Primero, lo obvio: Gustavo Arribas es el jefe de los espías argentinos. Es un cargo de enorme relevancia, al que llegó solo por el hecho de ser amigo personal de Mauricio Macri.
Acosado por los escándalos desde hace más de una década, su nombre apareció asociado en los últimos tiempos al caso de corrupción conocido como Lava Jato.
Allí fue acusado de haber cobrado parte de las coimas millonarias que circularon en el contexto de ese circuito de financiamiento ilegal de la política brasileña.
Arribas negó una y otra vez los señalamientos, pero finalmente se demostró que parte de esos fondos se canalizaron a través de una cuenta del banco Credit Suisse a su nombre.
Mucho antes, en 2005, quedó en medio de todas las sospechas en el marco del pase de Carlos Tévez al Corinthians de Brasil.
Fue después de que la Unidad de Información Financiera (UIF) encontrara elementos para sospechar que hubo evasión y/o lavado de dinero en esa operación.
En esos días se comprobó que una sospechosa firma con sede en un paraíso fiscal había depositado el dinero del pase del jugador en un banco de Nueva York.
A su vez, la comisión del mismo la cobraron argentinos a través de otra empresa con sede en Gibraltar comandada por Arribas.
Todo lo antedicho para mencionar la novedad que se conoció en las últimas horas: a pesar de la orden de Macri, el titular de la AFI viajó a ver el Mundial a Rusia.
El presidente pidió a sus funcionarios que no lo hicieran, a efectos de mostrar gestos de austeridad en medio de un panorama económico desfavorable. Una medida que no aportará demasiado para bajar el déficit, pero que aparece como un buen gesto de la política.
Ahora, frente a lo ocurrido, ¿eyectará Macri de su cargo a Arribas? ¿O considerará que se trata de una cuestión menor?
Un nuevo papelón, otro más por parte del jefe del espionaje vernáculo, quien dicho sea de paso, no logró siquiera pasar desapercibido en Rusia.
Como dice una vieja frase del saber popular, "no sirve ni para espiar".
El Indio en Rusia??? No Gustavo Arribas.... pic.twitter.com/kkxbOlBlPY
— Carlos E Carbajal (@cecarbajal) 16 de junio de 2018