Susana Trimarco nunca deja de sorprender… supo hacer de la mentira un negocio más que rentable, principalmente a través de la manipulación de la estadística, al mejor estilo kirchnerista.
Se trata de una mujer que ostenta un doble discurso permanente, que dice una cosa en privado y otra totalmente opuesta en público. Lo he demostrado sobradamente en mi libro Trimarco SA, y ello fue refrendado por la negativa de la propia mujer a debatir conmigo.
Una de las principales falacias que suele sostener está referida a la cantidad de mujeres que supuestamente ha rescatado de la trata de personas en los últimos años. De un día para otro, pasó de ostentar unos pocos casos a adjudicarse casi mil.
Ahora, en las últimas horas, llevó ese número a un porcentaje imposible: aseguró a diario La Gaceta que rescató “más de 10.000 víctimas”.
Si el dato fuera cierto convertiría a la Argentina en la Nación que encabezara el ranking de trata de personas en el Mundo, superando a Burundi, Haití, Sudán y Sudán del Sur, países que suelen estar al tope respecto de ese cruel fenómeno en los informes que suele difundir el Departamento de Estado de EEUU.
Dicho sea de paso, debo mencionar que vengo desafiando desde hace años a la madre de Marita Verón para que muestre al menos la identidad de 50 mujeres rescatadas por ella. Su respuesta siempre se ha limitado al mero insulto, sin mostrar un solo caso puntual. Lo cuento en mi libro, el ya referido Trimarco SA:
La injuria le permite a Trimarco evitar dar explicaciones. Ni siquiera Jorge Lanata consiguió que la mujer explicara en qué gasta el dinero que le es aportado. “No sé en qué gasta esos millones, a lo mejor tiene gente trabajando”, dijo irónicamente el periodista a fines del año pasado. Prontamente fue acusado de “golpista”.
Para justificar su mutismo, la madre de Marita suele escudarse en el hecho de que prefiere proteger la identidad de aquellas mujeres que ha “liberado”.
Y es allí donde aparece un nuevo interrogante: ¿Por qué debe ser resguardada la identidad de una persona que ya fue debidamente rescatada? ¿No sería útil y productivo que esas mismas mujeres dieran su testimonio de vida para evitar que avance el aberrante delito de trata de personas?
La realidad indica que la gran mayoría de los rescates que proclama Trimarco son ficticios. Uno de los que desnudó esa realidad es el ex Comisario General de Tucumán, Hugo Sánchez, quien asegura que los números de chicas recuperadas por la madre de Verón no coinciden con las estadísticas oficiales.
“Valoro y respeto el trabajo de la señora Trimarco, pero sus cifras no coinciden con las nuestras. Llegó a decir que había recuperado 40 adolescentes en La Rioja. No hay ningún tipo de actuación policial ni judicial al respecto, ni en Tucumán ni en La Rioja”, aseguró el funcionario en mayo de 2008.
Los mismos reparos han sido expuestos en diversos lugares de la Argentina, todos en el mismo sentido. ¿Cuál es la identidad de las mujeres rescatadas por Trimarco? ¿Por qué sus estadísticas no coinciden con las investigaciones judiciales de marras?
Alguna vez, la mujer tendrá que hacerle caso al dramaturgo Jules Renard: “De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes”.
Hay desKuento por cantidad?
La mujer se subió al tranvía de la trata con fines de explotación sexual, una patraña parte del lobby feminizante, que busca equiparar la prostitución (un recurso oculto y secreto de hombres y mujeres), en un crimen casi equiparable al genocidio. En un país amante de los mitos sin comprobación como el nuestro, el cuento de mujeres secuestradas entró en las mentes y lenguas irreflexivas con enorme facilidad.
LO malo que ahora tiene el apoyo del actual gobierno con muchos millones sin obligación de rendir cuentas. Cambiamos de collar pero el perro es el mismo. Sigue la farsa de los derechos.
Le quitaron un subsidio hace poco y saltó enojadísima en los medios de Tucumán. Claro, la gente en esa provincia ya la conoce. Y sabe que es una mentirosa, currera. Y que en la Sede hay menos movimiento que en el cementerio. Todo es una pantalla para llevarse mucho dinero. Por otro lado, es cierto que jamás presentó un detalle de gastos y uso de los fondos millonarios que recibió de la yegua. Y como ahora no la tiene, patalea en el aire. Pero no mucho. Sigue recibiendo plata. No vaya a ser que termine presa si se desboca de más. Ojalá esta miserable alguna vez sea investigada en serio por la Justicia. Y que devuelva la plata mal habida. Los viajes por el mundo no se lo podremos sacar. Pero que una larga estadía en la cárcel nos compense a la sociedad por eso. Finalmente, ojalá también que el Estado ponga un poco de dinero para investigar y encontrar dónde se oculta la hija, que se fué por propia voluntad y debe estar disfrutando de la plata que con el negocio de la desaparición, levantó la madre por millones.
Señora chorra