El Surco es el nombre de una empresa de seguros que pertenece a Julio Grondona a través de testaferros, y que este suele utilizar para “comprar” la voluntad de periodistas y medios de información. En buen romance, cada vez que un hombre de prensa intente meter sus narices en los negociados de
Esto explica por qué no existen casi denuncias contra el titular de AFA, ni en la prensa ni a nivel judicial, y qué se esconde detrás de la irrestricta defensa de su persona por parte de la mayoría de los colegas.
Sin embargo,
La historia la cuenta diario Clarín en su edición de hoy: “El procesamiento de Alderete fue dictado por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública por haber otorgado a la empresa Funeral Home un contrato de intermediación para prestar los servicios de sepelios de la obra social de los jubilados allá por 1997.
El contrato se firmó en septiembre de 1997 y fue renovado en marzo de 1999 y estipulaba que el PAMI le pagaría a Funeral Home la suma de $5.700.000 mensuales para intermediar en los servicios de sepelios. Funeral Home ganaba $600 por cada servicio funerario y le pagaba $500 a las funerarias que se encargaban de los sepelios. Antes de esa contratación directa el PAMI pagaba $600 por cada servicio.”
En el marco de esa trama aparece Comparada quien respaldó a la intermediaria a través de El Surco. Por ello, fue procesado como partícipe de la maniobra.
“El Surco había emitido para Funeral Home una póliza de caución por una obra pública de $5.700.000 y la aseguradora garantizaba el pago de esa cifra mensual a la empresa ante un eventual incumplimiento del contrato. La firma de Comparada —especializada en seguros de sepelios— respaldaba a la intermediaria y ganaba dinero. El Surco brinda un servicio por el cual los clientes pagan mensualmente una suma de dinero y la empresa se hace cargo de los costos del sepelio. Es un negocio millonario basado en las pólizas que pagan los afiliados a varios sindicatos importantes con cuyos jefes Comparada tiene una excelente relación”, prosigue Clarín.
Lo interesante del caso, es que la trama fue anticipada hace tiempo por Tribuna de Periodistas a lo largo de una serie de artículos de investigación, cuyo disparador fue un intento de esa empresa de seguros de callar a este diario en sus indagaciones sobre Grondona.
El 12 de febrero de 2008, este medio contó que “muchas de las empresas manejadas por Grondona y su séquito de testaferros son firmas aseguradoras: El Surco Cía. de Seguros, San José y Proyección Seguros de Retiro son algunas de ellas. Asimismo, el cuestionado dirigente se encuentra vinculado a otras empresas del mismo grupo empresario, liderado —entre otros— por el “discreto” hombre de bajo perfil, Eduardo Mauricio Martino, como por ejemplo, Comarti S.A (Comparada + Martino), las empresas uruguayas Levemond S.A y Grunoy S.A, y las locales Funeral Home S.A., Pastoral S.A. y Puntogol Corp, integrada entre otros por el actual Presidente del Banco Central, Martín Redrado (cuyo verdadero nombre es Hernán Martín Pérez Redrado), Puntogol ST&M S.A., M.A.S. Medicina Asistencial Solidaria y Golden Ticket S.A. entre muchas otras”.
Su precisión fue tal, que provocó la atención de muchos colegas de prensa —uno de esos casos ha sido el del colega Toti Pasman—, quienes accedieron a la documentación probatoria de Tribuna. Sin embargo, luego no se atrevieron a avanzar contra el capitoste de
¿Tanto poder posee Grondona como para que nadie se anime a hablar de él? Por lo visto, sí.
Si a ello se le suma que maneja una abultada billetera a través de la cual coopta cualquier voluntad, es imposible que al capo de
Como diría mi abogado, se trataría ni más ni menos que de un nuevo caso de “dinero mordaza”.
Christian Sanz