¡Recién Publicado!
cerrar [X]

Las tribulaciones de Cristina frente a los conflictos que han empezado a explotar

54
(Y EL DÍA QUE VOLVIÓ A AMAGAR CON SU RENUNCIA)
(Y EL DÍA QUE VOLVIÓ A AMAGAR CON SU RENUNCIA)

Cristina Kirchner es impredecible, una condición que se torna sumamente peligrosa cuando se mezcla con otra conducta: la discrecionalidad. Sus ministros y secretarios la miran moverse y arriesgan jugadas, decisiones. Sin embargo, jamás logran anticiparse a sus movidas, especialmente en los últimos tiempos.

 

Hay quienes arriesgan que es la propia mandataria la que improvisa algunos de sus movimientos, descansando en encuestas que por primera vez la muestran en franco descenso de imagen positiva. Ello explica la desaparición de mediciones de opinión pública en los principales diarios oficialistas, nadie quiere mostrar las flaquezas del modelo.

Es bien cierto que Cristina ha sabido revertir situaciones iguales o peores en el pasado, como ocurrió con el escándalo de las valijas de Guido Antonini Wilson, hecho que explotó en sus narices a poco de asumir en el año 2007. En esos días, la Presidenta tenía dos cartas fuertes a su favor que hoy se han evaporado: millonarios recursos económicos y la acción de su fallecido marido, Néstor Kirchner. Mal que le pese, hoy Cristina carece de ambos bastones.

¿Cómo detener la hemorragia de información que aparece contra su vice, Amado Boudou? ¿Qué puede hacerse para que la gente deje de hablar de la tragedia de Once y la falta de combustible en todo el país? Esos y otros dilemas irresolubles obsesionan a la mandataria desde hace semanas.

Ni su hijo Máximo ni el pragmático Carlos "Chino" Zannini han sabido darle, no ya una respuesta, sino una mera contención para relajarla. Un dato a ese respecto que fue refrendado por dos funcionarios de primera línea del kirchnerismo en las últimas horas: luego del "accidente" ferroviario acaecido el 22 de febrero pasado, Cristina escapó a Santa Cruz y, en medio de una inmanejable crisis de nervios, amagó con su renuncia. Zannini fue quien la convenció de no hacerlo.

Las tribulaciones del caso Ciccone tienen a mal traer a la primera mandataria, quien se encuentra en una peligrosa paradoja: si defiende públicamente a Boudou, aparecerá como parte de los negocios que este intentó llevar adelante; si le suelta la mano, se arriesgará a que el vice cuente lo que hasta ahora nunca ha mencionado. Es que, si bien es cierto que el negocio con la ex Ciccone es una caja del ex ministro de Economía, en el Gobierno nadie desconocía la movida que este hacía en su propio favor.

Lo que ha indignado a la Presidenta no es el negociado en sí, sino los cabos sueltos que dejó Boudou para que la prensa lo cocinara a fuego lento. En su fuero íntimo, Cristina sabe que las denuncias contra su "Amado" finalmente quedarán en la nada —fuentes judiciales se lo han anticipado— y que el testimonio de la denunciante Laura Muñoz, ex mujer del "testaferro" Alejandro Vandenbroele, será derribado por insania. Sin embargo, el desgaste que el tema ha provocado a nivel mediático, erosionó más de 10 puntos de su imagen positiva. Eso jamás se lo perdonará al vicepresidente.

En un contexto que se avecina deficitario y crítico a nivel financiero, la popularidad de Cristina aparecía como parte del paliativo oficial que contrarrestara el malhumor social.

 

Lo que vendrá, ya llegó 

Aunque hay quienes hablan de lo que vendrá, la crisis ya es elocuente en diversos sectores de la economía. Provincias y municipios, por caso, han sido instruidos para que busquen sus propios recursos sin esperar el salvavidas de la Nación. A ese respecto, son sintomáticos los casos de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba.

No se trata ya de ahogar a enemigos y ayudar solo a amigos: todos sufrirán por igual la quita del bastón financiero nacional. La hemorragia llegó a lugares impensados, a gobernadores que han mostrado una obsecuencia a prueba de balas.

Al mandatario cordobés, José Manuel de la Sota, lo han instruido para que haga lo mismo que su par mendocino Francisco "Paco" Pérez: que suba impuestos y que emita deuda pública. Daniel Scioli ya ha hecho lo propio y se ha endeudado en casi 850 millones de pesos. En rigor, es una solución temporal, insostenible en el tiempo.

Hay que mencionar que la crisis de las provincias provoca, a su vez, un efecto dominó que termina afectando a los municipios. Scioli se lo ha anticipado a los intendentes del conurbano, quienes reclaman un fondo de $900 millones que no verán porque la Nación tampoco lo ha transferido a esa zona caliente de la Argentina.

La solución recaerá, una vez más, en los contribuyentes. Ellos sufrirán el aumento de sus impuestos y a cambio verán cómo se frena la obra pública que en muchos casos es imprescindible. ¿Cómo es posible que se hable de progreso habiendo calles que aún son de tierra o con zonas donde no existe sistema cloacal? Contradicciones del modelo K.

La crisis llegó para quedarse y puede verse en indicadores que jamás habían dejado de crecer, siquiera en momentos de mayor penuria económica que ahora. El inesperado freno a la compra y venta de autos —nuevos y usados— es un síntoma de ello. También lo es el cierre de medios oficialistas por falta de pauta publicitaria del Estado. Por ahora solo ocurrió con “El Periódico” del ex chofer de Néstor, Rudy Ulloa, y de la señal 360TV; sin embargo, ya se habla de medios pertenecientes a otros empresarios oficialistas como Sergio Szpolski.

En medio de tan delicada situación, Cristina sufre los amagues del devaluado Hugo Moyano, quien coquetea con la CTA de Pablo Micheli, pero no termina de decidirse respecto a la posibilidad de hacer un paro a nivel nacional. El titular de la CGT sabe que ello provocaría una fuerte erosión popular al mismo gobierno que jamás sufrió una movilización por parte de la principal central obrera. También sabe que, en caso de decidirse a movilizarse, no habría vuelta atrás en su pelea con el kirchnerismo. El problema es que aún espera un llamado de Casa de Gobierno, pero su teléfono no suena. Su único contacto oficial es Julio De Vido y hoy es un ministro que camina por la cuerda floja.

No obstante ello, el Gobierno tampoco termina de romper con Moyano. Muchos secretos conservan uno respecto del otro. Algunos de ellos vinculados a cuentas suizas. "Si a Moyano le rompen las p... con el tema de Suiza, él va a contar quiénes son los funcionarios que también tienen cuentas millonarias ahí (...) a Cristina no le conviene", aseguró a este medio hace casi un año uno de los sindicalistas que siempre acompañaron al camionero y que hoy se muestra cercano al oficialismo iniciales O.V.. Fue cuando apareció en los medios el escándalo Covelia. ¿Bastó entonces esa amenaza para apaciguar las aguas?

Como sea, Cristina no necesita un nuevo frente de conflicto en medio de los problemas que empiezan a aparecer por el horizonte. Por eso, ha decidido finalmente elegir enemigos que tienen poca capacidad de defensa y reacción. Son los que aparecen como temas obligados en cada uno de los últimos discursos oficiales: Mauricio Macri, YPF y Malvinas.

En la figura del jefe de Gobierno porteño la Presidenta aglutina las críticas que no puede hacer a otros mandatarios, principalmente por cuestiones estratégicas y de imagen personal. Con Macri no existe ese problema, ya que la Capital Federal es un bastión que siempre le fue esquivo al kirchnerismo y casi no hay alianza estratégica con ese distrito, salvo el caso del juego —tema tan oscuro que merece un capítulo aparte— y el puerto.

En verdad, el alcalde porteño sufre los embates que merece, pero de yapa recibe cuestionamientos que no le corresponden. Eso lo descoloca por completo y lo obliga a responder públicamente cada vez que es atacado por Cristina. En el fondo se esconde la pelea por la sucesión en 2015 y Macri lo sabe; por eso habla a pesar de que odia hacerlo.

El tema Malvinas es un comodín en el discurso de Cristina, no hay acto casi en el que no hable de esta cuestión. No es casual: las encuestas advierten que se trata de un tópico que agita los corazones de propios y ajenos. Por eso la insistencia oficial, que muchas veces llega a límites que denotan imbecilidad oficial, como el freno de barcos hacia las islas o la amenaza de acciones judiciales contra empresas que explotan recursos naturales en esa misma zona de conflicto. Un paréntesis: ¿Por qué hay empresas que no se han mencionado en esa eventual denuncia, una de ellas vinculada con una minera que opera en La Rioja?

La sobreactuación en el tema Malvinas choca con la realidad cuando se analiza el tema YPF. No solo porque hasta ahora solo le han quitado aquellas áreas que no eran rentables para la exploración —en España, Repsol festejó la medida— sino porque Cristina ha dado instrucciones a algunos gobernadores —uno de ellos ha sido el chubutense Martín Buzzi— para que impulsen el trabajo que queda vacante de la mano de la firma Pan American Energy, propiedad en un 60% de British Petroleum. A ese respecto, la semana que comienza será clave en el marco de las definiciones.

Mientras esto ocurre, los reflejos oficiales siguen sin aparecer. El mundo avanza en una crisis sin precedentes y la Argentina solo ha encontrado un camino para enfrentarla: las trabas comerciales de Guillermo Moreno.

Por ahora, Cristina ha contado con la enorme paciencia mostrada por los países que saben comercializar con la Argentina; pero todo tiene un límite. Dilma Rousseff, su par de Brasil, ya ha mostrado signos públicos de fastidio; altos funcionarios de Uruguay han comenzado a confeccionar un plan de "reciprocidad" comercial; y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, le ha planteado en el rostro a su colega argentina su total disconformidad por las restricciones comerciales.

El tiempo se agota y la Presidenta lo sabe. No hay posibilidad ya de estirar las definiciones ante los reclamos que aparecen por diversos frentes. ¿Pedirá ayuda siquiera a sus colaboradores o seguirá inmersa en la ceguera de sus propias anteojeras?

Es la pregunta que todos se hacen en estos días. La respuesta solo cabe en la cabeza de Cristina, quien solo piensa en estos días en su propia reelección en 2015. En fin, su rápidez de reflejos será la llave que permitirá salir de la crisis… o no. 

 
 

54 comentarios Dejá tu comentario

  1. Sr. Sanz: lo felicito por la nota. Sr. Carlos (el KK): Si gorila es lo opuesto a lo que es Ud., le comunico que el 99% del país es gorila, y en mi caso, para Ud. soy King Kong.

  2. Liliana, Como todas las mujeres es una envidiosa! Su tan mentado estadista "Alfonsin" nos llevo al 8000 de hiperinflaciòn memoria. memoria. Vieja de Mierda!

  3. El periodista tiene la capacidad de conocer qué está pensando la presidenta. Suena contradictorio que quiera renunciar, y al final de la nota el periodista dice que sólo piensa en su reelección. No creo que sea periodismo. Por otro lado, hace varios años que se pronostica la caída de este gobierno, como si no fuéramos a caer todos los argentinos. No creo que el FPV vaya a gobernar para siempre. Tampoco creo que CFK vaya a presentarse a otra reelección.

  4. Es mas viejo que la historia ,que un mercado cerrado produce monopolio. productos más caros y de calidad pauperrima . Lo dicen todos los manuales. Este mercado cerrado , les permite hacer negociados multimillonarios con empresarios argentinos . corrupción sin fin.

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme

¿Valorás el periodismo independiente?
Municipio de Moron. Corazón del Oeste
Mokka Coffee Store
Cynthia Gentilezza. Analista en seguros


 

Notas Relacionadas

En los 90, Néstor Kirchner financiaba un diario nazi

Ni una palabra de condena salió del seno del oficialismo cuando dos periodistas de La Nación y Clarín, respectivamente, fueron comparados por Amado Boudou con los encargados de limpiar las cámaras de gas durante el nazismo. Ese mismo silencio se hizo carne cuando, en...