Desde antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia de la Nación, los medios de comunicación se abocaron —nos abocamos— a desmenuzar el currículum de sus ministros y secretarios. En algunos casos, debe decirse, se trató de verdaderos prontuarios.
Personajes de la talla de Felipe Solá, Carlos Zannini, Claudio Moroni, Agustín Rossi y Juan Cabandié, son solo algunos casos puntuales de funcionarios que ostentan pasados cuestionables. El archivo no los beneficia en absoluto.
Sin embargo, hay uno en particular del cual nadie habla. Es un ministro “sin cartera” del gabinete neo kirchnerista. Un hombre que no tiene cargo, pero sí mucho poder: Horacio Verbitsky.
Baste mencionar que media docena de funcionarios del gabinete de Alberto y Cristina responden a él de manera directa, de primera y segunda línea. Las dos principales son Sabina Frederic y Elizabeth Gómez Alcorta, sendas ministras de Seguridad y Mujer, respectivamente.
Ambas reportan al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que comanda Verbitsky, entidad de claro perfil garantista-abolicionista. Se trata de aquella doctrina para la cual es más importante el victimario que la víctima.
Como sea, Frederic supo trabajar entre 2009 y 2011 en el Ministerio de Defensa, cuando este estaba a cargo de Nilda Garré, también cercana a Verbitsky. Tanto es así, que gran parte de las “operetas” que supo llevar adelante el periodista —pagadas con fondos reservados de la AFI— eran coordinadas por Garré y el entonces director de Reunión Interior de la exSIDE, Fernando Pocino.
Por su parte, Gómez Alcorta, no solo trabajó a sueldo del CELS, sino que además fue abogada de la jujeña Milagro Sala.
No son las únicas dos: Cristina Caamaño, puesta como interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), no solo ha sido titular de la agrupación “ultra K” Justicia Legítima, sino que además tiene la venia del mismísimo Verbitsky.
Nótese que dos de los organismos referidos —Seguridad y la AFI— son de alta gravitación social. Ergo, cabe preguntarse: ¿Se le puede delegar al experiodista de Página/12 el diseño de sus políticas?
Antes de responder esa pregunta hay que recordar quién es Verbitsky, un hombre que no tiene escrúpulos a la hora de lograr sus oscuros objetivos. El mismo que supo ser doble agente al servicio de los militares durante la última dictadura y que luego, en democracia, llevó adelante las operaciones más sucias que alguien pueda recordar.
La más repudiada fue aquella que llevó adelante hace justo 10 años, en 2009, cuando acusó a Francisco De Narváez de estar relacionado con el narcotráfico. Intentaba entonces beneficiar a Néstor Kirchner, quien enfrentaba a este último en la provincia de Buenos Aires en elecciones legislativas. Dicho sea de paso, no le sirvió de mucho, ya que el expresidente perdió esas elecciones.
Entre sus trapisondas más recientes, aparece una harto conocida: la operación Puf, movida que intentó —aún intenta— derribar el expediente que investiga los cuadernos de la corrupción K. En las comunicaciones entre los conspiradores, aparece mencionado el propio Verbitsky, solo que en las escuchas se refieren a él como “Viboretsky”.
No es todo: el periodista también metió sus narices en el caso Santiago Maldonado, llegando a publicar en Página/12 una nota titulada "Macri ya tiene su desaparecido”.
Cuando se supo que el artesano se había ahogado, Verbitsky quedó en ridículo. Ello explica la pulsión de estas horas de la ministra Fredecic de redireccionar ese expediente. En realidad, el interesado en hacerlo es su jefe, quien no está acostumbrado a que la realidad estropee sus planes.
Jamás hay que olvidar aquel viejo axioma del kirchnerismo que sostiene que el relato es más importante que los hechos.
Mucho más podría contarse sobre las jugadas sucias de Verbitsky, pero ya se han publicado todas y cada una de ellas en este mismo portal. Ahora, lo relevante es que tendrá la suma del poder público dentro del gabinete K.
No solo ha logrado “colocar” a las ministras ya mencionadas: hay otros cargos de segunda y tercera línea que también ha logrado copar. Todo en pos de hacer de las suyas.
Por caso, el pasado 12 de noviembre Verbitsky dijo que el campo pergeñaba un golpe contra Alberto Fernández... ¿fue acaso la preparación del terreno para lo que vendría luego, el brutal aumento de las retenciones a ese sector?
Sea como fuere, la etapa que viene es oscura, muy oscura, con un avance fuerte contra las instituciones y persecución hacia los “enemigos” del modelo, sean estos periodistas, empresarios o referentes de la política. El trabajo estará a cargo de Verbitsky, verdadero especialista en ese tipo de jugarretas.
Finalmente, debe mencionarse que no es Alberto el que ha decidido avanzar en esta línea, sino Cristina Kirchner, quien ha confiado a sus íntimos que para el mes de marzo ya no tendrá complicaciones judiciales. Ninguna.
Ciertamente, el hoy presidente jamás le hubiera confiado nada a Verbitsky, personaje que solo le provoca recelo y suspicacia.
Quien crea lo contrario, solo debe recordar sus palabras en el año 2013, cuando sostuvo públicamente: "Horacio Verbitsky ya no es parte del periodismo, sino de un sector político".