Una vergüenza. Así puede calificarse la conferencia que la presidenta Cristina Kirchner brindó hace momentos, donde anunció una inversión de 1.500 millones de pesos para la supuesta creación de 100 mil nuevos puestos de trabajo.
Salvo esta última proclama, donde se propuso la elogiable creación de un Plan de Ingreso Social con trabajo —que serviría para crear miles de nuevas fuentes laborales cooperativistas—, toda la diatriba versó sobre arenga contra sus contrincantes políticos y la exposición de datos falsos respecto a la pobreza y el desempleo, seguramente aportados por el poco creíble Indec.
Al mismo tiempo, Cristina aseguró que el Gobierno destina al año 10.200 millones de pesos en planes sociales, mientras que desde el 2003 invirtió un total de 61 mil millones de pesos, al tiempo que provocó gran desconcierto en la platea cuando cuestionó los "padrones de pobres" que se difunden habitualmente y propuso al respecto hacer "padrones de ricos".
No ha sido casual que el anuncio se haya dado justo después de haber asestado un fuerte golpe al grupo Clarín respecto a los derechos de transmisión del fútbol. La Presidenta busca de esta manera neutralizar los misiles que el mafioso medio periodístico ha comenzado a asestarle en las últimas horas.
En otro orden de cosas, sería bueno indagar si, como dice el durísimo documento emitido por la Unión Cívica Radical en el día de ayer, el diálogo oficial ha sido una mera patraña para ganar tiempo y no cambiar nada a nivel político. ¿Es que acaso se estuvo preparando todo este plan al tiempo que se hacía que se dialogaba con la oposición? ¿Qué costaba hacer parte del anuncio a los partidos contrarios al oficialismo que mostraron buena voluntad de concertación?
En fin, no es mala la propuesta que se ha hecho para disminuir los niveles de pobreza y desempleo en la Argentina, especialmente porque aceitará los mecanismos económicos de consumo y demanda. Pero aún así cabe preguntarse, ¿quién administrará esa enorme masa de dinero? ¿Serán acaso los piqueteros oficiales de siempre, los enriquecidos Luis D'elía, Emilio Pérsico y Jorge Ceballos?
Como se dijo al comienzo de esta nota, ha sido vergonzosa la conferencia de prensa de la Presidenta. Ver a funcionarios nacionales, legisladores, intendentes y sindicalistas aplaudir semejante cantidad de estupideces no tiene parangón.
Y lo peor, es que todo se hizo —innecesariamente— por cadena de radiodifusión nacional.
Pan y circo.
Christian Sanz