No son amigos, siquiera tienen afinidad entre sí. Los une el espanto, jamás el amor partidario. Quienes los frecuentan aseguran que en realidad se detestan. Desconfían uno del otro, históricamente.
En un lado del ring se encuentra Julio Cobos; en el otro Ernesto Sanz. Ambos se otean, se huelen, cual si fueran dos perros de presa. Su pelea es silenciosa, interminable, inexplicable.
Una de las batallas de esta guerra se dio a mediados de noviembre pasado, luego de que Cobos perdiera la presidencia del bloque radical frente al cordobés Mario Negri.
“Nos sentimos desilusionados y derrotados desde el radicalismo de Mendoza, porque no nos ha dado participación, llegamos a Buenos Aires y nos encontramos con que toda la distribución del poder principal estaba ya cerrada, sin poder tener la oportunidad de rediscutir nada”, dijo entonces el ex gobernador a este cronista.
Horas antes, todo parecía cocinado: Cobos iba a ser el seguro presidente del bloque radical de Diputados y Sanz el titular del Comité Nacional del mismo partido. Una paz forzada, pero paz al fin. Cada uno a ocuparse de lo suyo. Pero algo falló y el cordobés Mario Negri “primereó” al hoy diputado electo por Mendoza.
A partir de entonces —antes incluso— Cobos se sintió traicionado por su coprovinciano. Así al menos lo revelaron a este portal referentes cobistas.
Por caso, Laura Montero acusó al tándem Sanz-Morales de haberle tendido "una trampa": "Le dijeron agarrá la presidencia (del bloque) en pos del equilibrio interno, cuando ya tenían sus jugadores accionando para imponer su número en favor de Negri”.
La siguiente batalla se dio en las últimas horas, y también la ganó Sanz, al lograr asumir como presidente del comité nacional de la UCR.
Ello prendió todas las luces de alerta en Cobos, quien se apresuró a pedir que no haya parcialidad en la gestión que recién da comienzo: "El equilibrio lo logramos, pero queda pendiente la imparcialidad, hacia adentro y afuera”, aseguró.
“No es una opinión mía sino de muchos que pensamos esto. No se trata solo de equilibrio e imparcialidad hacia dentro del radicalismo sino también hacia otros sectores que puedan conformar un grupo más amplio”, dijo Cobos a quien escribe estas líneas.
-¿Por qué desconfía de Sanz?
-Yo no desconfío de Sanz.
-¿Tolera la idea de que pueda volver a presentarse como candidato a presidente para 2015?
-Ya se lanzó en su momento… Tiene todo el derecho a presentarse, no sé si ahora lo ha pensado. Eso sí, si es candidato, tendrá que dar un paso al costado al frente de la UCR.
-Sin embargo, usted fue el gran vencedor de la elección de octubre, ¿no se siente el candidato natural del radicalismo?
-Solo fue una elección y en Mendoza, habrá que ver si hay otros que puedan participar también. Son elecciones intermedias. Lo que uno busca es poner un partido a disposición de todos. Sí hay que tener en cuenta que hay que acordar con otras fuerzas políticas.
-Si se presenta Sanz, ¿no habrá una fragmentación de las preferencias de los votantes?
-Eso lo sabemos, pero si hay varios candidatos es mejor que se les permita participar y no que se busque un atajo como se hizo en su momento.
-¿Qué opina sobre lo que dijo en su momento Elisa Carrió, respecto de que Sanz es quien “arregla” con el kirchnerismo junto a Gil Lavedra?
-Yo no quiero entrar en eso, tenemos tantos problemas afuera, en la sociedad. Tenemos que mirar para adelante.
La prudencia también parece haberse trasladado a Sanz: “Cobos asegura que, luego de su asunción al frente de la UCR nacional queda pendiente trabajar sobre la imparcialidad, hacia adentro y fuera del partido, ¿Qué opina al respecto?”, preguntó este periodista.
Sanz fue breve antes de cortar, amablemente, la comunicación: “No voy a polemizar”.
Como se dijo, la paz entre uno y otro es forzada. Por ahora, no hay acusaciones entre ambos, pero tampoco hay elogios ni palabras de valoración positiva. “Cada uno hace su vida, hasta que aparezcan las ambiciones de poder, de uno u otro lado. Ahí van a decirse lo que piensan realmente”, dijo a este portal un referente de la UCR local.
Por ahora, la pelea es meramente táctica. El ámbito será el Congreso de la Nación y los soldados se aprestan a ponerse al frente de ambas líneas de fuego.
Por un lado, está el pelotón de Cobos, con la senadora Laura Montero a la cabeza. De ese mismo grupo son los legisladores electos Patricia Giménez (diputada nacional) y Raúl Ferrer (senador provincial) más una serie de puntuales concejales departamentales.
Ferrer es un referente histórico de Las Heras —integrante del denominado “Ateneo Norte”— y le garantiza a Cobos un interlocutor de confianza en la Legislatura local. Por caso, Ferrer cuenta en sus filas con el aval de uno de cada tres radicales lasherinos.
A su vez, Giménez fue directora de estadísticas de Mendoza bajo las órdenes de la mismísima Montero en la gobernación de Cobos. Todo un equipo para enfrentar lo que vendrá.
Para reforzar su posición en lo local, Cobos cuenta con el respaldo de los intendentes de Godoy Cruz y Rivadavia: Alfredo Cornejo y Ricardo Mansur, y Mario Abed, en Junín.
Por su parte, Sanz trabajará acompañado por verdaderos “pesos pesados”: el senador Gerardo Morales, su par Juan Carlos Marino, y los diputados diputado Mario Negri y José Cano.
También estará respaldado por Agustín Portella, quien responde al gobernador radical Ricardo Colombi; y por Carla Abugauch, de excelente diálogo con el intendente cordobés Ramón Mestre. No es un dato menor, toda vez que este último lidera la mesa de jefes comunales radicales.
En las sombras, Sanz tiene tres aliados tan relevantes como cuestionados: Enrique "Coti" Nosiglia, Federico Storani y Jesús Rodríguez.
¿Cómo seguirá la disputa de acá a 2015? ¿Quién logrará posicionarse mejor? Por ahora, son preguntas que no tienen respuesta. Por lo pronto, hay que prestar atención a los dichos de Cobos en las últimas horas.
Allí dio cuenta, de manera implícita, cómo será su estrategia para posicionarse: “Buscaremos el acuerdo con otros sectores para construir una alternativa no testimonial, fortalecer la agenda legislativa y trabajar en una plataforma política”.
Nada nuevo bajo el sol, apenas la fórmula de siempre de Cobos. La que nunca parece fallar.
Christian Sanz
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