Axel Kicillof no necesita presentación: supo ser ministro de Economía de la Nación desde el 20 de noviembre de 2013 hasta el 10 de diciembre de 2015 y, en la actualidad, se desempeña como diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires.
Durante su paso por el poder, al tiempo que agitaba sus ideas marxistas, Kicillof aumentó sus bienes casi un 165%.
De hecho, llegó a su primer millón de pesos durante su gestión, pasando de $670.000 en 2011 a $1.830.000, según su propia declaración jurada.
En ese contexto, en 2015 Kicillof comenzó a ser investigado por supuesto enriquecimiento ilícito por parte del fiscal federal Jorge Taiano. Aparecen en la indagación propiedades en Uruguay e inmuebles en Buenos Aires.
Sin embargo, lo grueso no es lo que ha declarado Kicillof, sino lo que ha omitido declarar, dinero que maneja con envidiable discreción.
Para entenderlo hay que enfocarse en un hombre llamado Diego Marynberg, conocido en el mercado como el “buitre” populista de Kicillof.
Se trata de un multimillonario que se especializó en hacer millones trabajando para gobiernos con dificultades para acceder al mercado como ocurre con Venezuela y sucedió con la Argentina K.
No es casual el hecho de que Kicillof enfrente una denuncia en la justicia penal por supuestas maniobras con bonos argentinos realizadas, tanto con Marynberg como con el banquero Jorge Pepa, representante de la entidad suiza UBS.
A ese respecto, cabe preguntarse, ¿quién es el verdadero dueño del millonario inmueble ubicado en el piso 17 del 110 de Central Park South, Marynberg o Kicillof?
La duda no es menor, ya que el otrora ministro de Economía del kirchnerismo tiene un ostentoso nivel de vida en Estados Unidos que suele mantener en secreto cuando se encuentra en Argentina.
Lejos de su discurso de izquierda, Kicillof suele viajar al gran país del norte en primera clase —la última vez fue hace menos de un mes—, se mueve con guardaespaldas y, allí mismo, se dedica a un caro deporte, el polo.
Por caso, pocos saben que se compró un par de caballos por la friolera de tres millones de dólares.
El dato fue confirmado por fuentes del entorno del propio Kicillof y un exfuncionario que supo trabajar con él en el Ministerio de Economía. Curiosamente, la sigla de su nombre es JP.
Este último dejó al pasar un dato curioso, quizá inquietanta: “Averiguá, porque parece que Axel se quedó con la empresa Almundo.com”. El dato fue desmentido por las fuentes consultadas, aunque... ¿quién sabe?