La semana pasada, la minera Osisko Mining Corporation reconoció que no podrá iniciar los trabajos en el cerro Famatina, La Rioja, si no hay licencia social.
“Osisko considera que la información objetiva acerca de la exploración de minerales en general y sobre este proyecto en concreto, tranquilizará a los residentes de Famatina en materia de impacto ambiental, así como los posibles beneficios económicos a la comunidad y el Estado”, decía el comunicado oficial de la empresa, y al parecer, las acciones para “informar” a la comunidad ya comenzaron.
Según informó el Diario Chilecito, durante el fin de semana pasado, miles de habitantes de La Rioja recibieron en sus celulares mensajes de texto con información sobre las bondades del proyecto minero a cielo abierto que prevé la exploración y explotación del cerro Famatina en busca de oro.
“En la provincia se estiman más de 250 mil líneas de teléfonos celulares activas, a los cuales les están llegando mensajes de texto que intentan en vano ser persuasivos. Si tomamos en cuenta que el costo de un mensaje en grandes paquetes, oscila los $0,09 centavos + 34% de impuestos, el dinero ‘quemado’ por cada envío masivo supera la suma de $30 mil pesos”, explica Diario Chilecito que ha recibido cientos de comentarios en su sitio denunciando esta publicidad invasiva y que incluso los usuarios han acudido a él para preguntar sobre cómo hacer que cese.
“Sabías que la minería crea miles de empleos directos e indirectos? Si sos albañil, panadero, jardinero o electricista, también podés tener trabajo seguro!”, dicen algunos de los mensajes.
Lo cierto, es que lejos de la estrategia del Gobierno y la empresa por ganar adeptos, la elección de diseminar esta información sin el permiso del remitente ha ocasionado el efecto contrario.
Según especialistas en marketing, el spam (publicidad invasiva) genera malestar en el receptor del mensaje, a causa del “arribo inoportuno”, “violación de la privacidad” y “uso no autorizado de datos personales”, ya que el usuario no concedió voluntariamente el número telefónico ni el permiso a quien se lo está enviando.
Ante la consulta de Diario Chilecito sobre los derechos del receptor del mensaje a las compañías prestatarias del servicio de telefonía celular, contestaron que “no se puede bloquear al remitente, sólo se puede hacer una denuncia en la Policía Federal para que ellos den curso a la acción de bloqueo del usuario que hace abuso del servicio de SMS sin que el destinatario lo apruebe”.
El municipio de Famatina, liderado por el intendente Ismael Bordagaray, ya denunció que el Gobierno provincial de Luis Beder Herrera comenzó a enviar "publicidad engañosa".
Ese medio consultó a un abogado especialista en delitos informáticos, quien recomendó responder el mensaje recibido con la siguiente leyenda: “Eliminame de tu lista. Estas violando la Ley 25326” y luego hacer una denuncia en cualquier sede de la Policía Federal o en Defensa al Consumidor.
Si esta es la manera de conseguir la ansiada licencia social, el camino elegido parece ser el equivocado.
Mónica Filippi