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El caso Cabezas y el periodismo hipócrita

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UN CRIMEN QUE SE PODÍA HABER EVITADO
UN CRIMEN QUE SE PODÍA HABER EVITADO

La muerte de José Luis Cabezas, ocurrida hace 20 años, conmociona hasta el día de hoy a la ciudadanía toda. Los mensajes en las redes sociales se multiplican hasta el infinito, todos ellos con una consigna inequívoca: “No se olviden de Cabezas”.

 

Los colegas hacen lo propio, recordando a aquel que fue asesinado ejerciendo “el oficio más hermoso del mundo”, como lo definió el gran maestro Gabriel García Márquez.

Todo ello es motivador y toca el alma, pero ciertamente es hipócrita. ¿Qué hicieron todos esos hombres de prensa para que no asesinaran a Cabezas?

Es bien cierto que poco y nada se podría haber hecho para evitar que ese 25 de enero el malogrado fotógrafo fuera asesinado y quemado. No justamente ese día.

Pero sí se podría haber desactivado el crimen desde otro lugar. Si todo el periodismo hubiera actuado en conjunto en investigar a Alfredo Yabrán antes de que se convirtiera en el monstruo que fue, es probable que ello no hubiera ocurrido. ¿O acaso el empresario postal hubiera eliminado a todos y cada uno de los periodistas que ponían el foco sobre su persona?

Los únicos que se animaron a avanzar sobre la figura de Yabrán fueron los colegas de revista Noticias, del grupo Perfil, con una valentía pocas veces vista. Todos los demás callaron. Todos.

¿Es que desconocían quién era este misterioso empresario postal? Para nada, su figura era conocida por todos. Si bien su rostro era un misterio, todos sabíamos que existía y que se dedicaba a tener a sueldo a referentes de la política de la UCR, del PJ, e incluso a reconocidos periodistas. Los dos más conocidos: Bernardo Neustadt y Daniel Hadad. 

Ello justamente fue lo que operó para que nadie se animara a indagar sobre su persona. Algunos por miedo, otros por interés... como sea, los periodistas callaron.

Luego llegó lo que parecía inevitable: la persecución a los únicos que se animaron a develar el misterio Yabrán. Amenazas, presiones, pinchaduras de neumáticos y rotura de vidrios, entre otras cosas.

Cuando ello ocurrió, el silencio de los colegas permaneció incólume. Otra vez: todos sabíamos lo que pasaba, pero el miedo pudo más.

Después de ello llegó la tragedia: la muerte brutal de Cabezas, en una inhóspita cava. Ahí reaccionaron todos, los políticos, los empresarios y los periodistas. Pero ya era tarde. Ya nada había para hacer.

Hoy en día, cuando todos esos que callaron levantan sus pancartas con el rostro del fotógrafo de Noticias, solo cabe hablar de hipocresía. La solidaridad quedó allá lejos, perdida.

Está bueno que los colegas se solidaricen con la causa Cabezas, es inspirador y emotivo, pero ya no sirve. 

Una última digresión: fui uno de los pocos periodistas que denunció al grupo Yabrán cuando nadie hablaba de su accionar. Quien lo dude puede consultar mi libro “La mafia, la ley y el poder”, escrito por mí en 1996, un año antes de que asesinaran a Cabezas.

 
 

8 comentarios Dejá tu comentario

  1. Voy a ser irrespetuoso. El caso Cabezas es un acontecimiento exclusivo para el mundo del periodismo. Nada más. Hace 20 años no existía el 30% de los habitantes de hoy, y otro 20% ya no está más. Que estos sobrevivientes estén todavía hoy conmocionados, es a mi juicio un poco mucho, incluso para quien como Cabezas no era un periodista top(segun me contaron era un fotografo). En el mundo ni siquiera lo conocen. Si ese señor valía algo, y todo el periodismo argentino así lo considera, entonces Bob Woodwark y Karl Berstein, son astronautas, tal es la distancia, y Cabezas un conductor de taxi. El periodismo como toda profesión tiene referentes que son el avant garde de la profesión, que yo sepa Cabezas no era referente de nadie. Hoy estamos, para bien o para mal, globalizados. Digan ustedes: ¿a que periodista argentino, ustedes consultan si pasa algo en Europa? ¿Ven el noticiero de TN o leen La Nación, Clarín o Crónica? Ahora den una hojeada a los diarios y telenoticieros de allá, y verán la cantidad de artículos de opinión que la prensa publica diariamente. Ejemplo: The Guardian UK, ha reseñado la tragedia del ARA SJ, con una calidad técnica envidiable. Aca eran todos expertos submarinistas, que trataban de “enseñarnos” que cosa es la guerra submarina. La química del hidrogeno, y porque el acero naval no se fabrica localmente. Ya escribían que pasados 10 dias, la cosa esta terminada. Y aca periodistas expertos decían que había que, no solo seguir la búsqueda, sino rescatar a los marinos. Si, lamentablemente, este país anda mal, la profesión periodística, no puede ir bien.

  2. Se sabe por las investigaciones y por los dichos de los testigos, que a Cabezas lo asesinaron porque lo confundieron con el periodista Michis, que estaba investigando el narcotráfico en la costa bonaerense. Los culpables fueron los de la banda de Pepita la pistolera. Pero si seguían. esa pista llegarían el manda más de la droga en la costa. Y armaron la farsa con los Horneros, que se hicieron cargo del muerto. El arma calibre 32 , que según la pericia balística se corresponde con el proyectil que hallaron en Cabezas fue encontrado en poder de Luis Alberto Martínez Maidana, un pepito.. Los testigos desmintieron lo que decían los Horneros de que Prellezo comandó el operativo . Dos testigos y la autopsia desmienten a Gonzalez y a Braga, que dicen que redujeron a Cabezas, sin violencia en la puerta de su casa. Está comprobado que fue golŕado brutalmente en clavícula y rostro. . La segunda autopsia y la ausencia de sangre en La Cava demienten lo que afirma Braga, que Cabezas fue asesinado de un balazo en la sien fuera del auto. Cabezas fue asesinado de dos disparos en la nuca, de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba. Además , una de las testigos, Diana Solanas, afirmo que los hechos no ocurrieron como los describen Los Horneros, que ella jamás vio a Prellezo, y sí vio a Pedro Villegas ( concubino de Pepita), a Salvá y a Carlos Redruello. Yabrán nada tuvo que ver con la muerte de Cabezas, nadie ordena un asesinato por una foto, pero si ordenan los narcotraficantes. Fueron los de la banda de Pepita y policias de la costa involucrados en el narcotráfico. Lo que intriga es que Salvá, uno de los acusados por los testigos, en el asesinato de Cabezas, tenía el mismo abogado que la segunda esposa de Cabezas ? ??? Eso nadie lo investigó ....

  3. Si se le puede criticar algo al periodismo vernaculo es que se rasgan las vestiduras por los periodistas que han muerto, pero por los que vivieron y viven guardan silencio. Santiago Pinetta termina mendigando en el subte, fue torturado y el periodismo hace rato se olvido e el. Nisiquiera los del gremio le tendieron una mano. Casi que asistieron a su ostracismo. Algunos dirian que presto un gran servicio denunciando grandes casos de corrupcion, pero se ve que eso no alcanza para que alguien le tienda una mano. La ultima vez que escuche de el paso por Intratables. Un dia. ¿No se olviden de Pinetta? ¿Acaso lo que hizo no vale nada?

  4. Respecto al caso CABEZAS. Con el fotografo quedó al desnudo un ARMADO SISTEMICO de corrupccion que llegaba HASTA MENEM. Sin embargo, todo se terminò en Yabrán cuando se suicidò. ¿Porque SIGUE SENTADO MENEM como INTOCABLE SENADOR DE LA NACION, cuando ha sido PARTE ESENCIAL de ese entramado? ¡NO TODO TERMINABA EN YABRAN y seguramente son muchos los interesados en que la "gilada" considere que TODO se acabó con el suicidio de Yabrán......y se hizo "justicia" por Cabezas!

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