La trama comenzó el pasado 14 de marzo cuando, en el marco del operativo internacional “Asado blanco”, organismos de control desarticularon un embarque de cocaina valuado en 25 millones de dólares y fueron detenidas dos personas, uno de ellos en Quitilipi, Chaco, de donde partió la carga, y ocho empleados de la Aduana.
En realidad, la actuación fue una derivación de la “Operación Patagonia” en la que siete argentinos con residencia española fueron detenidos doas días antes —el 12 de marzo— en España y Portugal.
"El operativo realizado de manera conjunta entre la Policía Nacional de España y la Policía Judicial de Portugal, investiga el tráfico de Buenos Aires-Lisboa. Las detenciones se produjeron, cuatro en Lisboa y dos en Barcelona y una en Las Palmas de Gran Canaria", según relató oportunamente agencia EFE.
Como se dijo, en ese procedimiento ocho empleados aduanaros fueron detenidos por su participación en el hecho delictivo. Hasta ahí, nada relevante fuera de la noticia en sí misma.
Sin embargo, esta semana ocurrió un hecho que podría denotar cierta complicidad por parte del poderoso Sindicato Único de Aduaneros de la República Argentina (SUPARA) para con los demorados por el operativo antidrogas.
Es que, el pasado 17 de abril, el titular de ese gremio, Carlos Sueiro envió a la titular de la Aduana, Siomara Ayerán, una misiva donde pidió el "urgente" apoyo jurídico e institucional de la entidad a su cargo. La misma está firmada por los referentes más importantes de SUPARA, tal cual puede verse a continuación:
"Aparte de la carta, Sueiro amenazó con un paro general en la Aduana si no se cumplen sus pedidos y se ayuda a liberar a los detenidos", reveló una altísima fuente de esa dependencia. Se trata del mismo informante que hizo llegar la reveladora carta a Tribuna de Periodistas.
A esta altura, una pregunta debe ser respondida: ¿Cómo se entiende semejante preocupación por parte de un sindicato para con ocho detenidos por tráfico de estupefacientes?
Hay que recordar que Sueiro es el mismo que, junto con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, se encuentra detrás de la desaparición de dos millones de pesos de la Aduana, hecho que motivó a este cronista a presentar una oportuna denuncia judicial.
Mientras esto ocurre, los empleados aduaneros siguen sin recibir aumento de sueldo ni pago de honorarios desde hace 2 años. "Es que Sueiro se preocupa más por la situación procesal de ocho aduaneros detenidos por narcotráfico, que por lo lograr mejoras salariales para sus empleados", advirtió la fuente antes referida.
No hay duda de ello, solo basta leer la saga de artículos de investigación que se llevaron adelante sobre la figura del titular de SUPARA para entender su proceder.
No se trata de hechos aislados, sino de toda una conducta de vida por parte de Sueiro y sus adláteres, la cual ostenta el amparo y protección de los principales funcionarios aduaneros y de la AFIP, con Ricardo Echegaray a la cabeza.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1