Susana Trimarco es una persona oscura, taimada, ventajera. Lo vengo sosteniendo desde hace casi 10 años, cuando empecé a investigar la trama de la desaparición de su hija, María de los Ángeles Verón.
Empecé creyendo en su lucha y sus palabras, pero pronto descubrí que todo era una descomunal mentira, brillantemente pergeñada, y que la mujer aprovechaba su “desgracia” para acopiar una interesante fortuna personal. Por caso, en menos de 10 años pasó de la total miseria a la total opulencia.
Poner en duda a Trimarco me costó caro: fui duramente cuestionado, sobre todo cuando puse la lupa sobre sus finanzas, producto de los beneficios que le "regaló" el kirchnerismo. Millones y millones de dinero que jamás la mujer rindió.
Pero todo llega. Ahora, la madre de Marita Verón deberá dar cuentas a la Justicia Federal por un presunto fraude millonario en perjuicio del Estado nacional.
Es una trama que cuento en la página 44 de mi libro Trimarco SA. Tiene que ver con algo ocurrido el 4 de diciembre de 2015, sobre el final del gobierno de Cristina Kirchner.
En esos días, la Fundación María de los Ángeles recibió un desembolso de $5,6 millones para comenzar la construcción de un jardín de infantes en Tucumán, más específicamente en el predio del ex hospital Militar.
La obra jamás se hizo y ello quedó plasmado en un expediente judicial que sustanció el fiscal federal Carlos Brito y que se inició en marzo de 2018. Allí, entre otros elementos, aparece mi libro como evidencia.
En ese contexto, en los próximos días deberán declarar la propia Trimarco, el secretario de la Fundación Verón, Gastón Robles, y la tesorera de esa ONG, Alicia del Valle Trimarco, prima de la madre de Marita Verón.
La trama recién empieza ya que, en realidad, ese fue el segundo inmueble que el gobierno nacional le entregó a la mujer. Antes, como revelo en mi libro, le cedió en comodato a la Fundación el local que hoy ocupa en calle 25 de Mayo al 1.000, de esa provincia.
Pero no es todo: el entonces jefe de Gabinete del kirchnerato, Aníbal Fernández le entregó $10 millones a la Fundación María de los Ángeles en concepto de "gastos corrientes" durante la campaña electoral de 2015. Es parte de lo que está a punto de estallar?
La pregunta es casi obvia a esta altura: ¿Qué hace la madre de Marita Verón con la millonada de dinero que recibe y del cual jamás rinde cuentas, proveniente de la supuesta ayuda a víctimas de trata? ¿Realmente ayuda a la cantidad de mujeres que ella misma jura ayudar?
La propia Trimarco hace silencio al respecto, aún cuando las voces que piden explicaciones se multiplican año a año. La mujer solo atina a decir que no "hace política" con las víctimas y que por ello los casos no trascienden. “Las identidades de las mujeres que asisto deben ser resguardadas”, asegura.
Y allí aparece un nuevo interrogante: ¿Por qué debe ser resguardada la identidad de una persona que ya fue debidamente rescatada? ¿No sería útil y productivo que esas mismas mujeres dieran su testimonio de vida para evitar que avance el aberrante delito de trata de personas?
La realidad indica que la mayoría de los rescates que proclama Trimarco son ficticios. Uno de los que desnudó esa realidad es el ex Comisario General de Tucumán, Hugo Sánchez, quien asegura que los números de chicas recuperadas por la madre de Verón no coinciden con las estadísticas oficiales.
“Valoro y respeto el trabajo de la señora Trimarco, pero sus cifras no coinciden con las nuestras. Llegó a decir que había recuperado 40 adolescentes en La Rioja. No hay ningún tipo de actuación policial ni judicial al respecto, ni en Tucumán ni en La Rioja”, aseguró el funcionario en mayo de 2008.
Los mismos reparos han sido expuestos en diversos lugares de la Argentina, todos en el mismo sentido. ¿Cuál es la identidad de las mujeres rescatadas por Trimarco? ¿Por qué sus estadísticas no coinciden con las investigaciones judiciales de marras?
Lo cierto, tal cual demuestro en mi libro, es que todo es parte de una gran mentira, avalada por el kirchnerismo y que ha resultado más que rentable para Trimarco.