El dato no es nuevo, sino que circula desde hace varios meses; sin embargo, no deja de ser preocupante. Se trata del anuncio del fin del mundo para el próximo 21 de mayo que un predicador llamado Harold Camping hizo oportunamente a través de un curioso video.
Le siguieron a la profecía carteles en varias ciudades de Estados Unidos y en otros lugares del mundo, de lo cual más temprano que tarde se hicieron eco los medios de todo el globo.
“Los recientes terremotos en Japón, Nueva Zelanda y Haití son la repercusión del cambio de valores de nuestra sociedad. Todos roban, mienten y son débiles. Sus perversiones sexuales manifiestas nos están diciendo algo, que son una muestra del fin”, afirmó oportunamente el predicador, quien aseguró pasar unos 70 años estudiando
De acuerdo a sus cálculos, el 21 de mayo se cumplirán 722.500 días desde el 1º de abril después de que Jesús muriera a los 33 años cuando fue crucificado. La cifra de 722.500 se consigue multiplicando los números sagrados (cinco, diez y diecisiete) juntos dos veces.
La supuesta precisión en la predicción de Camping —valga la cacofonía— provocó caos a nivel mundial y las voces de alarma comenzaron a recrudecer en las últimas horas a medida que se acerca el momento de la eventual catástrofe.
Es que, según Camping, mañana a las 18 hs de California (22 hs de
¿Es así? ¿Acabará mañana el mundo? No es algo imposible —las casualidades existen—, pero sí es improbable que ocurra de la manera que lo plantea el predicador. No existe evidencia que vincule los movimientos sísmicos referidos por Camping — en Japón, Nueva Zelanda y Haití— con “cambio de valor” alguno, sino más bien con movimientos de las placas tectónicas de
Por otro lado, no existe científico o teólogo que pueda dar la fecha exacta de la muerte de Jesús —no solo no se sabe el día exacto en que murió, sino que tampoco se ha podido precisar el año—, por lo cual el cálculo efectuado por Camping cae en saco roto.
No es la primera vez, ni será la última, que alguien asegure que el mundo se terminará de manera apocalíptica. Ya en 1843, William Miller, fundador del movimiento de los Adventistas del Séptimo Día, aseguró que, luego de estudiar atentamente los Libros de Daniel y del Apocalipsis, el “juicio final” llegaría el 23 de abril de 1843.
Al fallar la predicción, cambió la fecha al 7 de julio de 1843, luego al 21 de marzo de 1844 y finalmente al 22 de octubre de 1844. De más está decir que jamás pasó nada.
A esto debe agregarse que supuestos “egiptólogos” vaticinaron que el fin del mundo llegaría en 1881 y que dirigentes de una secta rusa denominada Hermanos y Hermanas de
Como puede verse, no hay nada de qué preocuparse. El Apocalipsis puede ser que llegue algún día, pero no será mañana.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1