Muy triste por todo lo que está ocurriendo en Venezuela. Como siempre, sigo admirando mucho a Leopoldo y María Corina pero les quiero dejar planteadas cinco grandes preguntas porque me parece, a la distancia, que se podrían tomar caminos diferentes en esta lucha en el aspecto comunicacional.

Las mafias se han globalizado. Hoy, existen transnacionales de la droga, el crimen organizado y se organizan prolijamente los saqueos de los países más débiles.

Una respuesta local a un problema de índole mundial no parece lo más adecuado.

1) ¿Por qué no denuncian a la República Popular China y su falta incidencia en este desvarío chavista?

China se metió en un callejón sin salida en el estrecho de Malacca, un paso que es vital porque es su ruta principal para abastecerse de petróleo desde Occidente.

Está localizado entre la costa occidental de la península malaya y la isla de Sumatra. Es el límite occidental del Océano Pacífico, nada menos.

Tiene aproximadamente 800 km de longitud y sólo 2,8 km de ancho en su punto más angosto. En su parte media se encuentra su mínima profundidad la que condiciona el calado de los buques que lo atraviesan.

Se trata de la principal vía de abastecimiento de petróleo de dos de los principales consumidores mundiales, Japón y China.

Malaca se ha convertido “de facto” en una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas.

Por ello, China prepara un canal en el istmo de Kra entre Tailandia y Birmania para sortear los mencionados problemas.

Además, la otra gran esperanza del dragón asiático es el Canal de Nicaragua que Daniel Ortega les “obsequió” por cien años entre gallos y medianoche. En la práctica, no es más que un oleoducto por el cual saldrá el petróleo venezolano desde el Caribe hacia el Pacífico.

China necesita que el chavismo se quede varios años más, hasta que tenga lista su ingeniería centroamericana. Por ello, los sostienen a capa y espada.

El gigante comunista hoy importa la mitad del crudo que consume pero en los próximos veinte años esa proporción de compras en el exterior se extenderá hasta el 70 por ciento.

China basa su accionar en el soft power y pasa desapercibida.

Gracias a la era de la “post verdad” ya no importa lo que haga sino que la comunidad internacional tenga una versión distorsionada sobre su verdadera vocación imperial cuasi victoriana ya que saquea recursos naturales y entrega productos industriales o chucherías a cambio.

2-¿Por qué no denuncian a Rusia?

Ustedes mejor que ninguno conoce cómo este gigante está quedándose con los activos norteamericanos de Venezuela.

Citgo, con sus tres refinerías, sus oleoductos y casi 50 plataformas petroleras en el interior de EEUU está siendo devorada paso a paso por Vladimir Putin.

El incremento de la participación rusa en una subsidiaria de la venezolana PDVSA en Houston y otros puntos estratégicos es un hecho.

La petrolera Rosfnet no para de comprar acciones de Citgo. Muy pronto la dominarán por completo.

En caso de un incumplimiento de deuda, una situación cada vez más probable por parte de PDVSA, Rosneft estaría en posición de orquestar una adquisición cuasi fraudulenta.

Como si todo esto fuera poco, Moscú también está jugando fuerte con Daniel Ortega.

La instalación hace pocos meses de una estación satelital cerca de Managua (laguna de Nejapa) para “controlar el narcotráfico y estudiar los fenómenos naturales” es otro claro avance en una región que solía ser controlada abiertamente por Washington.

Rusia está usando Nicaragua para crear una esfera de espionaje militar” mediante el Sistema Global de Navegación por Satélites (Glonass).

3-¿Por qué no denuncian a Estados Unidos?

Las sanciones contra la dictadura venezolana son ridículas. Se reducen a cuestiones administrativas y personales en materia económica.

Cuando Washington quiso presionar a Irán lo asfixió con las compras de petróleo gracias a embargos y obligó a la teocracia islámica a ceder el poder a pesar de que contaba con un apoyo popular mucho más elevado del que tiene hoy el chavismo.

Trump tolera a China, su nuevo gran socio comercial y financiero, y hace lo propio con Putin, quien lo ayudó de manera inequívoca en su campaña presidencial contra Hillary Clinton.

4-¿Por qué no denuncian directamente al Papa Francisco?

Bergoglio se movió rápido para generar un entendimiento entre los hermanos Castro y los demócratas de Estados Unidos pero se desentiende de Caracas al punto de exclamar con cinismo: "¡Que nuestra señora de Coromoto interceda por Venezuela!".

Está claro que él no hará nada por frenar el baño de sangre.

A diferencia de Juan Pablo II, quién nunca dudó en involucrarse en el conflicto argentino-chileno de 1977 que frenó una guerra inminente, Francisco pide que “no lo usen” privilegiando su situación personal al drama de 30 millones de personas que en su gran mayoría pertenecen a la grey católica.

5-¿Por qué continúan basando sus estrategias en buscar solidaridad de “sellos de goma” como el CELAC, la OEA, el MERCOSUR, la UNASUR o el PARLASUR?

¿Hasta cuándo van a perder tiempo con los sketches que generar a diario el inoperante Luis Almagro?

El ex canciller uruguayo no pudo siquiera garantizar un simple comunicado contra la dictadura del PSUV.

Resumiendo: en Argentina usamos un refrán que tal vez ustedes también conozcan: “hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño”.

En otras palabras, se debería exponer a las administraciones políticas de las grandes potencias para que quienes piensan beneficiarse a nivel empresarial y personal con la “tupacamarización” de Venezuela sepan que el desprestigio puede ser muy elevado si siguen auspiciando esta salvajada.

Es una visión, insisto, a la distancia. Sigo creyendo que el partido que ustedes juegan allí tiene demasiados jugadores que están saliendo indemnes del desastre que ellos mismos auspician.