Lo que empezó como una disputa verbal, parece que finalmente terminará siendo un litigio judicial. ¿De qué hablamos? De los crecientes cruces entre Diego Armando Maradona y Julio Grondona, que provocaron que “el Diez” haya decidido embestir judicialmente contra el titular de la AFA, en una acción que tendrá varias aristas y que cuenta con este periodista como uno de los testigos estrella.

Uno de los abogados de Maradona, Alejandro Sánchez Kalbermatten, habló en exclusiva con Tribuna de Periodistas y contó cómo será la estrategia judicial:

-¿Cómo fue que usted terminó siendo convocado para accionar contra Grondona?

-Fue a instancias de Alejandro Mancuso, ex número 5 de la Seleccion Nacional. Gracias a él, fui convocado como titular, junto a la Dra. Andrea Alicante (foto) para liderar y ejecutar las instrucciones impartidas por el astro Diego Armando Maradona en relación a Julio Humberto Grondona.

-¿En qué se basa la acción judicial?

-Como se sabe Don Julio estuvo injuriando, difamando y discriminando a Diego Armando Maradona en distintos medios de alcance nacional y mundial, afirmando que Diego persiste con su adicción a las drogas, circunstancia mendaz y patética que proviniendo del titular de la Entidad rectora del fútbol Argentino arroja consecuencias disvaliosas, frustración de contratos y bloqueos comerciales a nivel mundial no solo para Diego Armando Maradona, sino para todo su equipo técnico con el que estuvo trabajando para la AFA durante el Mundial de Sudáfrica 2010. De este modo no solo Maradona está siendo afectado por las incoherencias temerarias de un sujeto nefasto, como lo es Don Julio, sino también Alejandro Mancuso y Ruggeri, quien fuera el primero en ser discriminado por el titular de la AFA.

-¿Mancuso y Ruggeri también acompañarán la denuncia de Maradona?

-No, ellos promoverían en las próximas horas acciones judiciales autónomas pero sumamente vinculadas entre sí, en relación a una conducta peculiar, persistente e ilegítima que los tuviera de rehenes de Don Julio. En el caso preciso de Maradona dichas acciones consistirían, en principio, en causa penal de injurias y difamación y actor civil contra Don Julio, además de una denuncia ante el INADI. Por otra parte se agregaría una acción criminal por administración fraudulenta de la Asociación Del Fútbol Argentino, y un pedido de investigación fiscal de las triangulaciones económicas y lavado de dinero —local, regional e internacional— en relación a diferentes transferencias de derechos económicos de jugadores de fútbol (pases) en los que fueran protagonistas todas caras de una misma moneda: G, el “peso grondoniano”.

Por último se iniciará un expediente en FIFA para establecer el incumplimiento del país y su filial del fútbol en relación a la ausencia autoritaria e ilegítima de procedimiento antidoping en relación al Partido que disputara la Selección Nacional de Fútbol con Australia en el año 1994, repechaje clasificatorio para el Mundial de Estados Unidos. Ya se sabe por confesión del propio Don Julio, aunque con excusas absurdas, que fue su persona la que dispuso, contrariando normas y regulaciones nacionales e internacionales aplicables a la competencia, que no se realizara antidoping, lo que pone nuevamente en jaque la permanencia de Don Julio como Presidente de AFA y como Vicepresidente de FIFA.

-¿Por qué molestó tanto a Maradona lo que dijo Grondona y por qué usted cree que es meritorio de una acción penal?

-A mayor abundamiento cabe reparar que el art. 110 del Código Penal prescribe una fuerte penalidad económica y hasta de prisión a quien deshonrare o desacreditare a otro, lo que se ve agravado por la concurrencia de dicha figura con la de difamación, hipótesis esta última que se da cuando la lesión al honor se comunica a terceros sin la presencia efectiva del ofendido, ya que constituye ofensa a la reputacion ajena comunicada a varias personas, agravada por tratarse Diego Armando Maradona de una figura pública a nivel mundial.

Por lo demás la deshonra es un ataque a la dignidad de una persona y a la propia valoración que del honor tiene cada uno (aspecto subjetivo del honor que en el caso de Diego Armando es sumamente elevado). Para concluir debo decir que la reputación no tiene nombre, por tanto desacreditar a una persona pública con falsedades es una acción criminal que merece ser severamente reprendida.

Christian Sanz
Twitter: @cesanz1