Una conocida frase sostiene que “nadie es kirchnerista gratis”. Se trata de un dogma irónico, valga aclararlo.
Sin embargo, ese pareciera ser el lema de Horacio Verbitsky, el célebre “escriba K”, siempre presto a hacer las operaciones más polémicas y cuestionables para agradar a Cristina.
En su momento hizo lo propio con Néstor, llegando a publicar que Francisco De Narváez era narcotraficante. Fue en 2009. Todo fue en pos de lograr erosionar la figura de aquel que competía con Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
Una nota de este periodista desactivó la operación sucia y el tiro terminó saliéndole por la culata a Néstor, que perdió de todos modos contra De Narváez.
Ello no amilanó a Verbistky, quien siguió adelante con sus operetas en favor del kirchnerato, llegando a acusar a Mauricio Macri de pedófilo sin ponerse colorado. Dicho sea de paso, ello también terminó siendo contraproducente, ya que este último terminó ganando las elecciones presidenciales en 2015.
A esta altura, nada debería sorprender sobre Verbitsky, cuyos escrúpulos tienen una elasticidad que sorprenderían hasta al “Gordo” Valor.
Por caso, en los 70 llegó a ser “doble agente”: por un lado montonero; por el otro, “buchón” de los militares, tal cual logró documentar el colega Gabriel Levinas en su gran libro del año 2015.
“Durante la dictadura, los militares no le tocaron ni el timbre a Verbitsky”, dijo alguna vez Rodolfo Galimberti, a efectos de graficar esa situación.
A pesar de todo ello, al “escriba K” finalmente le fue muy bien en la vida, logrando reinventarse como “periodista”; consiguiendo que muchos olvidaran sus trapisondas de antaño.
Ciertamente, es un elogio de este cronista hacia Verbitsky quien finalmente logró su cometido: luego del chupamedismo de tantos años, el kirchnerismo decidió premiarlo con generosa pauta oficial, como puede verse este domingo en su blog “El cohete a la Luna”.
No es todo: también consiguió hacerse de la publicidad de la provincia de Buenos Aires, comandada por el siempre inefable Axel Kicillof (ver al pie).
Todo un logro para Verbitsky, quien parece haberse hecho eco de aquella frase de autoayuda que proclama que “el éxito es la suma de los pequeños esfuerzos que realizas día a día”.
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