Suelo ser uno de los periodistas más citados por otros medios, lo cual me regocija bastante. Porque, no es que me citan a mí como persona, sino a las investigaciones y denuncias que llevo adelante.
En algunos casos, me “roban” la data sin mencionarme —como ocurrió con la compra de la última casa de Rodolfo Canicoba Corral—, pero la mayoría de las veces triunfa el decoro periodístico y aparece mencionado mi nombre... en algún lugar perdido, pero está allí finalmente.
Es toda una gratificación, porque el esfuerzo del cronista es grande y la contraprestación no suele serlo tanto. Sobre todo cuando uno hace periodismo de investigación, que multiplica las dificultades por mil.
No obstante lo dicho, no siempre la mención de los medios es honrosa. Cada tanto se cuela alguna crítica al humilde periodista. Vaya uno a saber porqué. Hay intereses que muchas veces se rozan sin saber y que terminan desatando inusitados huracanes e impredecibles tempestades.
Me ha pasado un millón de veces. Como cuando se me ocurrió entrevistar a Sebastián Forza, en mayo de 2008, y a este se le ocurrió contarme una trama de narcotráfico que involucraba a funcionarios del kirchnerato de entonces.
Tres meses más tarde Forza era acribillado a balazos junto a otros dos amigos y yo terminé siendo perseguido de manera implacable por el siempre oscuro Aníbal Fernández.
En las últimas horas, parece que debo haber tocado algún otro interés. Porque diario La Arena de La Pampa me viene “pegando” duro y parejo. De manera sutil, pero el golpe siempre es golpe. Y molesta.
Por caso, hace unos días, en una nota editorial —es decir, aquellas que reflejan el pensamiento del propio medio—, me tildaron de “sospechoso Christian Sanz”. ¿Sospechoso de qué? ¿Acaso tengo algún expediente judicial indecoroso que me persigue y lo desconozco?
Nunca está de más recordar que soy el periodista más querellado penal y civilmente por el tipo de periodismo que hago, de denuncia e investigación. Jamás he perdido un juicio. Eso dice todo sobre mi persona y mi trabajo profesional.
Volviendo a la nota de La Arena —dicho sea de paso, es el “house organ” del gobierno pampeano—, la referencia a mi persona es por una nota publicada en este mismo portal sobre Sergio Berni.
Dice el matutino en cuestión: “Estando en Santa Cruz se lo sindicó de haber actuado como espía de Kirchner en una huelga de mineros en Río Turbio. Dicen que lo descubrieron los obreros y le dieron unas trompadas, expulsándolo. Cabe aclarar que quienes publicaron esa info fueron La Izquierda Diario, trotskista (2014), PPT y Tribuna, del sospechoso Christian Sanz (2020)”.
Ahí está. Allí aparece el calificativo, siempre cruel, contra mi persona. Proveniente de un diario que solo sobrevive de la millonaria pauta del Estado provincial y que oculta bajo la alfombra la infernal corrupción de su propio gobernador, Sergio Ziliotto.
Esos ¿colegas? ponen en duda lo publicado por el medio que fundé en 2003, y la pifian de lo lindo. No solo porque hay incluso un video de Berni infiltrado en la mina (ver video al pie, minuto 3:35), sino que hasta Wikipedia hace referencia al espionaje del hoy ministro de Seguridad bonaerense. Con un detalle no menor: este último jamás desmintió lo publicado.
Dice Wikipedia, textual: “(Berni) se ofreció como voluntario para supervisar la salud de los mineros de Río Turbio durante una huelga que realizaron en 1994. Durante 15 días ofició como agente encubierto entre los huelguistas obteniendo información sobre futuras acciones y filiaciones políticas que luego eran remitidas al poder central provincial. Cuando los mineros sospecharon de las actitudes del agente, lo expulsaron de la mina”.
Hay muchas otras fuentes que confirman el espionaje que hizo Berni en esos días, pero no vale la pena siquiera citarlas. Porque ese es el menor de todos los pecados cometidos por el hoy ministro de Kicillof.
Sería conveniente que los colegas de La Arena aprendieran a utilizar el buscador Google, no es nada complicado. Y encima es gratuito. También sería oportuno que se dedicaran a hacer buen periodismo. No es nada complejo tampoco.
El problema es que deben optar: si hacen buen periodismo, se arriesgan a perder la millonaria pauta de Ziliotto. Si siguen por el camino que vienen transitando, seguirán levantando dinero en pala todos los meses. ¡Vaya dilema!
No era para el Ejército, era PARA NÉSTOR KIRCHNER, por eso llegó a donde llegó y juró por él en el ministerio. También trabajó para la Municipalidad de Río Gallegos, por eso no fue para el Ejército ni la SIDE, era para LOS KK, hasta la fecha.
"Sospecho", si viene de La Pampa, donde abundan los corruptos es un elogio que se sientan molestos, ´porque como vengo expresando los Periodistas defienden a los funcionarios porque les pagan sus sueldos. El caso más claro es la provincia de córdoba , y ciudad de córdoba donde matan por defenderlos. Estos periodistas hacen notas sobre temas de la nación o algún tema Internacional, pero NINGUNA NOTA DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA CORRUPCIÓN.
Una provincia que mas que provincia debería ser municipio. 300,000 habitantes. Pero porque despotricar en un articulo en este medio?? Habría que evaluar tomar acciones legales. "Sospechoso" se usa con connotaciones negativas. Es una calumnia e injuria al honor y buen nombre. Juicio civil, resarcimiento y disculpas publicas.
Nunca oí que este periodista fuera citado. Aníbal Fernandez nunca fue citado por la Justicia por el caso del Triple crimen. No me parece que quien escribe la nota haga buen periodismo.