Desde hace al menos dos años y medio, venimos siguiendo desde este periódico las andanzas de un personaje llamado Gustavo Polimeni, quien posee una pseudoagencia de publicidad llamada Fashion Time, utilizada para engañar a incautos jóvenes que están buscando trabajo. La trampa es bien sencilla: se cobra por armar un supuesto "Book" de fotos de la persona interesada, que eventualmente servirá para conseguir el trabajo deseado. Bien... esto jamás sucede.

    Desde la primera denuncia publicada en este medio, hasta el día de hoy, hemos recibido no menos de cien testimonios de personas que aseguran haber sido estafadas por Polimeni. Siempre bajo la promesa de obtener un esquivo trabajo "a cambio de dinero".

    La enorme cantidad de denuncias en este sentido llevó a este periodista a solicitar a la Justicia que investigue este tema, lo cual está siendo llevado a cabo en la fiscalía Nacional en lo Criminal Nº 26 (1).

    Pero, mientras se instruye la causa judicial pertinente, Polimeni sigue haciendo de las suyas, esta vez en una nueva oficina ubicada en el piso 3º del mismo edificio en el que operó siempre: Av. Rivadavia 2892.

    Allí, un nutrido grupo de jóvenes -adoctrinados oportunamente por Polimeni- se dedica a saquear los bolsillos de aquellos que se acercan en búsqueda de una oportunidad laboral. Los montos que se recaudan cada día -abultadísimos según los testimonios recogidos por este periodista- son luego repartidos entre Fashion Time y sus "vendedores", quienes se llevan un porcentaje mínimo.

    Uno de los entrevistados para este artículo, ex empleado de Polimeni, exteriorizó sus quejas en ese sentido: "Me gustaría hacer valer mis derechos como los de mis compañeros: trabajamos en negro y vemos estafas diarias. Por ejemplo, les hacen pagar a los estafados una solicitud de pre-casting de $40 como así también llegan a cobrar por una carpeta $200 (2). Tengo registros copiados del día a día de la empresa y me gustaría compartirlos para realizar una eventual denuncia. Constantemente se estafa a la gente haciéndoles pagar por un supuesto trabajo que no terminan consiguiendo".

    Otro ex trabajador de Fashion Time contó en primera persona el detalle de esta metodología: "Soy Nicolás, un chico del interior que vino a estudiar a Capital Federal, agradecería conserves mi anonimato. Como dijo Natalia (N. de la R: testimonio citado en otro artículo), la ingenuidad es muy grande en nosotros, sobre todo cuando se viene de un pueblo muy chiquito como yo.

    Ví el aviso en el diario y, como todos, llamé. Me entrevistaron, me dijeron que era elegido y bueno, todos los paso que ya sabés. Después del casting, donde supuestamente estaban los productores importantes, me llamaron para trabajar. Acepté y estuve ahí un mes. Pude recuperar mi plata, pero me sentí la peor persona del mundo. Eso me hizo entender y conocer muchas cosas.

    Las mañanas de los lunes, martes y miércoles, que eran los días donde más gente iba, Polimeni daba una charla y revisaba y contolaba todas las carpetas que habían abierto los chicos el día anterior. También nos daba pequeños consejos que nos hacía anotar. Supuestamente teníamos que estudiarlos y ponerlos en práctica. Sin darnos cuenta nos estaba convirtiendo en un 'Polimeni' más. 

    De a poco fui entrando en confianza con los chicos con más antigüedad en la empresa y me fui enterando de cómo era todo. Las pocas publicidades que se hacían, las agarraban todos los que trabajaban ahí y los amigos de Polimeni. Se burlaban de todo el mundo y no les importaba nada".

    En otro tramo de la misma charla, el interlocutor coincidió con otras fuentes consultadas para este artículo al asegurar que Polimeni siempre se comportó irresponsablemente frente a los problemas: "Cuando había algún quilombo -que pasaba seguido- Polimeni desaparecía. Es más, hubo una semana que fue la de mayor quejas y nadie sabía adonde estaba. Apareció a la semana siguiente todo bronceado. Se había ido de vacaciones".

    Las contínuas -e irresponsables- "desapariciones" del dueño de Fashion Time en medio de problemas judiciales son coincidentes en todos los testimonios recogidos por este periodista. Tres de los entrevistados aseguraron que Polimeni se "fuga" incluso cuando alguna persona se presenta en las oficinas de la calle Rivadavia sólo para protestar por sentirse estafada.

    Y es que la indignación es un tema recurrente en Fashion Time. De hecho, es uno de los mayores "inconvenientes" con los cuales deben lidiar los empleados de Polimeni a diario. "Recibímos amenazas por teléfono. Un día llamó un hombre diciendo 'caraduras de mierda no tienen vergüenza, voy a ir y los voy a cagar a tiros a todos'. Esa fue una de tantas, pero fue de las que me marcó. Fue a mediados de noviembre o mediados de diciembre de 2005", aseguró uno de los entrevistados en tal sentido.

Botón de muestra

    Extensamente se ha detallado desde este periódico el modus operandi de Polimeni, basado en la denuncia de varias docenas de jóvenes que fueron estafados en su buena fe y siempre de manera similar.

    Uno de los últimos testimonios recogidos por este periodista pondrá marco a lo que se habla en este artículo. Pertenece a una joven llamada Carolina: "Estuve leyendo los artículos publicados por Christian Sanz, luego de haber ido a la agencia Fashion Time. El motivo de mi concurrencia a dicho lugar fue para poder anotar a mi ahijada y asi ver si ella podía tener alguna posibilidad o condiciones para algún casting.Cuando llegué al lugar lo notaba conocido, y sí había ido meses atrás a acompañar a una prima, a la cual le sacaron plata para la famosa carpeta, le prometieron que su foto iba a aparecer en la pagina de FT, y le hablaron también de las entradas para el desfile.

    Si yo hubiera sabido que era ese mismo lugar al que yo hoy tenía que asistir junto a mi ahijada y sus papás, por supuesto que no hubiera ido. Antes de viajar hasta el lugar (del cual vivimos un poco lejos) llamamos por teléfono a la agencia para preguntar si había que llevar alguna suma de dinero, ellos contestaron con total seguridad que era gratis y que sólo necesitaban que llevaran a la nena. Así fue, llegamos con la plata justa hasta Av.Rivadavia, entramos y tuvimos que llenar una inscripción (...) Al rato de haber estado ahí nos llaman para la entrevista, la chica que lo hizo no superaba los 20 años y le costó un poco comenzar la charla explicando en qué consistía todo. Era muy evidente que lo que decía era de memoria.

    Nombró que ellos trabajaban con las 20 productoras más importantes (3), también algo que mencionaba mucho era la cantidad de plata que podías ganar siendo un extra o trabajando de bolo, que por lo que entendí es un extra que habla.

    Esta entrevista concluyó cuando nos dijo que debíamos pagar 30 pesos para poder armar una carpeta, lo cual era muy importante para poder difundir más a la persona interesada. En ese momento hubo una discusión por el motivo que ellos habían asegurado por teléfono que no se debía pagar nada y ya desde un principio nos estaban mintiendo.Luego los padres de mi ahijada le comunicaron que ellos no tenían los treinta pesos para abonar y le pidieron si podían tener una segunda entrevista al otro día para poder conseguir el dinero, a lo que la persona que entrevistaba respondió que ella necesitaba aunque sea una seña... estas últimas palabras fueron las que nos hiceron dar cuenta y estar seguros que era todo demasiaso raro. Nos paramos e indignados y desilusionados nos fuimos de aquel lugar al cual estoy segura que jamás quiero volver.

    Me gustaría que todo esto no quede en la nada, sinceramente no estoy al tanto de lo que está pasando hoy en día con la investigación , pero lo único que podría decirles es que luchen hasta al final, que yo como tantas otras personas los vamos a apoyar. Mucha suerte y saludos".

    La mayoría de los testimonios recogidos coinciden en un 100% con lo dicho por Carolina, lo cual revela una modalidad de "trabajo" muy bien aceitada por Polimeni y que debería alertar a los "futuros estafados" por parte de Fashion Time u otras agencias "truchas" (4).

Acoso textual

    Las andanzas de Gustavo Polimeni no se limitan sólo al campo de la defraudación, sino también al acoso más burdo y vulgar de sus empleadas. Muchas de ellas han dado fe de haber sufrido la "persecusión" constante del dueño de FT.
    "Era sabido que Polimeni engañaba a su mujer con la Profesora de pasarela llamada Valeria Vasalo. Y eso no era todo, porque hablando con una de mis compañeras de trabajo, que nos juntábamos seguido, me confesó que Polimeni siempre tenía intenciones con ella, le mandaba mails, y hasta un día la agarró de la mano y le preguntó: '¿Cómo te ves como la madre de mis hijos?'. Más de una vez mi amiga se iba llorando", confesó a este periodista una de las fuentes consultadas en total consonancia con los demás testimonios recogidos.

    Otro de los entrevistados fue aún más allá al escribir frente a este periodista la palabra "cocaína" en una servilleta de papel, en medio de una charla en un bar de la zona de Once. "Polimeni está asistiendo a un centro de rehabilitación de las adicciones. Yo creo que ese es uno de los motivos por el que se vuelve  tan inescrupuloso y desinhibido. Cuando está 'sacado' por la falopa es cuando más acosa a las chicas", aseguró el interlocutor.

    "¿Cómo es que con todo lo que contás Polimeni se mueva a sus anchas como si nada?", preguntó este periodista frente a semejante comentario.

    "El chabón goza de absoluta impunidad. Varias veces nos amenazó para que no le discutiéramos nada asegurando que tenía contactos en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Siempre nombraba a María Florencia Polimeni (5) como la persona que le daba cobertura. Dice que son familiares", finalizó el informante.

    Según pudo saber posteriormente este periodista, los contactos de Polimeni superan la mera protección de la legislatura porteña. Por lo menos así lo ha hecho saber este último a quienes osaron oportunamente discutir con él.

    De esta manera, el dueño de Fashion Time logra que muchas de las personas que cayeron en sus trampas no accionen contra él por temor a posteriores represalias. Muchas de esas personas, por caso, se negaron a declarar en la causa judicial que se instruye contra Polimeni temiendo que luego les suceda algo malo. "Polimeni tiene todos mis datos, no te olvides que yo me anoté en la agencia en su momento y tuve que dar mi dirección, teléfono y otras cosas. Perdonáme pero no puedo presentarme en la justicia", dijo con gran temor a quien escribe estas líneas una importante fuente consultada hace una semana.

    Mientras tanto, nuevas personas son y serán estafadas por Polimeni y su trouppe. Nada los detiene ni lo hará. El negocio es rentable y los escrúpulos no son impedimento alguno para hacerse de unos buenos pesos para el fin de semana.

    Sabe Polimeni que los incautos de siempre están allí, esperando el anzuelo pertinente para morderlo con voracidad.

Christian Sanz

(1) El juzgado está ubicado en Libertad 567 piso 12 y su titular es el Dr. Patricio Lugones. La causa judicial contra FT lleva el número 2.525 y en dicho expediente este periodista ha presentado prueba concluyente contra Polimeni sumado al testimonio de varios damnificados.

(2) "Carpeta" se le llama internamente a los legajos que se abren cada día con los datos de cada persona que cae en la trampa. Esas personas jamás serán llamadas a trabajar por ninguna "productora" ni recuperarán su dinero.

(3) Este periodista demostró en su primer artículo sobre FT que los vínculos de Polimeni con "grandes productoras" son ficticios. Asimismo, en la causa judicial que se lleva contra él constan media docena de Cartas Documento que dichas productoras le enviaron oportunamente para que este no usufructuara sus nombres.

(4) Por caso, hay varias "empresas" que funcionan con esta misma modalidad. Tres de ellas son:
    -Av. Corrientes 2547 3º "A" de esta Capital Federal (4952-5875).
    -Av. Corrientes 2589 3º "9" de esta Capital Federal (Tauro Producciones)
    -Av. Corrientes 2621 10º "104" de esta Capital Federal.

(5) Ex "alfonsinista", María Florencia Polimeni ingresó a la legislatura gracias al partido de Mauricio Macri, Compromiso para el Cambio para luego formar su propia línea partidaria (Guardapolvos Blancos). Obviamente sin renunciar a su cargo.