Desde hace unos días, empezó a circular una historia sorprendente, del supuesto hallazgo de unas cajas con fajos de dólares termosellados en la casa de un hombre que administraría propiedades de la familia Kirchner en Santa Cruz.
El dinero habría sido encontrado durante un rastrillaje con perros comandado por los abogados de la familia de Marcela López, una mujer que lleva más de tres meses desaparecida.
Lo curioso es que no hay testigos del descubrimiento, solo algunos familiares de López. Tampoco hay fotografías ni filmaciones de los dólares. Apenas sí un video que no muestra nada de nada.
No es lo único: el hallazgo de la plata fue el 11 de julio, pero recién se denunció hace unos días, a solo siete días de las elecciones. Raro.
El portal Expediente político encontró mas inconsistencias: “El abogado contrató un investigador privado para hacer un guardia de la casa y de esa manera lograron filmar a un grupo de personas que se llevaban las cajas. Ese video habría sido grabado varios días después. ¿Quiere decir que la fortuna se dejó en el lugar pese al revuelo previo?”.
Como sea, las trama se mezcla con la desaparición de una persona y algunos hechos verídicos que buscan darle certeza a la otra parte de la historia. Operación de prensa de manual.
Así y todo, los grandes medios empezaron a darle una inusitada relevancia, sin tomarse el mínimo trabajo de chequear los datos mínimos. Aún cuando, como se mostró acá,todo suena inverosímil en torno a lo sucedido.
Por caso, fuentes ligadas al expediente judicial indicaron este martes que en los allanamientos previos al lugar “nunca se observó ninguna suma de dinero sospechoso, mucho menos fajos de dólares”.
“De haberlos encontrado la jueza los habría secuestrado, pero la querella tampoco mencionó el supuesto hallazgo hasta ahora”, dijeron a Perfil desde el entorno de la jueza Valeria López Lestón, a cargo del expediente.
Finalmente, una aclaración que no debería hacerse, pero se hace: que esto sea una fake news no significa que los Kirchner sean honestos ni mucho menos. Todas las otras investigaciones judiciales, que sí tienen asidero, lo demuestran.
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