Los trámites administrativos que se están llevando a cabo de cara a la contratación de servicios de provisión de alimentos para pacientes de hospitales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estarían escondiendo un negocio millonario para los funcionarios que responden a Mauricio Macri: aparentemente, se confeccionó un pliego a medida de algunos empresarios con “fuertes vinculaciones económicas” con varios de los responsables del armado del mismo.
En efecto, y de acuerdo a información exclusiva a la que tuvo acceso Tribuna de periodistas, el Gobierno porteño “tiene confeccionado un pliego cerrado en una cifra superior a los 300 millones de pesos que tiene una serie de requisitos que favorecen solamente a un pequeño grupo de empresas”.
Según las fuentes consultadas, el pliego que se armó para el llamado a licitación para la provisión de los alimentos en los hospitales que dependen del Gobierno de la Ciudad “ya está a la firma de los ministros de Salud (Jorge Lemus) y de Economía (Néstor Grindetti)”. La partida presupuestaria asignada por el Gobierno porteño para la prestación de ese servicio asciende a 300 millones de pesos, por un lapso de 2 años con opción a uno más de prórroga.
Respecto a las supuestas “anormalidades” y “vicios” observados en el armado del pliego, se pudo saber que “se han impuesto algunas condiciones que atentan contra las pequeñas y medianas empresas”, dado que “para poder prestar el servicio de comidas hay que contar con unas instalaciones imponentes”.
Dichas “cláusulas particulares” están incluidas en el mencionado llamado a licitación para la contratación de servicios de elaboración y distribución de comidas destinados a la población hospitalaria y personal autorizado de los hospitales y centros de salud dependientes del Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Cabe mencionar que dicha compulsa de precios está destinada a unos 28 hospitales de renombre, como ser el Cosme Argerich, Borda (Neuropsiquiátrico), Durand, Pedro de Elizalde (Niños), Fernández, Moyano, Gutiérrez (Niños), Ramos Mejía, Penna, Piñero, Santojanni, Sardá (Materno Infantil), Tornú, entre otros de importancia, y alrededor de unos 30 centros de salud dispuestos en los distintos barrios de la ciudad.
Por lo que se pudo saber, entre las empresas que se presentaron a la licitación del servicio se encuentran las siguientes la Compañía Alimentaria Nacional (CAN), Friends Food, Servir’C S.A., Servicios Integrales de Alimentación (SIAL), Arquino, Sucesión de Rubén Martín y Arsoni (estas dos últimas, pertenecientes a un mismo grupo empresario), entre otras.
También trascendió de fuentes seguras que las mayores prestadoras del servicio de comidas son Arquino, SIAL y Sucesión de Rubén Martín, cuyo negocio está en la provisión para los hospitales neuropsiquiátricos Borda y Moyano, con raciones diarias que superan el millar en cada establecimiento.
La anormalidad del expediente, según los voceros consultados por Agencia NOVA, radica en que “hubo una connivencia entre funcionarios y empresarios para favorecer a un par de empresas a cambio de gentilezas”, y que “por eso se impusieron unas condiciones aberrantes en el pliego”.
Entre las arbitrariedades encontradas, se mencionan las “condiciones” que deben tener las plantas elaboradoras de los prestadores que se presentaron en el llamado a licitación. Al respecto, se menciona el sistema de puntaje, como ser: 2 Puntos para las plantas menores a los 300 metros cuadrados; 6 Puntos para las de 300 a 600 metros cuadrados; 8 Puntos entre 600 y 900; y 10 Puntos para las plantas que superen los 900 metros cuadrados.
“Con condiciones como esas, es evidente que todo está armado en contra de las pequeñas y medianas empresas”, señaló uno de los voceros, para luego ejemplificar que “también exigen que el promedio de los últimos dos ejercicios contables sean de un millón y medio de pesos para apenas sumar 5 Puntos”.
“Por supuesto que quien tenga un patrimonio neto en sus últimos dos ejercicios contables que supere los cuatro millones de pesos tendrá 20 Puntos a su favor, lo que levanta más sospechas contrarias a las PyMES en este llamado a licitación”, agrega otra de las fuentes consultadas.
Pero además trascendió que “el 70 por ciento de las contrataciones ya estarían siendo entregadas con moño y todo a dos empresas que resultaron muy generosas con funcionarios de segunda línea del gabinete de Mauricio Macri”. En tal sentido, se menciona como “centro de todas las miradas” a la Cámara Argentina de Comedores y Refrigerios que conduce María Porcelini, sitio al que habrían concurrido “con asiduidad” los supuestos beneficiarios del llamado a licitación para la provisión de las raciones diarias de alimentos para los pacientes y empleados de hospitales y centros de salud.
En esa línea, se menciona que no fueron pocas las visitas realizadas a dicha Cámara por emisarios de los empresarios Miguel Lombraña (dueño de SIAL), Ángel Sebastián Luis (Sucesores de Rubén Martín y Arsoni), como así también de los enviados por Jorge Pietranelli.
Así las cosas, y de acuerdo a las versiones y las informaciones obtenidas, Lombraña y Luis se habrían quedado con el 70 por ciento de los servicios a licitar en los hospitales y centros de salud, lo que demuestra el “monopolio” de las empresas que representan y el perjuicio que les ocasionan a eventuales competidores. Esto último, dicen, genera despidos y suspensiones de personal en las empresas marginadas arbitrariamente, debido a la imposibilidad de trabajar en el rubro.
“No nos cabe duda alguna de que hay connivencia entre varios funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y empresarios inescrupulosos que prometen gentilezas por dejarlos participar con algunas ventajas en este concurso”, concluyó uno de los consultados.