Diciembre fue la prueba de fuego. Mauricio Macri lo sabe, y lo padeció. Entre saqueos, amenazas y violencia frente al Congreso de la Nación, el presidente se convenció de que hubo un intento de golpe contra su gobierno.
Cuando llegó el 31 de diciembre levantó su copa en Villa La Angostura y brindó con su mujer, la bella Juliana Awada, por haber superado esa intentona, entre otros tópicos.
Su tranquilidad duró poco, casi nada. Esta semana, el gastronómico Luis Barrionuevo lo desafió: “A los sindicatos los atacaron los militares, (Raúl) Alfonsín y (Fernando) De la Rúa y no terminaron su mandato", sostuvo.
Por si acaso no quedara clara la amenaza, el gremialista dijo que quienes "atacan" a los gremios "le muerden la cola al león y terminan mal".
A esas palabras se suman las del otrora piquetero K, Luis D'Elía, quien advirtió que Macri "no va a terminar su mandato".
¿Es apenas una coincidencia que ambos avancen en una amenaza de tal tenor o hay algo más en ciernes? ¿Se fueron de boca o revelaron, cada uno a su manera, lo que se cocina en ciertos espacios de poder?
A ambos los mueve el mismo sentimiento: el terror a la embestida judicial. Si buen uno de ellos ya se encuentra en prisión —es el caso de D’Elía— su situación podría complicarse aún más y ello haría que su sueño de dejar la cárcel se aleje más y más.
En el caso de Barrionuevo la situación es bien diferente: el gastronómico aún no tiene problemas con la justicia, pero lo circundan media docena de escándalos que podrían derivarle la misma suerte de D’Elía.
Ciertamente, no le falta nada al gremialista: coimas, aprietes, sobreprecios, lavado de dinero e incluso el crimen de un funcionario de San Martín, cuya trama reveló Tribuna de Periodistas en el año 2005.
Solo resta adivinar cuál de todos esos delitos será el primero en llevarlo a prisión. ¿Cómo podría ser diferente si, por mucho menos, los Balcedo, los Pata Medina y tantos otros terminaron recluidos?
En el contexto antedicho, la movida que intenta desbancar a Macri no parece que irá a prosperar. Por caso, Barrionuevo recibió un duro desplante por parte de Hugo Moyano cuando intentó coordinar una movida conjunta para avanzar contra el gobierno.
Como ya reveló este portal, entre Macri y el camionero se refrendó una suerte de pacto que desinfló las pretensiones del gastronómico. El milagro tiene nombre propio: OCA. Es una trama espesa, donde no faltan ni el lavado de dinero ni el narcotráfico..
Pero esa es harina de otro costal, que se revelará en un futuro cercano.