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¿Observatorio de medios?

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EL KIRCHNERISMO Y LA PRESIÓN A LA PRENSA
EL KIRCHNERISMO Y LA PRESIÓN A LA PRENSA

La economia esta en el horno

 

    La economía argentina está complicada: la inflación crece incesantemente, no hay inversiones externas y los créditos hacia nuestro país están totalmente congelados. A esto hay que sumarle que el gasto público no deja de crecer y hay una desaceleración mundial económica preocupante.

    En ese marco, la presidente Cristina Kirchner, en lugar de reunirse con los expertos de turno que puedan resolver este tipo de cuestiones y trabajar para sacar adelante al país, ha tenido la brillante idea de impulsar un "Observatorio de Medios", una especie de organización dedicada a que no se produzcan, a través de los medios, conductas discriminatorias de ningún tipo.

    Es evidente que esta medida, lo único que busca es ejercer una sutil pero útil presión sobre los medios díscolos. De lo contrario, debería saber el kirchnerismo que existe una institución llamada INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación), que se dedica justamente a promover oportunas denuncias contra aquellos que tienen conductas discriminatorias.

    No es la primera vez que desde el Estado se intenta amordazar a los medios. Casi todos los gobiernos democráticos —el más virulento fue Carlos Menem— han intentado acallar a la prensa de toda manera posible. Los resultados están a la vista: los gobernantes han pasado sin pena ni gloria y los medios permanecen.


Censura con K

    A principios del año 2003, en plena disputa electoral —de la que resultaría victorioso Néstor Kirchner—, desde este periódico se advirtió sobre la prepotencia del kirchnerismo, respecto a la prensa en particular y a la sociedad en general. Los antecedentes del entonces Gobernador de Santa Cruz eran fácilmente "rastreables" a través de su conducta como mandatario local, donde Kirchner demostró una violenta intolerancia frente al periodismo independiente.

    Eso mismo es lo que se vive en estos días en el marco del mandato de su esposa, Cristina Fernández, donde se intenta cortar el hilo por lo más delgado: el periodismo. Como si las desgracias vividas hoy en día fueran responsabilidad de los hombres de prensa. ¿Qué tiene que ver el periodismo con los fugados fondos de Santa Cruz, las valijas con droga de Southern Winds, la cooptación del Consejo de la Magistratura, los sobreprecios de la obra pública o las valijas de Antonini Wilson?

    Ya nadie come vidrio, y hasta los diarios extranjeros se burlan de la falta de racionalidad de la actual presidente. Por caso, el día 9 de abril pasado, diario El País criticó, a través de una nota titulada “La popularidad de la presidenta argentina se hunde en tres meses” el manejo que hizo Cristina de la crisis del campo y su relación con los medios de prensa. Dos párrafos elocuentes:

    “El gobierno argentino busca controlar el kiosko con el relanzamiento de un Observatorio de Discriminación en los Medios, una iniciativa que ha disparado las alarmas en el mundo periodístico argentino que ayer (...) denunció que la Presidenta quiere controlar el periodismo para adocenarlo”.

    “El índice de popularidad de Fernández se ha desplomado al 23%, especialmente después de que los argentinos vieran cómo la presidenta se burlaba de los manifestantes y premiaba al líder de los grupos de choque oficialistas, Luis D’Elía”.

    Por otro lado, el brillante artículo de El país aprovechó para criticar a la oficiosa agencia de noticias Télam al asegurar que "no transmitió un solo cable sobre las protestas contra la presidenta en la primera noche del cacerolazo".

    Es esta, mal que nos pese, la vergonzosa visión que los medios extranjeros tienen del actual gobierno. Como dice el Himno nacional, es lo que "supimos conseguir".


Concluyendo

    En las últimas horas, el kirchnerismo impidió que Enrique "Pepe" Albistur explique en el Congreso de la Nación los objetivos del "Observatorio de Medios", una verdadera pena. Hubiera sido interesante que el funcionario detallara puntualmente cuáles serían los alcances de esta iniciativa a efectos de calmar los ánimos de aquellos que creen que se intenta censurar a la prensa.

    También hubiera sido interesante que se explicara por qué, si el kirchnerismo busca "trabajar" contra la discriminación, no se hizo la pertinente denuncia contra Luis D'elía por los hechos acaecidos hace pocas semanas. Recordemos que el enriquecido piquetero, amén de apalear a quien no pensara como él, no ahorró calificativos a la hora de destilar su odio contra los "blancos" y la "oligarquía".

    La verdad es que el gobierno no debería intentar callar a los medios independientes, sino trabajar para que no falte "pluralidad" en la información que se brinda. Ese es el verdadero debate que debe generarse, y no hace falta ningún amenazante "observatorio" para hacerlo.

    En ese marco, la realidad es que el oficialismo no puede plantear jamás semejante debate, toda vez que existen no pocos medios obsecuentes al kirchnerismo: el grupo Hadad (Radio 10, C5N, Infobae), diario Página/12, Agencia Télam (del Estado), Canal 7 (ídem), Radio Nacional (ídem), grupo Clarín, etc.

    ¿Conclusión? no tiene el gobierno argumento real para plantear observaciones de este tipo a los medios. Tampoco tiene moral para hacerlo, toda vez que los desaguisados cometidos en los últimos años en el país son de su entera responsabilidad.

    Pero lo que realmente no tiene este gobierno, y lo ha demostrado con creces, es vergüenza.

 

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