Respeto a Jorge Fontevecchia y hasta diría que lo admiro de alguna manera. Es un tipo sólido, inquieto y muy preparado en lo que a periodismo respecta. Tal vez con alguna ínfula de filósofo, pero nada del otro mundo.
Me consta cómo ha sido su pelea personal en pos de mejorar la calidad de los medios argentinos e impulsar la ética de la prensa. Ha sido una lucha descarnada, que le valió incluso estar preso durante la última dictadura militar.
Tengo contacto diario con la mayoría de los periodistas que trabajan para editorial Perfil —nos seguimos en Twitter y hablamos por allí… y otras vías—, por lo cual tengo constancia palpable de la libertad con la que se desempeñan. Hasta ahí nada reprochable.
El problema no tiene que ver con el “contenido” sino con el “continente”. ¿Acaso alguien intentó leer una nota de Perfil.com o sus medios satelitales en los últimos tiempos? Entre los insoportables pop-ups (ventanas emergentes) y el refresh de la página se hace casi imposible hacerlo.
Los invito a intentarlo. Verán que a los 10 segundos de abrir el artículo en cuestión, se refresca la página. Ergo, cuando uno quiere leer una nota de considerable extensión debe tolerar varios “refrescos”.
La estrategia es obvia: a la hora de vender publicidad, Perfil muestra una cantidad de páginas vistas que supera la realidad. Como mínimo, ese número se multiplica por dos o por tres. Una verdadera estafa, que no solo involucra al medio de Fontevecchia, sino también a otros portales de información.
Entonces, ¿por qué pongo el foco sobre este caso en particular y no en otros? Porque Perfil se vende como un portal diferente a los demás, se muestra como “periodismo puro”. Les creo y es lo que pretendo de ellos. Pero persisten en hacer que sus notas sean imposibles de leer, por eso decidí dejar de leerlos.
Y me sorprende, porque Fontevecchia suele hablar acerca de la calidad de los medios vernáculos y su diagnóstico nunca pifia. Sin embargo, ¿nadie le explicó que parte de esa misma calidad tiene que ver con la forma en la que se presenta la información?
Como sea, les recomiendo esta nota que escribí oportunamente, sobre el engaño del “refresh” de los medios digitales: “La medición de audiencia digital, una estafa que perjudica a anunciantes y lectores”. Es un tema que nadie se anima a mencionar, pero ocurre y conspira contra la calidad del periodismo.
Puedo hablar con autoridad, ya que dirijo este portal, uno de los pocos —sino el único— que no hace "refresh" siquiera de la portada del sitio. Más aún, hemos dado de baja parte de nuestro contrato con la firma Taboola (de publicidad) porque nos metía "de prepo" videos invasivos.
Eso es un engaño al lector, que solo busca lo básico: estar informado. Simple como eso.