Los rumbos del expediente por la denominada “mafia de los medicamentos” parecen aún impredecibles y erráticos. Es que el juez que entiende en esa causa judicial, Norberto Oyarbide, no parece perseguir una estrategia concreta y puntual en su investigación y aún ningún funcionario oficial ha sido siquiera imputado por él a pesar de la profusa evidencia que se acumula en su propio despacho.
¿Qué ocurrió con el magistrado que de pronto dejó de hablar de los detalles de esa indagación? ¿Tendrá alguna relación con el entrecruzamiento de comunicaciones telefónicas que llegó hace unos días a su despacho?
Según fuentes relacionadas al expediente de marras, el detalle de los llamados telefónicos que existe entre los implicados en la trama y media docena de funcionarios oficiales de segunda línea, sería revelador para entender la participación del gobierno en el escándalo de los remedios. Por caso, un abogado con acceso al expediente, admitió a este cronista que existen conversaciones comprometedoras que involucran a una importante diputada kirchnerista, un ministro de
Frente a ese panorama, el juez resolvió ampliar la declaración indagatoria de Gabriel Brito, supuesto aportante a la campaña del Frente para
El empresario ya declaró “in extenso” en tres oportunidades y lo hará nuevamente el lunes 31 de mayo a las 10 hs. Los motivos del nuevo llamado los explicó a este periódico su abogado, Alejandro Sánchez Kalbermatten: “Pasaron 10 días y Oyarbide tenía que resolver esta mañana si dejaba preso preventivamente a Brito o lo excarcelaba mientras se sustancia el expediente. De esta manera, el juez gana 10 días más para decidir, lo cual me preocupa porque mi cliente está muy mal de salud. Hace poco, tuvo un pico de glucemia”.
Lo que desconoce el abogado es que existe otro motivo de preocupación para su representado: en el penal de Ezeiza donde se “aloja” Brito, está preso otro de los involucrados en la novela de los remedios, Ibar Esteban Pérez Corradi, a quien el empresario comprometió fuertemente con su testimonio judicial.
Señalado por
Como sea, mientras estas líneas son escritas, Kalbermatten se encuentra declarando ante
No es casual: sabe el letrado que gran parte de los secretos que su cliente encierra en su cerebro, intentarán ser silenciados de toda manera posible por aquellos que se encuentran en la cúspide de este culebrón.