El expediente por las escuchas ilegales que involucra al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, está a punto de dar un giro inesperado, por la revelación de que un socio del espía Ciro James posee un jugoso contrato con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que conduce Julio Alak.
Se trata de Ricardo Luis González Anún, jefe y socio de James en la defenestrada consultora Lyon. El hombre aparece como “asistente administrativo” de ese ministerio, de acuerdo a lo que reza el Boletín Oficial de
“No te olvides que en ese ministerio posee mucho peso el jefe de Gabinete (Aníbal Fernández). Él estuvo al frente en su momento y es el responsable de haberlo designado a Anún”, admitió una fuente gubernamental, que dio el puntapié inicial para la presente investigación.
Lo inexplicable de la cuestión es que, más allá de aparecer como empleado del Gobierno Nacional, González Anún sigue apareciendo a frente de Lyon, empresa relacionada con el más condenable espionaje privado. Un dato: pocos saben que esa firma fue habilitada por Aníbal Ibarra en el año
Allí, a través de la Disposición Nº 98, se concede "la habilitación por el término de un año a la firma Consultora Lyon S.R.L." para desempeñarse "como prestadora de servicios de vigilancia privada y custodias personales, de acuerdo a lo dispuesto en la Ley N° 118, modificada por Ley N° 963 y su Decreto Reglamentario N° 1.133-GCABA/01".
Pero no es la única cuestión relevante: otro de los socios de González Anún es Ernesto Juan Roubakhine, un teniente coronel retirado que está vinculado a varias agencias de seguridad y actualmente es director de Security Management Consulting Group.
Roubakhine, quien ofrece sus servicios como experto en espionaje industrial —una actividad de dudosa cualidad ética—, fue subdirector de Desarrollo en Fabricaciones Militares durante el gobierno de Carlos Menem.
¿Cómo es posible que con esos antecedentes González Anún pueda ostentar un contrato en el Ministerio de Justicia? Imposible saberlo.
Si a la presente revelación se suman los incipientes vínculos de Aníbal Ibarra con James, la nunca explicada participación del espía Hugo Álvarez, perteneciente a
Christian Sanz