“La Cámpora es el brazo del narcotráfico en la política de CFK”. Martha Pelloni, coordinadora de la Red de Infancia Robada.
Siguen las repercusiones por lo ocurrido esta semana, cuando se descubrió un cargamento de 82 kilos de cocaína en Ezeiza en pallets de soporte de una máquina que viajaba en un vuelo de cargamento de la empresa holandesa KLM.
En ese contexto, en las últimas horas fue detenida otra persona que pertenecería a la misma organización, la cual pretendía enviar los estupefacientes con destino a Amsterdam.
Ello puso el foco en la empresa que se encarga del servicio de rampa en Ezeiza, Intercargo, que cuenta con todo un historial de vínculos con el narcotráfico. Incluso desde mucho antes de ser controlada por La Cámpora.
El rastro más visible arranca el 24 de abril de 1990, cuando el entonces brigadier Mayor José Antonio Juliá le concedió por contratación directa el servicio de “Rampa” a Intercargo SAC por 20 años, renovable por 10 años más.
El mismo comprendía los servicios con carácter exclusivo de los aeropuertos internacionales de Aeroparque y Ezeiza. En esos días la empresa pertenecía al narcolavador Alfredo Yabrán, en sociedad con la Fuerza Aérea.
Aunque el empresario postal siempre negó ser el titular de la firma, en mi libro “La larga sombra de Yabrán” (Sudamericana/1998) demuestro que sí lo es, a través de documentos reservados.
Allí mismo aparecen las elocuentes denuncias del extitular de la Aduana, brigadier Rodolfo Echegoyen, quien apareció “suicidado” el 13 de diciembre de 1990, horas después de revelar los vínculos de Intercargo con el contrabando, el tráfico de armas y de drogas.
El circuito que descubrió el uniformado está descripto en mi obra de investigación: “De las aeronaves arribadas a Aeroparque y al Aeropuerto de Ezeiza, la mercadería se transportaría a través de Intercargo e Interbaires a los galpones de Edcadassay desde allí OCA y OCASA harían su distribución, efectuándose asimismo la operación inversa para sacar divisas del país hacia el exterior”. De más está decir que todas las empresas pertenecían a Yabrán.
Antes de continuar, hay que añadir un dato no menor: José Juliá, aquel que le cedió las firmas al empresario postal, es el padre de los hermanos Gustavo y Eduardo ídem, quienes fueron detenidos en enero de 2011 en Barcelona con casi mil kilos de cocaína. El avión donde escondían los narcóticos habían sido cargados en el aeropuerto de Morón.
Posteriormente, luego de que Yabrán desapareciera, Intercargo fue estatizada. Pero los hallazgos de drogas ilegales nunca cesaron.
Por caso, en 2011 fueron detenidos un tractorista y un auditor de esa misma firma, también en Ezeiza, cuando estaban a punto de cargar en las bodegas de un avión con destino a Sudáfrica dos valijas con 40 kg de cocaína.
"Es inconcebible que la droga haya llegado hasta ahí. ¿Qué mafia está actuando para que por los aeropuertos de nuestro país pase la droga con permiso de quién sabe quién?", dijo entonces Graciela Ocaña.
Un año más tarde, la empresa pasaría a ser controlada por La Cámpora por obra y gracia de Cristina Kirchner. Y siguieron apareciendo vínculos con los estupefacientes.
Uno de ellos, el más relevante, explotó en julio de 2018, cuando quedó al descubierto una banda integrada por empleados de Aerolíneas Argentinas, Aduana e Intercargo.
A través del doble fondo de una camioneta de esta última firma, no solo traficaban cocaína, sino que además contrabandeaban todo tipo de productos. Como si fuera poco, también se dedicaban a abrir valijas y robar su contenido.
Hay muchos otros casos, algunos conocidos y otros no tanto. A ello hay que sumar lo que jamás se descubrirá. Porque, como en todo negocio ilegal, lo que se descubre es solo un mínimo porcentaje de lo que verdaderamente ocurre.
En este caso, habiendo todo un entramado político detrás, kirchnerismo mediante, difícilmente se llegue al fondo real de la cuestión.