Mientras los principales analistas locales coinciden en señalar que en la Argentina la inflación se encamina a un piso de un 80% anual, en Brasil se da un fenómeno totalmente opuesto.
No solo se desaceleró la suba de precios, sino que hubo deflación: en buen romance, cedió el incremento un 0,68% mensual en julio pasado.
Se trata del menor número registrado desde el inicio de la serie histórica en 1980, de acuerdo a lo que informó esta misma semana el estatal Instituto de Estadísticas (IBGE) brasileño.
"El resultado del mes fue influenciado principalmente por el sector de Transportes, que tuvo la caída más intensa (-4,51%), y contribuyó con el mayor impacto negativo (-1,00 punto porcentual) en el índice", detalló el mismo organismo a través de un comunicado.
En tal contexto, el economista Gabriel Zelpo explicó: “Principalmente la baja se debió a la rebaja de impuestos a los combustibles, que se hizo en forma temporal. A ello hay que sumarle la deflación que se observó en Brasil en los bienes industriales por la reducción de impuestos a los productos industriales que realizó Bolsonaro. Esa baja no es temporal”.
El experto también sumó la suba de la tasa de interés “de manera agresiva” que impulsó el gobierno de Brasil, “e hicieron un importante ajuste fiscal”.
Ello, según Zelpo, “eventualmente genera un enfriamiento de la economía y la gente consume menos. Ello provoca la desaceleración de la demanda y, en sentido directamente proporcional, la desaceleración de los precios”.
Hay otro factor que se agrega según el economista, que refiere a la mejora de las lluvias, lo cual hizo que la producción de las represas hidroeléctricas se incrementara.
No obstante todos los factores detallados, particularmente la baja de la inflación “se dio por un shock fuerte por la baja del petróleo y el control del tipo de cambio”, según Zelpo.
Para el experto, el máximo registro de inflación “probablemente haya quedado atrás” y todo iría en un camino de normalización gradual.
Finalmente, el economista descartó que en la Argentina se pueda aplicar una receta similar para reducir la suba de precios: “El problema es que no pueden reducir impuestos porque tiene un déficit enorme. Lo que hay que hacer acá es un plan fiscal, pero ello por ahora no aparece en el horizonte de la política local”.