Mauricio Macri asegura que se trata de una “persecución política” por parte del kirchnerismo. El gobierno, a su vez niega estar detrás de la indagación. Se trata del caso de las escuchas telefónicas ilegales que jaquea en estas horas al jefe de Gobierno porteño y que, cuanto más avanza, más compromete a algunos funcionarios de primer nivel de la confianza del mandatario de
Lo inédito del cruce verbal es que ambos contendientes tienen razón. Si bien Macri no desconocía lo que hacían algunos de sus subordinados más cercanos, el oficialismo no puede negar que fogonea la investigación del juez Norberto Oyarbide.
Respecto a la responsabilidad del jefe de Gobierno, este mentiría si dijera que no conocía los antecedentes del ex comisario Jorge “Fino” Palacios. Su oscuro historial le fue recordado en diversas marchas de las cuales fue víctima mientras “cocinaba” la conformación de
Si bien Macri conocía todos esos antecedentes, decidió avanzar en el nombramiento de Palacios, con quien siempre se sintió en deuda por haber sido uno de los principales protagonistas de su liberación en el año 1991, cuando estuvo secuestrado.
Respecto al espía Ciro James, el jefe de Gobierno tampoco puede decir que desconocía su existencia, toda vez que el espía trabajó en el club Boca Juniors mientras él era presidente del club. Luego, James se convirtió en uno de los integrantes del equipo de seguridad de Macri, el cual respondía al gerente general de Socma, Sideco y Boca, Andrés Ibarra, actual Subsecretario de Educación de
En ese marco, ¿cómo puede explicar el jefe de Gobierno que James tenía un contrato por un monto de 72 mil pesos anuales con el área de auditorías externas del ministerio de Educación de
A ello hay que agregar un dato no menor: el espía cobró de esa dependencia hasta el mes de octubre de 2009, días antes de ser detenido y cuando el escándalo por las escuchas ilegales ya había tomado estado público.
Un fino, no tan fino
El historial del “Fino” Palacios es de antología. Independientemente de su triste desempeño en torno al expediente por el atentado a
Ya en los años 90, el entonces comisario ostentaba la titularidad de una organización privada dedicada a escuchas ilegales y operaciones de diversa índole, siempre al borde de la ley. Uno de los que sufrió los efectos de esas actividades fue el ex diputado nacional Eduardo Varela Cid.
“El Fino Palacios solía denominar a Paulo Starc (ex subsecretario de Investigaciones bonaerense) y al fiscal Guillermo Montenegro (ministro de Seguridad de Macri) ‘tropa propia’. Entre los tres operaron para que Yabrán pudiera sacar una ley de correos que ya tenía media sanción del Senado y que permitía el lavado de dinero. Starc y su gente atacaron despiadadamente a los diputados que nos oponíamos a este despropósito que tenía dictamen de
La opinión de otros damnificados por Palacios es totalmente coincidente a las declaraciones del ex diputado, por lo cual cabe preguntarse retóricamente: ¿Podía Macri desconocer estos antecedentes?
La pata polítika
Mientras estas líneas son escritas, el gobierno de
Más allá de la responsabilidad que les cabe a los hombres más cercanos al jefe de Gobierno —y eventualmente a este último—, el dato es real. El expediente judicial de marras, ha sido fogoneado por el kirchnerismo a través del operador “todoterreno” de Casa de Gobierno, Javier Fernández, quien dio instrucciones precisas al juez Oyarbide para que avance sobre la figura de Macri.
“Los Kirchner necesitan que se deje de hablar un poco del escándalo de Jaime (Ricardo, ex secretario de Transporte de
Lo cierto es que citar a Macri a declaración indagatoria suena a demasiado. La indagatoria en general suele ser un paso previo al procesamiento de una persona sobre la que pesan evidencias concretas de algún delito puntual. ¿Es Macri pasible de ser procesado en el expediente de Ciro James?
Por la evidencia que hasta ahora se acopia en la causa de Oyarbide, pareciera que no. De hecho, el único dato que supuestamente compromete de manera seria a Macri son una serie de escuchas telefónicas que le fueron efectuadas a su cuñado, Daniel Leonardo, entre el 23 de mayo y el 22 de junio de 2008. Según el expediente, Ciro James activó su celular en la zona de Barrio Parque después de retirar las referidas grabaciones.
El lugar es harto relevante para Oyarbide, ya que —según el propio juez— en ese lugar vivía el jefe de Gobierno, lo cual motiva a la sospecha de que James le reportara a Macri cada una de esas escuchas.
Lo que el magistrado no tiene en cuenta es que el mandatario capitalino en esos días no vivía en ese lugar, sino en Libertador y Tagle.
Lo que viene
Cuando Macri esté sentado frente a Oyarbide, el juez le pedirá certeras explicaciones por dos hechos puntuales: las escuchas ilegales hechas a su cuñado y a Sergio Burstein, integrante de Familiares de las Víctimas del Atentado a
Posteriormente, en días venideros, Oyarbide citará a declarar como sospechosos al ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y al ex titular de la cartera de Educación, Mariano Narodowski.
Ambos funcionarios son los más complicados en la trama judicial, ya que están directamente involucrados en los hechos que se investigan. Ellos serán, en el mediano plazo, los “fusibles” de un libreto que nadie quiere asumir como propio.
Christian Sanz