Hace unos días, la empresa automotriz, Mercedes Benz desató una inesperada polémica al utilizar la imagen de Ernesto “Che” Guevara para el lanzamiento de sus nuevos modelos en la ciudad de Las Vegas, haciendo énfasis en la “revolución” del área.
A ese respecto, el periodista Diego Martínez escribió este sábado en diario Página/12 un artículo sobre el episodio en el que, junto con al análisis de la polémica por la imagen del líder revolucionario con el logo de Mercedes en su boina, informaba sobre la parálisis de la causa penal en la que la firma está vinculada en la desaparición de catorce delegados durante la última dictadura en la Argentina e incluía una opinión de la periodista Gabriela Weber.
Según el blog Señales, los periodistas del matutino oficialista se estarían enfrentando ante un nuevo caso de censura por parte de sus editores, ya que la nota original contiene una declaración de Weber en la que llama la atención sobre el discurso de la Presidenta durante el acto por los 60 años de Mercedes Benz en el país, en el que no hizo ninguna mención a los catorce obreros y delegados gremiales desaparecidos.
“Una publicidad que lamentablemente ‘hubo que agregar’ a la medianoche, según me informó la empresa, derivó en el encogimiento de la nota hasta convertirla en una foto epígrafe. El aviso agregado de urgencia es de ‘agendas Citanova, donde viven tus ideas’”, comenta Claudio Andrés de Luca, a cargo del blog.
Aquí la nota editada y acá la nota completa, en el blog personal del autor.
¿Maldita casualidad?
El pasado miércoles 16 de noviembre, el joven campesino de 25 años miembro del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), Cristian Ferreyra, fue asesinado en un ataque atribuido por sus allegados a "sicarios" contratados presuntamente por un empresario sojero. Página/12 publicó dos días después un artículo al respecto, pero desde el cuerpo de editores habrían decidido obviar un párrafo destacado.
Diego Martínez, como periodista y delegado de los trabajadores de Página/12, se animó a denunciar que el cuerpo de editores le censuró un párrafo bastante crucial al artículo de su colega Darío Aranda titulado “Otra víctima por defender su territorio”.
El párrafo era: “El gobernador Gerardo Zamora, que no respondió los llamados de este diario, va por su segundo mandato y denominó a la provincia, como 'la capital nacional del kirchnerismo' luego de obtener en las últimas elecciones el 82 por ciento de los votos. Se autodefine ‘radical k’. El Mocase lo señala —en cuanto a la represión al campesinado— como la continuidad del juarismo."
Según señaló Martínez en esa oportunidad, “El párrafo no llegó a los lectores porque Zamora es un aliado del gobierno que provee fortunas de publicidad oficial, no llega porque los diarios subestiman a sus lectores, no llega porque las empresas periodísticas premian a censores y alcahuetes mientras se cagan en los periodistas comprometidos con causas populares y no con los patrones.”
Increíble ironía: quien denunció la censura contra Aranda hace dos meses, hoy la padece en carne propia. Otra muestra más de las sesgadas libertades del periodismo militante.
José María González