Francisco Paco Pérez, esté ajeno a esta irregular situación. Por caso, su gestión ostenta fisuras difíciles de disimular y pareciera que el ofrecimiento intenta en realidad cubrir las grietas de sus propios desaciertos oficiales.
Si así no fuera, ya mismo debería pedir explicaciones a Bicego y él mismo exponer lo ocurrido públicamente. ¿Qué dirá sino cuando llegue la hora del partido y se vea que hay lugares vacíos luego de que se dijera que no había más entradas para el público?
Por ahora, la única respuesta oficial es la de siempre: el silencio más elocuente. ¿El que calla otorga?
Christian Sanz
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