Es todo un misterio, casi un tema tabú. De hecho, nadie en Mendoza conoce lo que ocurre en estas horas al respecto. Refiere a la venta de diario Los Andes, el más antiguo de la provincia.

No es un hecho novedoso ni mucho menos en el mundillo de los medios. Desde hace meses, grupo Clarín, al cual pertenece el matutino de marras, busca un comprador.

Millonarias deudas aquejan a aquel diario. Y otros inconvenientes, tan empresariales como periodísticos. Ello explica el intento de sacàrselo de encima por parte del gran diario argentino.

Aparecieron en el horizonte tres grupos empresarios fuertes, interesados en la adquisición. Ofrecieron “paladas” de dinero. Más de tres millones de dòlares, se dice. Que no incluyen el histórico edificio de calle San Martín de Ciudad.

La puja se puso interesante, porque no estuvo exenta de presiones de todo tipo. Cada uno intentó llevar agua para su molino.

Pero algo pasó en el medio, que cambió todo. Javier Milei llegó a ser presidente de la Nación y prometió que eliminaría la pauta oficial, al menos por un año. Y allí se acabó el interés de dos de los tres interesados.

Porque el gran negocio de Los Andes es la publicidad del Estado, que asciende a miles de millones de pesos al año. Tanto el portal web como el papel. Por caso, en 2023 recibió más de $80 mil millones. Un gran curro.

Como se dijo, ello provocó que se “bajaran” dos de los tres oferentes. Quien quedó en pie fue el grupo Barbera, cuyos reales intereses se desconocen.

De hecho, hay quienes se preguntan quién o quiénes se esconden a nivel financiero detrás de este holding, célebre por sus brillantes emprendimientos gastronómicos.

¿Quién pone la tarasca? ¿Será Orly Terranova? ¿O Badaloni, histórico “manejador” de las finanzas de los Barbera (y de Orly, dicho sea de paso)? ¿Será el Flavio Kristich, quien suele decir que le interesa la parte edilicia?

El propio Terranova decidió responder en redes sociales: “Yo no compro nada. No estoy en negociación. Para que quede claro, todo lo que escribiste es mentira y nunca llamaste para indagar o preguntar“.

Amén de que el dato de su presunto interés en la compra de Los Andes fue confirmado por los otros dos interesados, este periodista le viene pidiendo al hoy dueño de MDZ una entrevista desde hace años. Jamás la quiso conceder. Sabrá él por qué.

Como sea, como suele decirse en las redacciones, seguramente habrà màs novedades para este boletìn.