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FASHION TIME, POLIMENI Y UNA ESTAFA QUE NO CESA
FASHION TIME, POLIMENI Y UNA ESTAFA QUE NO CESA

    Hace varios meses venimos siguiendo desde este periódico las reiteradas estafas producidas por un personaje llamado Gustavo Polimeni a través de una supuesta agencia de publicidad denominada Fashion Time (info@fashion-time.com).

 

    Gracias al trabajo serio que venimos realizando, hemos logrado evitar que docenas de personas incautas cayeran en la trampa de esta gente, lo cual puede demostrarse a través de la enorme cantidad de cartas que llegan a este periódico semana tras semana. Nobleza obliga, algunas de las misivas son de gente que ha caído en la trampa y ha perdido gran cantidad de dinero a la espera de una esquiva oportunidad laboral.

    Pocos saben que, a lo largo de estos meses, los responsables de Fashion Time han intentado de toda manera posible que este periodista desistiera de continuar publicando artículos que dejaran sus trampas en evidencia (1). Frente a nuestra reiterada negativa de quitar las referidas notas de Internet, Polimeni y su troupe no han tenido mejor idea que recurrir a una serie de mentiras para salvar la poca dignidad que les queda para poder seguir adelante con sus negocios turbios.

    Entre otras falacias, Polimeni asegura que ha iniciado acciones legales contra quien escribe estas líneas, lo cual no es verdad. No sólo es una falacia, sino que fue este periodista quien dio inició a una causa judicial real por estafas reiteradas contra Polimeni el día 17 de junio de 2005. En dicho expediente se ha presentado prueba concluyente contra Fashion Time y se ha ofrecido a una decena de testigos para que den fe de lo asegurado por los artículos sobre el tema, publicados en Tribuna. La causa tramita en la fiscalía Nacional en lo Criminal Nº 26 a cargo del Dr. Patricio Lugones y lleva el número 2.525 (2).

    Frente a la embestida de los hechos, Polimeni intenta descalificarme a través de su pobre página de Internet, obviamente sin dejar de recurrir a sus habituales mentiras, las cuales han sido ya rebatidas por las evidencias mostradas en mis artículos anteriores (3) y el testimonio de varias docenas de personas estafadas por él.

    Lo insólito de su defensa —que no deja de ser graciosa— tiene que ver con la descalificación personal que hace contra mi persona, en el marco de la cual no duda en asegurar que soy un “tumor maligno en la profesión" periodística (4). Acto seguido, Polimeni asegura que su sistema de trabajo es "novedoso" e "inédito", el cual detalla de la siguiente manera:

    "Publicamos en el diario avisos con información que dejan constancia de nuestra necesidad urgente por cubrir un pedido (...) para que el lector nos conozca desde las marcas con las que nos relacionamos (toda la documentación con referencia a estas marcas se encuentra en poder de nuestro Dpto. de Salida Laboral).

    Aquellos que se acercan a nuestras oficinas se encuentran con la posibilidad de inscribirse gratuitamente en nuestra base de datos mediante una ficha que se entrega en nuestra recepción.

    Luego en la entrevista con nuestros asistentes, el postulante tiene la posibilidad de contratar un servicio de atención exclusiva. Este servicio posee un costo administrativo y consiste en el armado de una carpeta personal y técnica del postulante y su difusión, para luego informarle telefónicamente todas las convocatorias donde su perfil coincida con la necesidad del cliente".

    A simple vista, las mentiras de Polimeni son muy fáciles de refutar. Por ejemplo, cuando dice que uno puede inscribirse gratuitamente en la agencia, incurre en una falacia ya demostrada sobradamente. No hay manera de que uno pueda ingresar a la supuesta base de datos de la empresa si no paga los dinerillos requeridos para armar el "book de fotos", tal cual veremos más adelante a través del testimonio de una de las personas damnificadas por él y que fue recogido por este periodista el día 12 de julio de 2005, es decir, hace pocos días. 

    Asimismo, el supuesto llamado telefónico de "perfil coincidente" de Fashion Time —tal cual reza la explicación de Polimeni— no les llegará jamás a la mayoría de los postulantes.

    Por otro lado, cuando Polimeni asegura que las marcas con las que su empresa se relaciona pueden comprobarse fácilmente, no es verdad. La mayoría de las firmas que esta gente invoca en sus convocatorias fueron consultadas por este periodista y todas ellas negaron tener vinculo comercial con la pseudo-agencia.

    Lo mismo sucedió cuando intentamos chequear si la empresa de Polimeni estaba relacionada con Pol-Ka, Ideas del Sur y otras importantes productoras que se invocan en los avisos que cada día publica Fashion Time en diario Clarín. Todos, absolutamente todos, negaron relaciones con el oscuro empresario (5).

    De hecho, en la causa judicial referida hay copia de varias Cartas Documento en las que las productoras mencionadas han intimado oportunamente a Fashion Time a que desista de utilizar sus nombres en los engañosos avisos.


Evidencias 


    No es muy difícil contrastar las mentiras de Polimeni con el peso de la evidencia. Como decíamos anteriormente, el día 12 de julio llegó a este periódico una carta de una tal Natalia (de quien resguardaremos el apellido) que comentaba lo siguiente:

     "Hola Christian! como estas? me llamo Natalia. te escribo porque leí tu articulo de Fashion Time. Yo tambien fui estafada pero te puedo contar mi historia por si te sirve de algo.

    Yo habia viajado en noviembre del año 2003 a Bs As —soy de sur de Argentina— para estudiar y buscar trabajo. Vivía con mi prima, las dos trabajabamos y bueno... con poco nos manteníamos. 

    En junio del año 2004, llena de ilusiones y ganas de progresar, veo el aviso de Fashion time en el diario, el lugar estaba ubicado a 5 cuadras de donde estaba viviendo, así que no dude un segundo y fui enseguida.

    Entré y me dieron un turno para la entrevista. Cuando me toco a mí el chico me dijo que yo tenía mucho potencial, que podría cumplir mis sueños y ser famosa pero que la empresa se hacía cargo de muchos gastos para llevarme a la fama, que tenía que pagar 30 pesos para la inscripción.

    Yo no tenía más que 5 pesos, así que me dijo que pagara una seña, porque ese día cerraban las inscripciones. Luego tuve una entrevista con una chica en una oficinita espantosa, ella no paraba de fumar y me decía que yo tenía todo el potencial para llegar a la fama me dijo que si quería hacer un casting público con productores importantes esa oportunidad no se la daban a todos, pero que para eso tenía que pagar 90 pesos.

    No te podés imaginar como estaba mi mente, no por menospreciar pero de la ciudad de donde provengo nunca conocí las estafas. Como tantos, acepté con ingenuidad. Ese día estuve todo el día repartiendo volantes para poder pagar algo para el casting. Llamé a mi madre para que me enviara un giro de dinero, era tan grande mi sueño de ser actriz que no podía perder al oportunidad. Saqué lo último que tenía de ahorros (lo que me arruinó porque estuve un mes comiendo fideos hervidos sin nada). 

    Bueno, paso siguiente pagué el casting, nos daban unos cursos de capacitacion para aprender a desfilar y otro de teatro. Al final llegó ese gran día.

    El casting, tal como sabés, fue en un lugar chiquito con unos supuestos camarines diminutos y muy sucios. El escenario lo armaron con maderas ese día antes de que llegue la gente,  obviamente nos dieron unas entradas para vender, las cuales no servían para nada ya que mi prima entró al local y no había nadie que tomara las entradas.

    Actuamos y desfilamos, y el jurado que supuestamente iban a ser productores era la misma gente que estaba en Fashion time. Fue un día viernes y nos dijeron que el lunes nos daban las calificaciones.

    El día lunes fuimos y nos dieron un papel con las supuestas calificaciones y me ofrecieron si quería trabajar ahí con ellos, que era por comision. Pensé que iba a ser la mejor forma de recuperar mi dinero. Me tomaron a prueba y, en un momento, ví cómo le mentían a la gente de la misma forma que a mí, yo atendía el telefono y eran chicas reclamando porqué no las llamaban para participar en nada. Me cansé de toda esa basura y no me importo la plata que perdí, me fui y no volvi más a ese lugar. Un chico que trabajaba ahí me dijo 'este es un curro, que dentro de todo es legal'.

    La verdad me lastimó porque juegan con los sueños y las ilusiones de la gente. Yo actualmente volví a mi provincia pero nunca me voy a olvidar de esa mala experiencia. Ojalá toda la gente sepa de esto así no tienen a quien más estafar.

    Por último gracias por la nota, por fín hay alguien que hace algo por esto.

    Besos. Naty".

    La elocuente carta de Natalia es casi calcada al centenar de misivas que han llegado a manos de este periodista después de haber publicado los primeros artículos sobre los "negocios" de Polimeni. Destacamos esta denuncia porque tiene el valor agregado de mostrar no sólo el modus operandi de Fashion Time respecto a las promesas de trabajo que jamás se cumplen, sino que muestra cómo son reclutados y "programados" los empleados que actúan en las oficinas de la empresa para enganchar a los futuros postulantes interesados.

    En este marco, nadie puede negar la evidencia de los hechos y, menos aún, cuando se dan con tanta reiteración. Se enoja Polimeni porque no damos los nombres de las personas estafadas por él en los artículos publicados y me ataca por ello. Obviamente desconoce las normas más elementales del periodismo y el derecho. Si no, sabría que el artículo 43 de la Constitución Nacional —ley de leyes— protege las fuentes de información de los hombres de prensa.

    La ecuación es simple: no hace falta que se digan los nombres de las personas que han sido estafadas, ya que la documentación brindada por ellos —publicada y presentada ante la justicia— habla por sí sola.


Finalmente

    Si el hecho de que una persona estafe a sus semejantes es realmente miserable, lo es más aún si esto sucede con gente que demuestra necesidad de trabajo concreto. Es una verdad de perogrullo que quien busca ocupación laboral jamás debe pagar por ello.

    Por eso mismo, tomo prestadas las palabras del propio Polimeni en su falaz artículo contra mi persona: "No crean todo lo que escuchan… No crean todo lo que leen… Vivan sus propias experiencias para después sacar sus propias conclusiones". 

    Comparto totalmente las palabras del "empresario". No crean todo lo que escuchan, sobre todo si viene de tipos como Polimeni...

 

Christian Sanz

(1) Desde llamadas telefónicas intimidatorias hasta Cartas Documento muy mal redactadas.

(2) Si alguna persona damnificada quiere intervenir en la causa, puede dirigirse sin problema alguno a dicho juzgado e invocar el número de causa referido. El domicilio es Libertad 567 piso 12.

(3) Se han scaneado algunos de los documentos probatorios como contratos, recibos, etc. Ver artículo www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=1364

(4) Sería bueno que Polimeni supiera que, a diferencia de sus onerosos e inútiles servicios, la información brindada por este periodista y su periódico es totalmente gratuita y pública.

(5) Por caso, el día 11 de julio pasado pudo verse el aviso-gancho del día donde se invocaba a un casting para "Polka e Ideas", dos de las productoras que negaron los vinculos con FT. El domicilio siempre es el mismo: Av Rivadavia 2890 piso 12º, y la estafa —obviamente— también.

 

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