Mauricio Macri está preocupado. En realidad, ya lo estaba, pero ahora ese temor se acrecentó exponencialmente.
Como reveló Tribuna de Periodistas el pasado domingo 15 de diciembre, el presidente de la Nación sospecha que el kirchnerismo quiere desestabilizarlo, de la mano de un puñado de grupúsculos "de izquierda" de dudosa reputación.
Los eventos ocurridos durante esta semana, que le fueron anticipados al jefe de Estado a través de un informe de la Inteligencia vernácula, alimentaron todas las suspicacias oficiales.
Y si algo le faltaba a esos resquemores, lo ocurrido en las últimas horas en la provincia de Buenos Aires —donde unas 100 personas intentaron saquear un supermercado del partido de Luján— terminó de confirmar todos los terrores macristas.
¿No estaban demasiado organizados para llevar adelante la movida quienes impulsaron el asalto al Walmart? Eso es lo que sospecha la fiscal de Instrucción María Laura Cordiviola, a cargo de la investigación, en coincidencia con reputados referentes de Cambiemos.
Uno de los elementos que mueve a la desconfianza es lo ocurrido en otro punto bonaerense casi a la misma hora, cuando un grupo de personas interceptó a un camión jaula y logró quedarse con varias vacas, que trasladaron a distintos barrios de la periferia. Sucedió en el siempre suspicaz cruce de Acceso Oeste y la Ruta 192.
¿Solo coincidencias o algo más? Los funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, no creen que sea algo azaroso. Sobre todo cuando se tiene en cuenta lo ya mencionado, aquello sucedido el lunes 18, cuando la Capital Federal se convirtió en una sucursal del infierno.
La frutilla del postre la aportó hoy el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, quien consideró que "el panorama" social "viene muy feo y en estos días se va a profundizar". ¿Fue un vaticinio o una amenaza?
Sea lo que fuere que quiso decir el amigo del papa Francisco, Macri está en alerta, más aún después de enterarse que Martín Lousteau aseguró, luego de ser increpado por un grupo de violentos no identificados, que en el país se está construyendo "un estado de ánimo tensionado".
Es el contexto en el que, en las próximas horas, funcionarios del Ministerio de Seguridad se reunirán con la "mesa chica" del macrismo.
Intentarán pergeñar un plan para llegar al 31 de diciembre en paz. Habrá que cruzar los dedos.