Primero fueron los medios locales, no todos pero la mayoría. Luego, escaló a los medios nacionales. Incluso a aquellos programas de televisión que abundan en opinólogos y carecen de especialistas.
Todos hablando del maipucino muerto “por comer milanesas en mal estado”. Es decir, dando por hecho que falleció luego de deglutir esa comida. “Dejen de comer milanesas, por las dudas”, llegó a decir un panelista televisivo, solo por decir algo.
Sin embargo, todo parece indicar que lo ocurrido con el afectado —Héctor Marzola, de 47 años— es otra cosa: una falla en su corazón. Es lo que dice el parte médico que especificó las causas de su muerte.
Lo mismo asegura la cuñada del fallecido, Mariela Navarrete: “Nada que ver, murió de un paro cardíaco”.
Incluso el subsecretario de Salud de Mendoza, Oscar Sagás, indicó que en la historia clínica aparece un evento cardíaco y añadió que “el paciente tenía antecedentes de hipertensión arterial, obeso y diabetes, Por eso mismo fue internado en unidad coronaria donde le hicieron todos los estudios y posteriormente fallece”.
Para quienes no lo recuerden, el caso se presentó como el de “un hombre y seis de sus mascotas que murieron tras ingerir milanesas en mal estado el pasado miércoles 20 de enero”.
Lo curioso es que Marzola comió milanesas junto a su esposa y sus dos hijos menores de edad, y ninguno de ellos tuvo el mismo derrotero que él.
Ahora mismo, el episodio es analizado de manera integral por los departamentos de Epidemiología, Higiene de los Alimentos, Zoonosis y el Cuerpo Médico Forense.
Entretanto, los medios insisten en el amarillismo que regala millones de clics. Que luego se traducirán, si Dios quiere, a dinero contante y sonante.
Tal el periodismo de estos días…