“Dos muertos, centenares de heridos y de detenidos, cerca de 70 grandes supermercados y más de 300 pequeños comercios saqueados, destrozados, rotos, vacíos fue el saldo del primer día de furia protagonizado por miles de personas que, sin poder resistir más la profunda crisis económica, salieron a la calle a robar”. La crónica parece una descripción de lo que se vive en estas horas, pero no. Es lo que ocurría en diciembre de 2001, de acuerdo a la crónica de diario La Nación.
En esa misma nota, se cuenta una realidad que bien podría ser representativa de lo que sucede ahora mismo: “Los partidos más populosos del conurbano bonaerense sufrieron, en mayor o en menor medida, la ira de los saqueadores, en general mujeres con niños en brazos, jóvenes de entre 10 a 15 años y hombres mayores de 50 que se llevaron todo, desde leche hasta una cinta para correr”.
No solo la coincidencia se da en el hecho de los saqueos en sí: otra crónica de esos días —puntualmente del 19 de diciembre— advierte sobre disturbios en Rosario, cual similares a los ocurridos ayer mismo: “La policía dispersó este mediodía con balas de goma a más de 200 personas que reclamaban comida frente a un supermercado de la zona sur de Rosario”.
Hasta el papel protagónico de Moyano parece calcado al que le tocó vivir hace 11 años. Según nota de La Nación: “El líder de la CGT disidente, Hugo Moyano, responsabilizó hoy directamente al gobierno por los saqueos y hechos de violencia que se producían en distintos puntos del país y aseguró que el ministro del Interior, Ramón Mestre, ‘no sabe dónde está parado y vive en otro planeta’”.
¿Qué tan diferente son esas palabras con las que pronunció hace instantes el líder cegetista, cuando acusó al kirchnerismo de no tener “respuestas para nada” e intentar “victimizarse"?
Puede ser solo una coincidencia, puede ser una remake de esos días, quién sabe. Mientras esto se termina de develar, lo mejor es no volverse loco y tomarse todo con calma… o al menos intentarlo.