¿Quién no recuerda el caso de Harold Camping, el predicador que había anunciado el fin del mundo para el pasado 21 de mayo? Sí, hablamos de aquel a quien le falló su profecía.

A pesar de ello… a pesar del papelón que configuró que finalmente nada ocurriera en esa fecha, el "profeta" se animó a hacer una “reinterpretación” de sus propias palabras y aseguró que su predicción en realidad no falló.

Según Camping, el 21 de mayo habría sido efectivamente el día del juicio final, pero el mundo recién será destruido ¡el 21 de octubre próximo! Aunque parezca un paso de comedia, no lo es: el predicador californiano dijo esas palabras en su propio programa, Family Radio.

"Siempre dijimos que el 21 de mayo era el día, pero no entendimos el significado espiritual (…) el 21 de mayo es el día en el que vino Cristo y puso al mundo bajo juicio", explicó sin ponerse colorado.

Hay que recordar que Camping ha quedado severamente cuestionado después de haber recaudado varios millones de dólares, obtenidos por las donaciones de sus propios seguidores, en una campaña que anunciaba el fin del mundo y que advertía que el “juicio final” llegaría en forma de terremotos y desastres naturales el pasado 21 de mayo.

En la segura aspiración de poder escapar, no ya al castigo divino, sino más bien al terrenal —proveniente de aquellos que han creído en él—, Camping ha “estirado” los plazos de su predicción: "El final llegará dentro de cinco meses a partir de ahora (…) La Biblia enseña claramente que el 21 de octubre será el día en que el mundo será destruido". Sería interesante que el profeta advirtiera en qué parte del libro sagrado se menciona esa fecha.

En fin, es asombroso que alguien haya creído alguna vez en las profecías de este embaucador, quien ya había errado sus vaticinios en dos oportunidades, la primera en el año 1994 cuando anticipó una catástrofe que nunca llegó. Allí, también acusó un error de cálculo, argumentando que “no había tenido suficiente tiempo para estudiar la Biblia”. La segunda vez se dio el pasado 21 de mayo.

“La tercera es la vencida”, parece ser hoy el lema de Camping, quien ya mismo debe estar pensando cuál será la eventual excusa que dará a sus incautos seguidores cuando llegue octubre y nada ocurra. ¿Le creerán una vez más o se darán cuenta finalmente de que se trata de un triste embaucador? Imposible hacer semejante vaticinio.

Como dijo alguien alguna vez: “La inteligencia es limitada... pero la idiotez no tiene límites”.

Christian Sanz
Twitter: @cesanz1