Esta semana decidí escapar de las célebres denuncias rimbombantes de corrupción que suelo efectuar y me metí en un tema que podría denominarse como “menor”: la manera en que los agentes de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires son “negreados”.
No tienen vacaciones pagas, ni aguinaldo, ni paritarias… ni nada. Y para colmo de males trabajan en condiciones que no son las adecuadas en tiempos de coronavirus.
En ese contexto, aparece un hecho que reviste una enorme gravedad: la amenaza de muerte de un supervisor/delegado de ese cuerpo a un agente de tránsito llamado Cristian Romero. Ocurrió en octubre de 2019, pero amerita contarse ahora mismo, porque es parte del contexto que viven los municipales capitalinos.
El “agresor”, cuyo nombre es Edgardo Antoni, subió a su estado de WhatsApp la foto de una bala con la leyenda: “Todo vuelve. Corta. Zurdos de mierda”.
No se trata de cualquier persona: es un gravitante miembro de la barrabrava de Chicago y también del grupo de choque del Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la CABA (Sutecba) que dirige el intocable —e inoperante— Amadeo Genta.
De acuerdo a las consultas que hizo Tribuna de Periodistas, la amenaza no habría sido solo hacia Romero, sino hacia otros agentes también, que han tomado a este último como referente en medio de sus reclamos por la mejora en sus condiciones de contratación.
“Nosotros comenzamos a reclamar nuestro pase a planta porque el 80% del cuerpo de tránsito somos compañeros monotributistas y a raíz de esta tragedia (la muerte de Cinthia Choque, ocurrida en septiembre de 2019), quedó a la luz la precarización con que trabajamos, y a partir de eso, nos movilizamos y bueno, comenzaron las persecuciones ideológicas, políticas, y de todo tipo y represalias”, dijo entonces el propio Romero en comunicación con el portal MinutoYa.
Y añadió: “La semana anterior Antoni había puesto un cantito de cancha que decía “olé, olé ola a los traidores los vamos a matar”. Eso lo dejamos pasar por más que me parecía muy descolgado y desubicado, pero esto no así que nos acercamos por la Fiscalía con un grupo de compañeros y realizamos la denuncia. Esperamos que el gobierno repudie esta violencia y lo aparten del cargo y la justicia tome las medidas que correspondan”.
El gobierno jamás repudió nada, y el caso de Romero pasó a ser apenas una anécdota, que se suma a los destratos que sufren los agentes de la CABA, revelados por este cronista. De acuerdo a lo que pudo averiguar este portal, el expediente nunca se movió y camina directo a la desestimación.
Entretanto, en el terruño de Horacio Rodríguez Larreta hay preocupación por la posibilidad de que se filtre la información de que Verónica Rojas, agente de tránsito de la base Chacabuco, dio positivo en el test de coronavirus Covid-19.
Su supervisor, Esteban de La Mónica, lo niega, pero el dato estaría confirmado. Por eso, en estas horas hay enojo creciente para con este último, porque los municipales consideran que su accionar es irresponsable.
No obstante, no tendrá inconveniente alguno: es que La Mónica es familiar de Leandro Ricciardi, director General del Cuerpo de Agentes de Tránsito. Todo queda en familia.